Enlaces accesibilidad

El primer Picasso, pinceles con acento gallego de un niño genial

  • El Museo de Bellas Artes de A Coruña recoge la infancia coruñesa de Picasso
  • La muestra recorre los primeros años de formación académica del artista
  • Desde el 20 de febrero al 24 de mayo se exponen 207 obras, 81 del pintor

Por
Una exposición da a conocer una de las etapas más olvidadas de Picasso, en A Coruña

Pablo Picasso (Málaga, 1881) vislumbró por si mismo su futuro durante su etapa de juventud en Barcelona, ciudad en la que asumió formalmente la disciplina académica. Pero antes de eso, entre 1891 y 1895, el niño Picasso vivió unos años fundamentales en A Coruña, ciudad a la que sus padres se trasladaron desde Málaga. En esa época, con apenas diez años cumplidos, fueron los que le rodeaban los que vislumbraron con claridad el genio que ya brillaba en sus pinceles.

Desde el 20 de febrero al 24 de mayo, El Museo de Bellas Artes de A Coruña ofrece El primer Picasso. A Coruña 2015, la mayor muestra realizada en la historia de la etapa coruñesa del artista. La muestra, que será inaugurada por los reyes, conmemorá los 120 años de la primera exposición de Pablo Ruiz Picasso, que se celebró en esta ciudad.

La directora del Museo de Bellas Artes de A Coruña, Ángeles Penas, asegura en una entrevista con EFE que la exposición mostrará una etapa del artista "hasta ahora poco valorada", pese a que "A Coruña catapultó la genialidad" del pintor malagueño.

Podrán admirarse 207 obras,  81 de ellas firmadas por Picasso, instaladas en 1.000 metros cuadrados, entre las que se encuentran trabajos como La muchacha de los pies descalzos, la obra más importante que el artista pintó en A Coruña y que ha prestado el Museo Picasso de París; Playa del Orzán, Torre de Hércules, Perfil de mujer gallega y Aldeanos gallegos, cedidas por el Museo Picasso de Barcelona, o Pareja de ancianos, que proviene del Museo de Bellas Artes de Málaga.

Galicia, al principio

"La idea es poner en valor una época muy específica en la que la historiografía y la crítica artística no habían reparado, o no les pareció de interés, pero los últimos estudios que se presentan en esta exposición, tanto del comisariado como del consejo científico, aportan una serie de reflexiones en torno a lo que pudo significar A Coruña para Picasso", explica Penas .

Estas nuevas investigaciones que se darán a conocer en la muestra implican, según la directora del museo herculino, "potenciar la ciudad, ubicarla en el itinerario de los grandes artistas del siglo XX", pues fue en ella donde Picasso firmó sus primeras obras como "P. Ruiz" (Málaga, 1881- Mougins, Francia, 1973).

Pero también revelan al público que estos estudios "no son algo baladí, caprichoso, sino que realmente existe toda una base documental, toda una base artística o de inicio de un concepto artístico desde que Picasso vivió aquí, que le influye para, en el futuro, sentir que es lo que le llena para enfocar su vida", ha añadido la responsable.

El talento de un niño

"A A Coruña llega un niño en 1891, pero de aquí se marcha un artista en 1895", afirma Carlos Negreira, alcalde de la ciudad, pues fue en ella donde recibió formación académica por primera vez, trabajó bajo el paraguas de su primer mecenas (Ramón Pérez Costales), sufrió su primer contacto con la muerte (la de su hermana Conchita) y realizó su primera exposición.

No deja de ser un niño como los demás, y quizá por ello no se han valorado las creaciones de sus años más jóvenes, pero pese a ello la exposición dará a conocer obras muy de inicio en las que se percibe "una genialidad que en otros niños de su edad es inalcanzable", afirma Penas.

Alumno del colegio Eusebio da Guarda, ingresa con 12 años en la Escuela de Bellas Artes y sus dibujos revelan un espíritu crítico precoz, un análisis de la sociedad coruñesa sobre el que le invita a reflexionar Pérez Costales y también su maestro escultor, Isidoro Brocos, muy rompedor en sus conceptos académicos.

Si Picasso no hubiera vivido en A Coruña su genialidad acabaría sobresaliendo pero, en opinión de la directora del Museo que acoge la exposición, "posiblemente su vivencia aquí, con sus maestros, como nos pasa a todos de pequeños que hay siempre alguien que te marca y te respalda para tomar tú decisiones, generó en él imágenes a las que recurrió a lo largo de su recorrido artístico".

A Coruña en la mirada de Picasso, y en el recuerdo

Este es precisamente uno de los ganchos de la exposición, ver las imágenes que Picasso captó de la ciudad, porque "algo percibió aquí que catapultó su genialidad y le ayudó a definir que aquello era el cauce que quería seguir".

"A Coruña fue un punto de partida" para el artista, asevera Ángeles Penas, y también "lo que fue Picasso permaneció latente en la ciudad, en el sentir colectivo de los coruñeses durante mucho tiempo", contrariamente a lo que piensa la considerada última musa del pintor, Lucía Bosé, que cree que "Galicia no vio al genio" malagueño.

La primera exposición de Picasso se hizo en la Calle Real con varios retratos y una crítica favorable -mejor que la que recibieron las obras de su padre, profesor de arte en la ciudad-, por lo que un mes después organizó otra de la que formaba parte la obra El hombre de la gorra, que se mostrará el próximo jueves cedida por el Museo Picasso de París.

En esta pintura, como las demás de sus comienzos, se puede vislumbrar ya su capacidad, creatividad, una visión totalmente diferente a la de un niño, con un dominio técnico "increíble" acompañado por un espíritu crítico impropio para su edad. En palabras de la directora del museo: "Supongo que hay más picassos en el mundo que no consiguieron florecer, pero para la época en la que vivió hay una diferencia abismal con su propio entorno".