El Tribunal de la ONU falla que Serbia y Croacia no cometieron genocidio en la guerra de los Balcanes
- La Corte Internacional de Justicia ha rechazado las demandas de los dos países
- Sí les responsabiliza por no haber evitado el genocidio
- Croacia y Serbia aseguran que se abre una nueva etapa
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal de la ONU con sede en La Haya, ha fallado este martes que ni Serbia ni Croacia cometieron genocidio durante la guerra que enfrentó a ambos países entre 1991 y 1995.
Ambos países se habían acusado mutuamente. Croacia presentó su demanda en 1999, y Serbia hizo lo propio en 2010. El tribunal de la ONU ha considerado que ninguno ha probado que “los crímenes denunciados encajen en lo estipulado por la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio, de 1948”.
La Corte Internacional de Justicia sí reconoce, en cambio, que hubo asesinatos, violaciones, maltrato y desplazamientos forzosos de civiles en ambos territorios, ya fuera a manos de tropas serbias o bien croatas, y que tanto Belgrado como Zagreb son responsables de no haber prevenido el genocidio.
Sin pruebas de genocidio
El presidente del alto tribunal, Peter Tomka, que ha leído la sentencia, ha indicado que para formalizar una acusación por genocidio "es necesaria la intención deliberada de matar a miembros de un grupo, ya sea física o psicológicamente", y que este extremo no ha sido probado.
"Croacia no ha establecido que la única inferencia racional fuera la intención de destruir en todo o en parte al grupo [croata]", ha dicho Tomka en relación con la campaña serbia en las regiones de Slavonia y Dalmatia, en la que las ciudades fueron destruidas y la población expulsada.
Por otro lado, la Corte cree que Croacia no cometió genocidio cuando expulsó a los serbios de la provincia de la Krajina en la llamada "Operación Tormenta". "Lo que generalmente se llama limpieza étnica no constituye genocidio", ha dicho Tomka, a no ser que exista un plan destinado a destruir físicamente a todo un grupo.
Tomka ha explicado también que ninguno de los dos países existían como estados en 1948, cuando Yugoslavia firmó la Convención para la Prevención y el Castigo del Delito de Genocidio del mismo año.
El presidente de la CIJ ha pedido además la colaboración de ambas partes para la identificación de las personas todavía hoy desaparecidas.
El Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia, que también tiene su sede en La Haya, hace tiempo que falló que sí hubo genocidio en Bosnia, donde 8.000 bosnios fueron asesinados en la matanza de Srebrenica (1995). En 2007, la CIJ falló en el caso de Bosnia que Serbia tampoco era culpable, pero que igualmente violó la convención por no impedir la masacre.
La diferencia entre ambos tribunales es que la Corte Penal Internacional (Estatuto de Roma), creada en 1998 por el Estatuto de Roma, es el primer tribunal permanente con el encargo de investigar y llevará ante la justicia a los individuos, no a los Estados, responsables de cometer las violaciones más graves a los derechos humanos como son el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad. La Corte Internacional de Justicia, en cambio, nació en 1945 como el órgano judicial principal de las Naciones Unidas y sí se encarga de dirimir demandas entre Estados.
Nueva página en las relaciones bilaterales
Las reacciones al fallo han sido dispares. "Esto marca el final de una página del pasado y estoy convencido de que empezaremos una nueva en el futuro, más brillante y mejor", ha declarado en La Haya el ministro de Justicia serbio, Nikola Selakovic.
Su homóloga croata, Vesna Pusic, ha hablado también de cerrar un "capítulo histórico y movernos hacia un periodo más seguro para la gente de esta parte de Europa".
Sin embargo, el presidente de Croacia, Ivo Josipovic, se ha mostrado descontento. "No estamos contentos, porque no ha sido determinado el genocidio", ha dicho a la televisión Nova TV, en declaraciones recogidas por Efe.
Se estima que 20.000 personas murieron en la guerra serbo-croata, de las 130.000 que fallecieron durante el sangriento conflicto -el peor desde la Segunda Guerra Mundial- que acabó con el desmembramiento de la antigua Yugoslavia entre 1991 y 1999. La guerra de los Balcanes culminó con la desaparición de la federación y el nacimiento de los estados de Serbia, Croacia, Eslovenia, Montenegro y Bosnia.