Los Premios Goya en diez grandes momentos
- Un momento estelar fue el Goya de Dani Rovira y su beso con Clara Lago
- El número musical de "Resistiré", el grito simbólico del cine español
- Banderas pidió perdón a su hija y Penélope Cruz se llevó un Opel Kadett
- Hubo recuerdo a artistas que se fueron, como Amparo Baró
Cine con acento andaluz, presentadores ganadores y enamorados, lágrimas de emoción, peticiones de perdón públicas... una gala de casi cuatro horas de duración da para mucho, y más. Aquí te resumimos los diez mejores momentos de la noche de los Premios Goya, la del triunfo de La isla mínima, que fue seguido en directo por 3,8 millones de espectadores un 24,7% de la audiencia.
1. Rovira, el presentador ganador y enamorado
El presentador de la gala, el humorista malagueño Dani Rovira, dio grandes momentos a lo largo de la noche, pero ninguno como el que protagonizó al anunciarse que era el ganador del Goya a mejor actor revelación por Ocho apellidos vascos, con apasionado beso de su novia y compañera de reparto, Clara Lago, junto a la que se había sentado para esperar el anuncio. Rovira le dedicó el premio de una forma muy romántica: "A la mejor compañera, en todo los aspectos. Esto lo compartimos, yo me quedo con la peana y tú con el cabezón. Va por ti, Clara", dijo emocionado el malagueño, cuyos padres, presentes en la gala, tampoco pudieron contener las lágrimas.
Por cierto que Terele Pávez, encargada de anunciar el ganador junto a Jorge Sanz, abrió el sobre antes de tiempo estuvo y disimuló más mal que bien que Rovira era el agraciado -además, segundo presentador de la gala en llevarse un Goya junto a Rosa María Sàrda, que lo ganó dos veces como conductora-.
Pero el de Clara Lago no fue el único beso apasionado que protagonizó Dani Rovira: entre bambalinas también le plantó otro a su 'suegro' en la ficción, Karra Elejalde, del que fuimos testigos en los Goya Golfos.
2. El momento "Resistiré"
La gala arrancó con un número musical de diez minutos en el que se mezclaron imágenes del cine español de ayer y de hoy y subieron al escenario actores de todas las generaciones, desde Ana Belén a Hugo Silva y Fran Perea, para cantar temas clásicos como "Yo soy aquel" o el "Pena, penita, pena" -el clásico de Lola Flores con la participación de su hija Lolita-. El número acabó con el "Resistiré" del Dúo Dinámico, un simbólico grito del cine español con Dani Rovira y una emocionada Asunción Balaguer, además del cantaor Miguel Poveda, y despedido con el público puesto en pie.
Los siguientes números musicales no estuvieron a la altura, fueron bastante aburridos y ayudaron a eternizar la ceremonia.
3. El Opel Kadett para Penélope Cruz
El Opel Kadett de Dani Rovira que 'puso en venta' al principio de la gala se lo acabó quedando la actriz española más internacional, Penélope Cruz, esa cuya fama es tal que, según el humorista, "va a Segovia y el acueducto se hace una foto con ella" y o "llama a su compañía de teléfono para darse de baja, y la dan de baja". Penélope, que no iba a los Goya desde 2010 y entregó el de mejor película, asistió un poco nerviosa al momento en que Rovira se ponía de rodillas y le advertía: "Nunca pensaba que podía hacer esto en directo, pero es que eres tú", y a continuación le entregaba las llaves del Kadett bajo el compromiso de que lo cuidara.
4. Las puyitas al ministro Wert
El ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, este año sí acudió a la gala de los Premios Goya, y, aunque esta fue fundamentalmente de celebración del buen momento del cine español, el sector no se olvidó del IVA del 21% y otras reivindicaciones y lo acabó convirtiendo en blanco de sus críticas. Empezó Dani Rovira en su monólogo de arranque refiriéndose a los 23 millones de euros que la industria había aportado a "los orcos del Estado", para a continuación autocorregirse y matizar que eran "las arcas del Estado", aunque luego le pidió que se relajara, le pidió permiso para tutearle e invitó a "Nacho" a enamorarse de los artistas.
Después llegó el discurso institucional del presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, exigiendo al Gobierno que bajara el IVA -"ya va siendo hora de bajar el maldito IVA"- y luego Pedro Almodóvar, que al entregar el Goya de Honor a Antonio Banderas le advirtió a Wert de que "no estaba incluido" cuando se refirió al público como "amigos de la cultura y del cine español".
5. La petición de perdón de Banderas a su hija
Otro malagueño fue protagonista de una gala con acento andaluz, Antonio Banderas, que recogió el Goya de Honor a toda su trayectoria, de manos de su amigo Almodóvar, con el que se fundió en un gran abrazo. Al final de su emotivo, y largo, discurso, el premio lo acabó dedicando a su hija Stella del Carmen, a la que pidió perdón por haberse perdido momentos importantes de su vida por sus "ausencias prolongadas y compromisos profesionales". "Es la persona de la que me perdí los mejores planos, las mejores secuencias y que, sin embargo, ha sido mi mejor producción", clamó el actor con la voz entrecortada, cuyo discurso fue otro de los momentos más ovacionados de la noche.
Por cierto, que el malagueño se estrenó anoche en Twitter y disfrutó como un enano con los 'selfies':
6. El Goya de Machi para Amparo Baró
Carmen Machi, Goya a mejor actriz de reparto por Ocho apellidos vascos, dedicó su premio a la recién fallecida Amparo Baró, junto a la que trabajó durante muchos años en la serie Siete vidas, además de compartir "vida personal". Machí reveló que, poco antes de morir, Baró le vaticinó que iba a recoger el Goya: "Yo le dije 'que no' y ella me dijo 'ya me lo dirás'. Pues ya te lo digo Amparo, querida mía, añorada, bendita, amada Amparo Baró, esto es para ti", concluyó la ganadora alzando su mirada al cielo.
También otro emotivo recuerdo para Paco de Lucía, fallecido el año pasado, cuando su hijo, Curro Sánchez, recogió el Goya a mejor documental por Paco de Lucía: la búsqueda: "Al fin este Goya descansará junto al de mi padre", dijo en alusión al que ganó Paco de Lucía a mejor música original en 2008 por la Montoyas y tarantos.
7. Las lágrimas y el "jolín" de Nerea Barros
Uno de los primeros premios Goya en entregarse también fue de los más inesperados, el de mejor actriz revelación a Nerea Barros por La isla mínima. La joven actriz gallega irrumpió en lágrimas nada más oír su nombre y soltó un espontáneo "jolín" al subir al estrado y un sincero "no me lo esperaba en absoluto", tras el que no pudo contener el llanto. Solo los aplausos del público la pudieron arrancar para continuar.
8. Javier Gutiérrez y su 'hermano' Raúl Arévalo
Uno de los más cantados de la noche fue el de mejor actor para Javier Gutiérrez, por su papel de policía de oscuro pasado franquista en La isla mínima. El ferrolano dedicó de forma sincera su premio a su rival por el Goya y "compañero de viaje" por la isla, Raúl Arévalo: "Gracias por todo lo que hemos vivido, gracias por tu compañerismo. Esta noche me aplaudes tú a mú, pero yo te voy a aplaudir muchas más porque eres un director en ciernes y el actor con más presente y futuro de este país. Te quiero amigo". Arévalo, que tiene ya un Goya de cinco nominaciones, asentía emocionado al escuchar esas palabras.
9. El ejemplo de Asunción Balaguer
A sus 89 años, una de las actrices españolas más veteranas, Asunción Balaguer, fue otra de las protagonistas de la ceremonia: participó en el número musical inicial y luego el presidente de la Academia, en su discurso, la calificó de "modelo a seguir" y "faro de nuestra vida". González Macho ha revelado que la viuda de Paco Rabal le pidió estar en el número musical cuando se enteró de que se estaba preparando: "Sé que está decepcionada porque solo ha cantado, y le hubiera gustado cantar, bailar y escalar el Aconcagua. (...). Será imposible igualarte, pero con que te llegemos a las rodillas sería suficiente", le ha dicho a una Balaguer abrumada por los aplausos.
10. La orden no cumplida del presentador
Mira que el presentador lo pidió nada más empezar la noche y puso un "ejemplo estándar" para demostrar que era posible realizar un discurso de agradecimiento del Goya en un solo minuto y así evitar que la gala se prolongara en demasía. Hizo la prueba bajo cronómetro y le dio tiempo a agradecer a toda su familia, amigos, "ex", seguidores de las redes sociales y hasta al "profesor de flauta travesera", y hasta le sobraron siete segundos para poner a la venta su Opel Kadett. Bueno, pues a la hora de la verdad ni él mismo lo cumplió cuando se llevó su premio y la ceremonia se acabó alargando una hora más de lo previsto.