El Gobierno griego deja de pedir una quita y ahora propone permutar los bonos de su deuda
- Los de préstamos del rescate se cambiarían por bonos ligados al crecimiento
- La deuda griega que tiene el BCE se reemplazaría por "bonos perpetuos"
- Así se aliviaría el peso del endeudamiento sin acarrear pérdidas a acreedores
El Gobierno griego no va a seguir pidiendo una quita de su deuda y, en lugar de eso, ahora propone permutar los bonos de su deuda por otros nuevos para reducir el peso de su endeudamiento, según el plan expuesto por el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varufakis, al diario Financial Times durante su visita de este lunes a Londres.
El cambio o permuta se haría a través de dos tipos de nuevos bonos: unos ligados al crecimiento nominal de la economía de Grecia sustituirían a los actuales en los préstamos de los socios europeos y el fondo de rescate, mientras que otros "bonos perpetuos" reemplazarían a la deuda soberana helena que tiene el BCE.
En cualquier caso, la deuda en manos de acreedores privados se seguirá pagando -la mayoría de ellos aceptaron una quita en 2012-, tal y como ha reiterado en numerosas ocasiones Syriza y volvió a insistir Varoufakis en la City de Londres este lunes, ante un centenar de representantes del mundo financiero.
Atenas: "No estamos dando tumbos"
Ante las acusaciones de cambio de rumbo, el portavoz del Gobierno griego, Gavriil Sakelaridis, ha negado que el Ejecutivo de Atenas haya cambiado de opinión en cuanto a la necesidad de una quita de la deuda, y ha señalado que hay muchas fórmulas "técnicas" para aplicar esa reducción, entre las que está la descrita por Varoufakis al Financial Times.
"No estamos dando tumbos. Quizás estén enfadados ustedes porque, precisamente, no estamos dando tumbos", ha señalado Sakaleridis en una entrevista con la cadena de televisión privada Antena1. La deuda pública griega es insostenible y, por tanto, requiere una reducción, ha sentenciado el portavoz.
Lo que le interesa al Gobierno de Atenas en este momento es que "la deuda se convierta en sostenible, que la sociedad griega tenga un respiro y que se pueda fortalecer el crecimiento real de la economía", ha añadido Sakaleridis.
Compromiso de mantener el superávit primario
Según lo expuesto por el ministro griego al rotativo conservador británico, ese plan de reemplazo de deuda iría acompañado del compromiso de Atenas de garantizar un superávit presupuestario permanente y una efectiva lucha contra la evasión fiscal de las grandes fortunas. "Queremos priorizar y vamos a ir primero a por la cabeza del león, para después ir bajando de tamaño", ha advertido.
Así, Varoufakis asegura que el Gobierno griego mantendrá sus objetivos de superávit primario presupuestario -antes de pagar los intereses de la deuda- de entre un 1% y un 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB), "incluso si eso supone que Syriza, la formación de izquierdas que domina el Gobierno de coalición, no pueda cumplir todas las promesas de gasto público" con las que venció en las elecciones, señala el Financial Times.
El titular heleno de Finanzas admite que su propuesta sería "una inteligente ingeniería de deuda", que evitaría el término quita, políticamente inaceptable para Alemania y otros países acreedores porque parece implicar pérdidas para los contribuyentes.
"Somos serios sobre las reformas"
Atenas prevé presentar con detalle este plan a sus socios antes de finales de este mes. "Les diré: 'Ayudadnos a reformar nuestro país y dejadnos un respiro fiscal para hacerlo, si no continuaremos ahogándonos y nos convertiremos en una Grecia deformada en lugar de en una Grecia reformada'", ha indicado Varoufakis al diario.
"Somos serios sobre las reformas, serios a la hora de ser buenos europeos y serios a la hora de escuchar. La única cosa a la que no renunciaremos es que es necesario repensar desde cero el actual programa negociado con nuestros acreedores", ha indicado el ministro griego.
En su exposición al Financial Times, Varoufakis también ha explicado que, en lugar de pedir los 7.000 millones de euros del rescate que tenía que haber recibido Grecia el año pasado si hubiera cumplido la política fiscal y reforma estructural exigida por la troika, Atenas solicitaría solo 1.900 millones, el equivalente -recuerda el ministro- al beneficio logrado por el BCE con la compra de bonos de deuda griega desde el rescate de 2010.
Además, mientras se negocia con la UE y el BCE, el responsable griego de Finanzas confía en lograr un programa-puente de cuatro meses que le permita financiarse hasta el 1 de junio, mediante el cual el BCE seguiría proporcionando liquidez a los bancos griegos.