Colin Firth: 'No sé si 'Kingsman' es muy parecido o muy diferente a James Bond"
- El actor ha presentado en Madrid esta cinta de espías de Mathew Vaughn
- Taron Egerton, que debuta con esta película, interpreta a su aprendiz
- 'Kingsman', llegará a los cines el próximo 27 de febrero
El británico Matthew Vaughn se ha convertido en uno de los directores de referencia de las adaptaciones de cómic al cine, ya que ha dirigido Stardust (2007), Kick-Ass: Listo para machacar (2010) y X-Men primera generación (2011). Y ahora vuelve a adaptar un tebeo de Mark Millar (Kick-Ass); se trata de Kingsman: servicio secreto (Panini) una película sobre una organización secreta de espías británicos que reciben los nombres de los Caballeros de la Tabla Redonda, y que se estrenará en España el próximo 27 de febrero.
El protagonista es Harry Hart (Colin Firth), un espía veterano que tendrá que enseñar a el oficio a su aprendiz, un joven de un barrio marginal de Londres interpretado por Taron Egerton (Egsy). Una especie de My Fair Lady pero con espías.
Ambos han presentado la película en Madrid y Colin ha confesado que la saga de Bond ha sido una inspiración para la película: “No sé si podríamos asegurar que el personaje es muy diferente o muy parecido a James Bond, porque soy muy fan de la saga desde sus inicios y cada una de las encarnaciones de 007 ha sido diferente a las otras. Pero creo que sí, que la película se inspira en el Bond de los sesenta y de los setenta, sobre todo en Roger Moore”.
Taron Egerton interpreta un joven londinense cuya vida cambiará por completo al convertirse en un Kingsman: “Mi personaje comienza siendo muy joven, vive en un barrio marginal de Londres y no encuentra su camino, se ha juntado con delincuentes callejeros y Harry es su única esperanza de abandonar ese ambiente. Y convertirse en Kingsman es su única oportunidad de sobrevivir, de avanzar en la vida. Y poco a poco se convertirá en un espía”.
Espías y caballeros
Mark Millar es uno de los guionistas de cómic más populares de la actualidad, y su estilo cinematográfico hace que los productores quieran adaptar casi todos sus cómics. Pero es que esta película es un caso muy particular, ya que nació de una conversación con Matthew Vaugnh cuando ambos colaboraban en la película Kick-Ass. Se preguntaban por qué nunca se había contado el proceso por el que Bond se había convertido en un superagente.
El propio Millar pone como ejemplo la historia de Sean Connery. A Terence Young, director de Dr. No (1962), le gustaba el actor, pero tenía una idea muy concreta de cómo debía ser el personaje y Connery le aprecía demasiado rudo, por lo que lo convirtió en el caballero que necesitaba para el papel. Y eso es lo que vemos reflejado en esta película, el entrenamiento de Egsy y cómo se convierte en un caballero. Por eso Vaughn aparece como co-argumentista en el cómic, del que os damos más detalles al final de este artículo.
Secuencias de acción espectaculares
Los actores han tenido que pasar un duro entrenamiento para interpretar las espectaculares escenas de acción de la película, como nos cuenta Colin: “La idea de Matthew era que la acción dependiesen de cada situación. En toda mi carrera yo no había hecho escenas de este tipo y era un gran reto para mí. Además el director quería darles una gran dosis de locura y diversión y eso sólo era posible se hacía con los actores, sin utilizar efectos especiales, en la medida de lo posible. Casi cómo si las representásemos en un escenario. Y eso nos exigió muchísimo entrenamiento y trabajo físico”.
“Creo que la película –continúa Colin- aporta al género un espíritu de diversión. A Matthew le interesa dar al público las películas que a él mismo le gustaría ver. Quiere maximizar el nivel de diversión alternando las secuencias más dramáticas con otras muy divertidas, dando a la película un ritmo increíble. Y es muy hábil. A veces, más que como un director de cine se comporta como un muchacho de quince años, disfrutando como un adolescente de las cosas que rueda. Esa combinación es lo que hace que tenga tanto talento para este tipo de películas”.
Un reparto de lujo
Pero la película no sólo es acción, ya que tiene numerosas escenas dramáticas (algunas realmente sorprendentes) y cuenta con un reparto de auténtico lujo. Además de Colin podemos disfrutar con Michael Caine (el jefazo de los Kingsman), Mark Strong (el responsable de los juguetes de los espías, como el Q de Bond) y dos malos espectaculares, la bailarina franco-argelina Sofia Boutella, que interpreta a Gacela, una villana cuyas piernas han sido sustituidas por prótesis mortales. Y brillando por encima de todos tenemos a Samuel L. Jackson que interpreta a un ricachón, Richmond Valentine, que quiere reducir al mínimo la población mundial para mantener las sostenibilidad del planeta. Y para ello tiene un diabólico plan realmente curioso.
Destacar también la presencia, en un breve papel, de Mark Hamill (Luke Skywalker) que interpreta a un famoso científico. Lo curioso es que en el cómic Hamill se interpretaba a sí mismo. Es una de las pequeñas diferencias que hay con el tebeo, otra sería que el personaje de Gacela era un hombre, o que los dos protagonistas son tío y sobrino; cosas que se han perdido en la adaptación cinematográfica.
Un reparto de estrellas que han arropado el debut cinematográfico de Taron Egerton, que fue escogido en un casting entre cientos de jóvenes: “Ha sido maravilloso y emocionante, pero a la vez estaba muy nervioso de tener a esos compañeros de reparto. Pero ha sido una experiencia increíble y me siento muy afortunado de haber podido trabajar con ellos. Era muy difícil que no lo hiciese bien rodeado de estos actores veteranos con tanto talento”.
Su personaje aprenderá los trucos del oficio del interpretado por Firth y también heredará su elegancia y sus juguetes, sobre todo el paraguas: “El traje a medida y el paraguas son los dos elementos que identifican y diferencian a los Kingsmen. El traje los identifica a primera vista por su elegancia y el paraguas es su armadura”.
Una película de espías con grandes actores, espectacular y divertida, que renueva el género. Y con escenas que pasarán a la historia, como la de la pelea en la iglesia (tendréis que verla para creerla). Se estrena el próximo 27 de febrero.
El cómic
Kingsman: The Secret Service (Panini) es el cómic en el que se basa la película; y nació gracias al interes por Mark Millar y Matthew Vaughn por volver a trabajar juntos tras su colaboración en el film Kick-Ass, listo para machacar. Narra la Historia del mayor agente secreto del mundo que, en medio de una crisis mundial, se tiene que hacer cargo de su sobrino para evitar que se convierta en un delincuente. Así que lo moldea hasta convertirlo en un superagente secreto.
Mientras, algunas de las mayores celebridades del mundo, desde deportistas hasta actores o científicos, están desapareciendo sin saber por qué. Un misterio que tendrán que resolver. Un cómic con la habitual habilidad de Millar para reinventar los géneros a los que se enfrenta. A los que añade su habitual sentido del humor y grandes dosis de violencia, aunque sin llegar a los niveles de Kick-Ass.
Destacar también a su dibujante, el genial Dave Gibbons (Watchmen), que cada vez se prodiga menos en el cómic. Un tebeo imprescindible que recoge el trabajo de tres de los grandes innovadores del genéro de superhéores y, lo más importante, que nos hace pasar un buen rato, al igual que la película.