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Aumentan en la atmósfera unas sustancias químicas que destruyen la capa de ozono

  • Las 'sustancias de muy corta vida' se concentran en la atmósfera
  • Ponen en peligro las futuras predicciones sobre ozono y el clima
  • Los químicos destruyen el ozono en la parte más baja de la estratosfera

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Agujero de la capa de ozono en una imagen de archivo del año 2014
Agujero de la capa de ozono en una imagen de archivo del año 2014

Investigadores de la Universidad de Leeds han alertado de que unos productos químicos en la atmósfera no controlados por el Protocolo de Montreal están contribuyendo a agotar la capa de ozono.

Así se desprende de un estudio publicado en la revista Nature Geoscience en el que se desvela que las conocidas como 'sustancias de muy corta vida' (VSLS, por sus siglas en inglés) están creciendo rápidamente.

El autor principal del estudio, Ryan Hossaini, de la Escuela de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, ha manifestado: "Los VSLS pueden tener fuentes naturales e industriales. La producción industrial de los VSLS no está controlada por el Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas porque históricamente estos químicos han contribuido poco a la destrucción del ozono".

"Pero hemos identificado ahora que uno de estos productos químicos está aumentando rápidamente y si se permite que continúe este aumento, podría compensar algunos de los beneficios establecidos para la capa de ozono en el Protocolo de Montreal", alerta el experto.

Modelo 3D de la atmósfera

En el estudio, los investigadores utilizaron un modelo de ordenador en 3D de la atmósfera para determinar el impacto de los VSLS sobre el ozono y el clima.

También analizaron las mediciones de los VSLS en la atmósfera en los últimos dos decenios proporcionadas por la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Revelaron un aumento rápido de las concentraciones atmosféricas de diclorometano, un VSLS hecho por el hombre que se utiliza en una gama de procesos industriales.

El coautor del estudio, Martyn Chipperfield, añade: "Tenemos que seguir vigilando la presencia en la atmósfera de estos gases y determinar sus fuentes. En la actualidad, la recuperación a largo plazo de la capa de ozono de la efectos de los CFC sí está todavía en camino, pero la presencia de un creciente diclorometano provocará incertidumbre en nuestras futuras predicciones sobre ozono y el clima".

Incidencia y tipos de VSLS

Los investigadores han hallado que el agotamiento del ozono se produce en mayor medida por los gases de larga vida, como los CFC. Sin embargo, los VSLS son casi cuatro veces más eficientes a la hora de influir en el clima.

"Debido a su vida atmosférica corta, los VSLS rompen y destruyen el ozono en la parte más baja de la estratosfera. Esto es importante, ya que una molécula de ozono perdida en esta región tiene un impacto mucho mayor en el clima que una molécula destruida en las zonas altas de los gases de larga vida", explica Hossaini.

Los científicos también separan las fuentes naturales de los VSLS, como las algas en el océano, y los liberados por la actividad humana, como los procesos industriales, con el fin de determinar la importancia relativa de cada uno.

En la actualidad, los VSLS emitidos de forma natural representan alrededor del 90% de la pérdida total de ozono causada por los VSLS en la estratosfera inferior, pero la contribución de los VSLS formados artificialmente está aumentando y parece que se elevará más en los próximos años.

"Los aumentos de diclorometano observados son sorprendentes e inesperados; las concentraciones habían ido disminuyendo lentamente a finales de 1990, pero desde entonces se han incrementado por un factor de dos en regiones en todo el mundo", resalta el coautor del estudio Stephen Montzka, de la NOAA.

Según Hossaini, no está claro qué está impulsando este crecimiento, pero cree que podría deberse, en parte, al hecho de que el diclorometano se utiliza en el proceso de fabricación de algunos HFC (hidrofluorocarburos), los gases 'amigos del ozono' que fueron desarrollados para reemplazar a los CFC.

"Esto significaría que, irónicamente, la producción de productos químicos inocuos para el ozono está lanzando en realidad algunos gases que destruyen el ozono en la atmósfera", concluye.