Los empleados del HSBC de Suiza ofrecieron sus servicios bancarios sin licencia en 25 países
- Animaban a sus clientes a crear sociedades offshore para eludir impuestos
- Recababan fondos no declarados y los trasferían a cuentas en Suiza
Los empleados del HSBC de Suiza visitaron 25 países en cuatro continentes diferentes para encontrarse con discrección y a veces fuera de la ley con sus clientes y recabar fondos no declarados, según nuevos datos conocidos de la operación Swissleaks.
Los documentos flitrados por el informático Hervé Falciani, demuestran que, entre 2004 y 2005, hubo al menos 1.645 citas en el extranjero con clientes del banco, según detallan los periódicos suizos Tages Anzeiger y Le Temps. La mayor parte de estos encuentros se desarrollaban en hoteles de lujo o en restaurantes gastronómicos.
En el caso de tratarse de simples visitas de cortesía, esas citas eran legales, pero si el empleado bancario aprovechaba para hacer operaciones como la captación de nuevos fondos o asesoramiento para eludir impuestos, esos encuentros pasaban a ser ilegales.
Procedimientos judiciales
Cinco de esos 25 países -Estados Unidos, Francia, Argentina, España y Bélgica- ya han lanzado procedimientos judiciales contra el HSBC de Suiza. Estos empleados que cogían frecuentemente un avión para ver a sus clientes en el fin del mundo o a lo largo y ancho de Europa eran denominados "relations managers o RM".
El diario suizo explica que los empleados estaban pendientes de las preocupaciones de sus clientes presentes y futuros y que se reunían con ellos en salones privados de grandes hoteles, en Tel Aviv o París, en un piano bar en Anvers, en el aeropuerto de Pointe-Noire en el Congo o en "una residencia de verano en Copenhague".
Una ficha de Swissleaks refleja que un jubilado de origen turco se encontró en París en enero de 2005 con un RM. La nota indica que "el cliente quería verme para discutir del cierre de dos cuentas en Barclays y UBS, y transferir el dinero al HSBC. A la vista de la cartera de inversiones, podríamos recibir aproximadamente un millón de dólares".
Creación de sociedades en paraísos fiscales
Un empleado del banco se encontró en abril de 2005 en Marsella con el propietario de una tienda de ropa. En su informe, escribe: "pequeño cliente para nosostros, pero su familia tiene un gran potencial, sobre todo su madre y sus hermanos".
Estos RM aprovechaban las visitas a sus clientes para proponerles alternativas que les permitiesen escapar de una tasa europea sobre los depósitos en Suiza pertenecientes a ciudadanos europeos, la ESD (European Savings Directive), que entró en vigor en 2005. Este impuesto grava al menos con un 15% los intereses de los ahorros europeos en Suiza.
Como la directiva europea solo gravaba las cuentas a nombre de personas físicas, el banco HSBC de Suiza propuso a sus vlientes crear sociedades offshore para colocar allí sus fondos.
Según el testimonio de un decorador instalado en Monaco, un RM le sugirió abrir una sociedad en Panamá para evitar pagar el impuesto europeo ESD. "Me explicó que la empresa panameña debería abrir una cuenta bancaria en el HSBC de Lugano, a la que debería transferir todos mis fondos (3 millones de francos suizos, es decir, 2,9 millones de euros), para evitar la tasa. De primeras, estaba acojonado, pero fue muy persuasivo y me dijo que todo el mundo lo hacía".
Así, todos estos viajes eran ilegales porque esos empleados no tenían licencia bancaria para ofrecer sus servicios en esos países. Un antiguo trabajador del HSBC de Suiza declaró además que "los RM tenían teléfonos móviles secretos, con el fin de contactar discretamente con la oficina cuando estaban fuera del país". Añade que una aduana logró interceptar a uno de estos empleados y el banco enseguida prohibió a los RM llevar un ordenador pórtatil, una agenda o un bloc de notas o formularios con el membrete oficial del HSBC.