Fracasa la moción de censura contra el Gobierno francés y queda aprobada la Ley Macron
- La iniciativa solo ha reunido 234 apoyos, lejos de los 289 necesarios
- La ley de liberalización de la economía queda aprobada por la Asamblea
- El primer ministro Manuel Valls ha celebrado el fracaso de la moción
La moción de censura contra el Gobierno francés, presentada por la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), principal partido de la oposición en Francia, ha fracasado este jueves al no conseguir el apoyo de la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional, con lo que la ley de liberalización economica queda automáticamente aprobada.
La iniciativa fue apoyada por 234 diputados, lejos de los 289 necesarios. Todos los 198 diputados de la UMP votaron a favor de la caída del Gobierno, después de que el Ejecutivo recurriera a un atajo constitucional para aprobar la Ley Macron -por el nombre del ministro de Economía, Emmanuel Macron-, sin votación en la Asamblea Nacional, motivo por el cual se interpuso la moción.
Por lo tanto, la ley para el crecimiento, la actividad y la igualdad de oportunidades, que permite ampliar el horario de los domingos de los comercios en zonas turísticas, la desregularización de ciertas profesiones como los notarios o la liberalización de sectores como el trasporte público en autobús, queda aprobada en primera lectura por la Asamblea Nacional y pasa al Senado. Si la moción hubiese alcanzado la mayoría absoluta, el Ejecutivo habría tenido que dimitir.
Valls ha celebrado el fracaso de la moción
El primer ministro francés ha celebrado en su cuenta de Twitter el fracaso de la moción contra su Gobierno, con un mensaje firmado con sus iniciales M.V -que indica su autoría personal-: "La ley de crecimiento y actividad pasa en la Asamblea. ¡Nada detiene el movimiento de la reforma!"
Si bien el apoyo de la iniciativa fue total en el grupo conservador, la centrista Unión de Demócratas e Independientes (UDI) -que copresentó la moción junto a la UMP-, se mostró más dividida y siete de sus 30 diputados no se sumaron a la moción. El Frente de Izquierda, que había anunciado que apoyaría la medida, también se dividió por la votación, que solo respaldaron seis de sus quince legisladores.
La última vez que un Gobierno francés recurrió a este atajo constitucional fue en 2006, cuando el entonces primer ministro Dominique de Villepin lo usó para sacar adelante su proyecto de ley de igualdad de oportunidades y su polémico contrato laboral para los jóvenes.
La patronal francesa, el MEDEF, también se ha felicitado por la aprobación en la Cámara baja del proyecto de ley argumentando que "reformar es un ejercicio difícil (...), pero indispensable". "Aunque esta ley no vaya, sola, a colocar de nuevo a Francia en la senda del crecimiento y del empleo, va en la buena dirección", porque es necesario adaptar la economía francesa "a un mundo que cambia", han señalado.