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Cuatro clásicos del cómic en edición integral

  • 'Hellblazer', 'Mac Coy', 'Quena y el Sacramús' y 'Sexo y chapuza'
  • Cuatro cómics que no pueden faltar en ninguna tebeoteca

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Imágenes de 'Hellblazer', 'Mac Coy', 'Quena y el Sacramús' y 'Sexo y chapuza'
Imágenes de 'Hellblazer', 'Mac Coy', 'Quena y el Sacramús' y 'Sexo y chapuza'

Se reeditan cuatro títulos imprescindibles del cómic, en ediciones integrales, que no pueden faltar en la tebeoteca de cualquier aficionado: Hellblazer (ecc ediciones), Mac Coy (Ponent Mon), Quena y el Sacramús (Dolmen) y Todo sexo y chapuza (De Bolsillo).

'Hellblazer'

Hellblazer (ecc ediciones) es uno de los cómics más importantes de las últimas décadas, cuyo éxito le ha hecho ser adaptado al cine (Constantine, 2005) y a una serie de TV que se emite actualmente en EE.UU. Ahora la editorial ecc nos sorprende con una ambiciosa reedición en tomos bimensuales que no seguirán un orden cronológico sino por los grandes autores que han pasado por el personaje. De esta forma difrutaremos de las inolvidables etapas de grandes guionistas como Warren Ellis (Daredevil, Red), Brian Azzarello (100 Balas), Paul Jenkins (Civil War), Mike Carey (Lucifer) o Garth Ennis (Predicador), con el que se inicia la colección.

Este primer volumen, el primero de los tres que completarán la etapa de Garth Ennis, comienza con una saga que redefinió al personaje, ya que el guionista inglés lo situó al borde de la muerte (por un cáncer) lo que lleva a John Constantine a rebajarse a cualquier cosa, incluso a pactar con el mismísimo diablo. Y eso es solo el comienzo, porque en este primer tomo tendremos vampiros, fantasmas, posesiones infernales e incluso el amor, algo casi insólito en el personaje.

John Constantine fue creado por el mismísimo Alan Moore (Watchmen, V de Vendetta) en el número 37 de La Cosa del Pantano (1985), con la ayuda del dibujante Stephen Bissete. Un personaje, versado en la magia, con los rasgos del cantante británico Sting y que siempre iba vestido con una gabardina color beige. La entusiasta reacción de los lectores hizo que muy pronto tuviese su propia serie: Hellblazer (1985), todo un hito ya que con ella también se inició la línea Vértigo de DC cómics en la que se publicaron títulos para adultos que fueron una auténtica revolución (Sandman, Lucifer, Doom Patrol, Animal Man... ).

El primer guionista encargado del personaje fue Jamie Delano, que dió a la serie un toque muy británico (humor incluído) y que trató temas políticos, sociales e incluso religiosos de la época de Thatcher. Una gran etapa que, no obstante, se vió superada por esta de Garth Ennis que ahora empieza a reeditarse. Sin duda una de las mejores series de las últimas décadas en una edición estupenda que la convierte en una colección imprescindible.

'Mac Coy'

Mac Coy (Ponent Mon) es uno de los mejores westerns de la historia del cómic gracias, sobre todo, al espectacular dibujo de Antonio Hernández Palacios (El Cid, Manos Kelly), un artista inimitable que se hayaba en la cima de su carrera cuando empezó a dibujar esta colección a la que dedicaría los últimos años de su vida. Y donde firmaría páginas que merecerían estar en los grandes museos. Y que podemos disfrutar con una calidad inmejorable gracias a la cuidada edición de Ponen Mont.

Mac Coy nació en 1974 (en la revista Lucky Luke), con guiones de J. P. Gourmelen y los dibujos de Palacios, que dió al personaje los rasgos físicos de Robert Redford. Y se inspiraba en un personaje real: el general de la caballería sudista “Jeb” Stuart ( famoso por el uso de la caballería en operaciones ofensivas durante la Guerra de Secesión). La historia comienza en los últimos días de la Guerra de Secesión, en 1864 en Georgia, El insumiso capitán sudista Mac Coy acepta misiones suicidas que le valen el sobrenombre de "El León" por su valor.

El personaje protagonizó 21 álbumes durante 25 años (1974-1999), hasta la muerte de Palacios, que en sus páginas volcó todos sus conocimientos pictóricos, adquiridos durante su larga carrera, destacando su excepcional uso del color. Por ejemplo, la escala cálida que vira del rojo al amarillo chillon con el que retrata el desierto, un infierno solitario y caluroso. Pocas veces veremos los paísajes del desierto americano o de México mejor dibujados que en estas páginas. Destacando siempre la primera página de cada álbum que solía ser una ilustración que resumía toda una época, la del western.

Como asegura Manuel Barrero (Tebeosfera) en el prólogo del libro, en este cómic también se aprecian las carencias de Palacios, como su poca pericia al dibujar perros o que se inspirase en actores para los personajes (como John Wayne, Lee Van Cleef, Clarck Gable, Richard Widmark o Sara Montiel), pero las páginas finales son auténticas joyas de la historia del cómic. Un western para contemplar y dejarse seducir por la calidez que transmiten las imágenes de Palacios.

'Quena y el Sacramús'

Otar editorial que nos está dando grandes alegrías últimamente es Dolmen, que gracias al éxito de la reedición de Johan y Pirluit, ha creado la línea Fuera Borda, dentro de la que está reeditando toda una serie de clásicos imprescindibles del cómic europeo en tomos integrales (Los Hombrecitos, Natacha, los Casacas Azules o Bermudillo el genio del hatillo). El nuevo título de esta línea es Quena y el Sacramús, un clásico del cómic juvenil creado, en 1972, por el belga Gos (Roland Goossens), también autor de Natacha, y que todavía sigue publicándose.

Narra las aventuras de Quena, un joven muchacho de orígenes misteriosos que fue adoptado en Perú por un arqueólogo y que se hará amigo del Sacramús, una especie de gato extraterrestre con un casco de múltiples funciones y una nave espacial que le permite viajar por el tiempo y el espacio, gracias a la que nuestros amigos vivirán numerosas aventuras. Pronto conoceran a otra raza extraterrestre, los Galaxianos, que nos recuerdan mucho a los Pitufos y que se harían tan populares que protagonizarían sus propias aventuras.

Algo que no debe extrañarnos ya que, antes de crear a Quena, Gos fue uno de los ayudantes más destacados de Peyo en Los Pitufos. Y el único dibujante que llegó a firmar uno de los álbumes de la colección al lado de su creador (concretamente Los Pitufos y el Ketekasko). Junto a Peyo aprendería el oficio y pudo trabajar en otros clásicos como Gil Pupila, de Tilleux.

Pero cuando le surgió la oportunidad de crear crear sus propios personajes, Gos echó mano de su experiencia en el ejército, dondo trabajó como suboficial de la OTAN encargado de clasificar los avistamientos de los ovnis. Algo que le inspiro para crear esta historia protagonizada por extraterrestres. En aquella época los perrros, gatos y monos eran utilizados en la carrera espacial y Gos tuvo la idea de que en otros planetas los animales también tendrían suficiente inteligencia para crear una nave espacial. El resto es historia y diversión como podemos comprobar en este estupendo tomo que nos presenta los tres primeros episodios de la serie con un montón de extras.

'Todo sexo y chapuza'

Carlos Giménez (Madrid, 1941) es el autor más importante de la historia del cómic español. Algo que podemos comprobar gracias a la reedición de sus grandes obras, a precios realmente asequibles, que está realizando la editorial DeBolsillo. A los títulos ya publicados (Todo Paracuellos, Todo Los Profesionales, Todo Barrio, Todo 36-39 Malos tiempos, España Una, Grande y Libre) se suma ahora la que quizá sea su obra menos conocidad: Todo sexo y chapuza, en la que ironiza sobre la "chapucera sexualidad del ser humano".

Una de sus obras menos conocidas y menos reeditadas, como confiesa en autor en el prólogo de la obra: "Esta serie ha sido rechazada en muchas ocasiones por diferentes motivos. los editores que buscaban sexo explícito encontraban poco sexo. Los que querían sexo y ja, ja encontraban poco sexo y poco ja.ja. Otros que conocían el resto de mis obras la consideraban poco seria, una obra menor: Demasiado sexo".

Pero también es una de sus obras más humanas y de la que como autor más orgulloso se siente el propio Giménez. Un cómic que reúne los seis álbumes originales y por el que planean el fantasma del sida y un grupo de hombres y mujeres cornudos, eyaculadores precoces, gays que salen del armario... Una obra que nos recuerda a las mejores películas de Berlanga y en la que el humor más salvaje se alterna con situaciones realmente patéticas, tan patéticas que todos hemos vivido alguna parecida en algún momento de nuestras vidas.

El mejor retrato de la sexualidad en la España democrática en la que no nos hemos librado de prejuicios, tabués y demás tonterías. Y es que la obra más ligera de Carlos Giménez es mejor que el 99 % de los cómics que podemos encontrar en las librerías. Y como decimos, a un precio estupendo.