Los venezolanos ya pueden comprar libremente dólares tras 12 años de control del Gobierno
- El dólar se ha vendido a 172,05 bolívares, 30 veces más que el cambio mínimo
- La medida pretende acabar con el mercado ilegal paralelo
- La mayoría de la población cree que esa apertura no acabará con la inflación
- El IPC varió un 68,5% en diciembre y los alimentos se encarecieron un 7,5%
Los venezolanos pueden ya comprar y vender divisas en las casas de cambio o en las oficinas bancarias después de 12 años de férreo control gubernamental del cambio, tras la entrada en vigor este jueves del nuevo Sistema Marginal de Divisas (Simadi). Con esta medida, el Gobierno pretende acabar con el mercado ilegal paralelo.
El cambio del dólar, 30 veces superior al mínimo oficial
El dólar se ha vendido este jueves a 172,05 bolívares, 30 veces más que el cambio mínimo oficial (6,3 bolívares por dólar), pero un poco inferior a su precio en el mercado ilegal (188,96 bolívares).
Los venezolanos -que han acogido la medida con optimismo y han acudido más a comprar divisa que a vender- destacan, sin embargo, que la apertura no acaba con la inflación o los problemas para el ahorro.
El Banco Central de Venezuela (BCV) adjudicó el miércoles algo más de 4,2 millones de dólares a 23 entidades autorizadas para realizar cambio de divisas (casas de cambio, bancos y la Bolsa Pública de Valores).
Además, las casas de cambio y los bancos esperan abastecerse en divisas a través de las ventas que efectúen en el Simadi los visitantes extranjeros o los propios venezolanos.
Límite de 300 dólares al día
El nuevo sistema permite a cualquier ciudadano, tras rellenar un formulario y presentar su cédula de identidad, adquirir un máximo de 300 dólares al día, con un límite de 2.000 dólares mensuales y 10.000 anuales.
Por contra, los vendedores de divisas en el nuevo sistema podrán ofertar la cantidad que crean oportuna.
Según el nuevo modelo, junto al tipo de cambio del Simadi, convivirán el cambio Cencoex fijado en 6,30 bolívares por dólar -que el Estado permitirá únicamente para la importación de alimentos básicos y medicinas- y el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), establecido en 12 bolívares por dólar, para otras importaciones y los viajes al extranjero de los venezolanos, entre otras cuestiones.
Curiosidad, dudas y escepticismo
Muchos venezolanos se han acercado simplemente a recabar información sobre el nuevo sistema a las casas de cambio, incrédulos aún con la posibilidad de adquirir divisas libremente, sin los complicados procedimientos que se precisaban hasta ahora para comprar dólares en las subastas del Estado.
El presidente de la Asociación Nacional de Casas de Cambio, César Atencio, ha explicado que, "como todas las cosas nuevas", aún existen algunos inconvenientes, y que "va a llevar un tiempo adecuarse" al nuevo sistema.
Sin embargo, Atencio ha asegurado que el gremio que representa se siente "contento", pues "ya es algo positivo" que haya "claridad" en el mercado.
"Me parece muy bien el nuevo sistema, es una apertura que se debe dar, porque era lógica y muy necesaria", ha declarado Marcelo País, un corredor de seguros de origen peruano con más de 40 años de residencia en Venezuela, que sin embargo, cree que "hay cosas que aún deberían aclararse, como el procedimiento para la transferencia de divisas".
País considera que "es un buen indicador para la economía del país", y que es "muy posible" que el nuevo sistema "acabe con el mercado paralelo".
Los problemas de la inflación y el mercado paralelo
Por su parte, Carlos Aupurrúa, funcionario público, opina que, aunque el sistema es positivo, es necesario un modelo cambiario "que, de verdad, estabilice la economía y los precios".
"El problema es la inflación que nos está ahogando, ahorita el dinero no vale nada. De nada vale que uno venga aquí, cambie un dólar por 172 bolívares y mañana, un artículo como una televisión, por ejemplo, cueste mucho más", ha dicho.
Toni da Silva, un fotógrafo de eventos sociales que acudió a la casa de cambio a comprar dólares para ahorrar, se ha mostrado satisfecho con el Simadi, "ya que los dólares salen más baratos que en el [mercado] paralelo y, además, te dan un comprobante, una garantía".
"Para poder ahorrar necesitas tener moneda dura, porque el bolívar es agua, se diluye en el tiempo, la inflación se lo come", ha destacado.
El índice nacional de precios al consumidor (INPC) subió un 68,5% en diciembre pasado respecto al mismo mes del año anterior, por encima de la variación interanual del 56% con el que se cerró 2013.
Los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas subieron un 7,5% en el último mes del año respecto a noviembre, lo que elevó hasta un 102,2% el incremento respecto a diciembre de 2013.