Bruselas mejora su previsión de 2015 para España, que crecerá un 2,3% y no cumplirá el déficit
- Eleva en seis décimas el crecimiento estimado en otoño pasado
- Cree que el déficit público será del 4,5%, tres décimas por encima del objetivo
- Dice que la demanda interna crecerá por la mejora del mercado laboral
- Este año, los precios bajarán una media anual del 1%
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La Comisión Europea ha elevado en seis décimas sus previsiones de crecimiento para España, y ahora espera que el PIB aumente un 2,3% este año (frente al 1,7% estimado en noviembre pasado). También ha mejorado su cálculo para 2016, cuando espera en que el crecimiento económico alcance un 2,5%, dos décimas por encima de su previsión de otoño.
Esta subida se inscribe en la mejora que prevé para el conjunto de la eurozona, que ahora estima crecerá un 1,3% este año, dos décimas más que en sus cálculos de noviembre. También admite que el bloque del euro mantendrá la inflación muy baja, antes de que el programa de compras de deuda del BCE empiece a notarse, de cara ya a 2016, según ha destacado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici.
El avance económico español, según Bruselas, se asentará en que "la demanda interna se beneficiará de la mejora del mercado laboral, la suavización de las condiciones financieras, una mayor confianza y la bajada de los precios del petróleo".
En el lado negativo, el Ejecutivo comunitario advierte de que la exportaciones restarán al crecimiento, aunque cree que ese efecto se irá mitigando a lo largo de este año y el que viene gracias a la mejora de competitividad que registrará España.
Reducción del paro y caída de los precios
En cuanto a la tasa de paro, Bruselas confía en que termine este año en un 22,5%, casi dos puntos por debajo del cierre de 2014 (24,3%). También mejora su previsión para el año que viene, cuando espera que el desempleo todavía afecte al 20,7% de la población activa. Además, prevé que la caída de la población activa vaya difuminándose lentamente y el aumento del empleo esté reforzado
También adelanta que los precios de consumo caerán, de media, un 1% este año, lo que supondría que España entraría en deflación técnica, ya que registraría dos semestres consecutivos de bajadas de precios. Este registro sería, según estas previsiones, la más baja de toda la zona euro.
En 2016, ese indicador volvería a terreno positivo y el IPC Armonizado subiría una media del 1,1% en ese año.
Según avisa en sus previsiones sobre España, la rebaja del petróleo y las intervenciones previstas del BCE "podrían traducirse en un mayor crecimiento y una inflación menos negativa" de las estimadas ahora, ya que -opina- "podrían impulsar aún más el consumo privado y la inversión".
2014 | 2015 | 2016 | |
---|---|---|---|
Crecimiento económico (PIB) | 1,4% (1,2% anterior) | 2,3% (1,7% anterior) | 2,5% (2,2% anterior) |
Tasa de paro | 24,3% (24,8% anterior) | 22,5% (23,5% anterior) | 20,7% (22,2% anterior) |
Déficit público | 5,6% (objetivo 5,8%) | 4,5% (objetivo 4,2%) | 3,7% (objetivo 2,8%) |
Deuda pública | 98,3% (98,1% anterior) | 101,5% (101,2% anterior) | 102,5% (102,1% anterior) |
Inflación media del año | -0,2% (-0,1% anterior) | -1,0% (0,5% anterior) | 1,1% (1,2% anterior) |
El déficit se reduce, pero no cumple el objetivo
Además, la Comisión mantiene que el déficit público seguirá por encima del objetivo pactado tanto en 2015 como en 2016, después de que -confirma- se haya cumplido en 2014 (cerró en 5,6%, por debajo del 5,8% fijado por Bruselas, pero por encima del 5,5% esperado por el Gobierno español).
Así, calcula que ese desequilibrio sea del 4,5% en 2015 (el objetivo es 4,2%) y del 3,7% en 2016 (casi un punto por encima del 2,8% marcado como meta). Ambas cifras rebajan ligeramente lo previsto en otoño, "a pesar del impacto de la rebaja de impuestos aplicada recientemente", y gracias al "esperado crecimiento nominal del PIB, que va a actuar como motor en la evolución de la recaudación".
Por añadidura, en el déficit estructural -el indicador más influyente en el procedimiento del déficit excesivo-, Bruselas prevé que aumente un cuarto de punto en 2015 y otro tanto en 2016, con lo que crecerá progresivamente desde el 2,1% de 2014, hasta el 2,3% en 2015 y el 2,7% en 2016.
Los riesgos para que continúe la reducción del déficit proceden "de la incertidumbre sobre el impacto en los ingresos de la reforma fiscal, las posibles deudas comprometidas con las autopistas de peaje y los riesgos en la ejecución de las políticas en un año electoral".
Estas previsiones de invierno empeoran la evolución de la deuda pública, ya que aumentan unas décimas sus estimaciones de otoño: la deuda será equivalente al 101,5% del PIB este año (101,5% en la anterior previsión) y al 102,5% en 2016 (frente al 102,1% previo).
Una demanda interna "resistente"
Según la Comisión Europea, se espera que la demanda interna de España mantenga la fortaleza mostrada en el último trimestre del año pasado, "como resultado del robusto crecimiento del empleo y el aumento de los ingresos brutos disponibles, que también se beneficiarán de la caída de los precios en la mayoría de 2015".
Bruselas también cree que la fortaleza de la demanda y la suavización de las condiciones de crédito llevará a un "modesto repunte de la construcción", después de siete años consecutivos de contracción. También facilitará un avance de la inversión en bienes de equipo, "a pesar de que continuará la corrección de las cuentas de las empresas", es decir, su desendeudamiento.
Sobre el sector exterior, el Ejecutivo comunitario señala que su "enorme arrastre" para el crecimiento observado en el primer semestre de 2014 se reducirá y se espera que las exportaciones netas sean ligeramente negativas para el crecimiento en 2015, y tengan un efecto neutro en 2016".
Sin embargo, espera que esas exportaciones se vayan acelerando durante este año, "respaldadas por mejoras continuadas en la competitividad -la relacionada con los precios y también en la que no se deriva de ellos- y por la prevista recuperación en los principales mercados para la exportación de España".
De esta forma, la cuenta corriente con el exterior que ha sido "ligeramente deficitaria" al cierre de 2014 (-0,1%), conseguirá remontar a partir de este mismo año (0,6% en 2015 y 0,5% en 2016), ayudada también por la bajada del precio del petróleo.
Por contra, el endeudamiento con el exterior registrará la evolución contraria: pasará de una reducción "significativa" a lo largo de 2014 (que lo ha situado en un 0,3% del PIB) para aumentar de nuevo hasta el 1% del PIB en 2015.