Dimite "por razones personales" el presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos
- Fue nombrado presidente de Enresa por la SEPI el 28 de mayo de 2012
- Enresa, constituida en 1980, es una empresa pública de la SEPI
El presidente del Consejo de Administración de Enresa, Francisco Gil-Ortega, ha presentado su dimisión "por razones personales", ha informado la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos.
La dimisión, presentada al vicepresidente del Consejo, Cayetano López, ha sido comunicada al Ministerio de Industria, Energía y Turismo y se hará efectiva transcurrido el plazo de preaviso establecido.
Mientras, Ecologistas en Acción ha aprovechado la dimisión de Gil-Ortega para pedir que se cancele definitivamente el proyecto "peligroso, innecesario y politizado", del cementerio nuclear de Villar de Cañas (Cuenca).
En un comunicado, Ecologistas ha señalado que su nombramiento como presidente de Enresa tuvo "una clara motivación política" y su dimisión parece estar relacionada con "la debilidad política".
Nacido en Arenas de San Juán (Ciudad Real), Francisco Gil-Ortega es licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense y fue nombrado presidente de Enresa por el Consejo de Administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) el 28 de mayo de 2012.
Ha sido diputado regional por Ciudad Real en las Cortes de Castilla-La Mancha, de las que fue vicepresidente primero, además de alcalde de Ciudad Real entre 1995 y 2007, y senador por esta misma provincia entre 1989 y 2004.
Su primer acto público fue la presentación del almacén de Villar de Cañas
Tras su nombramiento, su primer acto público fue la presentación oficial del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos de alta actividad (combustible nuclear gastado básicamente) que se ubicará en Villar de Cañas.
Se trata de un proyecto que supondrá una inversión de unos 1.000 millones de euros y permitirá la creación de entre 300 y 500 empleos según se informó entonces.
En una entrevista con Efe el pasado agosto, Gil-Ortega, señalaba que el conflicto político suscitado en torno al ATC había sido más duro que el rechazo social al proyecto y aseguraba que se estaba logrando quitar la razón a los más críticos.
Además del proyecto del ATC, otro de sus proyectos más destacados es el desmantelamiento de Vandellós I (Tarragona) y de la nuclear de Zorita (Guadalajara).
Enresa, constituida en 1980, es una empresa pública de la SEPI entre cuyos fines figura gestionar todos los residuos radiactivos que se producen en España y encargarse del desmantelamiento de las instalaciones nucleares.