La ópera 'El público' desenmascara a Lorca en un estreno histórico para el Teatro Real
- Ignacio Sotelo y Andrés Ibáñez ponen música y letra a la obra de Lorca
- Un viaje a la psique del poeta que mezcla la ópera con el cante jondo
"Sin palabras". Así se han quedado algunos de los espectadores que esta noche han acudido al estreno mundial de El Público, la ópera sobre una de las obras de teatro más misteriosas, surrealistas y telúricas de Federico García Lorca, y a la que Ignacio Sotelo ha puesto música y Andrés Ibáñez, letra.
Un canto de libertad surrealista y simbólico, un viaje a la psique más profunda de Lorca que este martes se ha visto por primera vez en un Teatro Real y con un público expectante que ha respondido con intensos y largos aplausos al final, aunque con muchas butacas vacías en la segunda parte.
Y es que, a pesar de que la ópera ha sido recibida con muchos aplausos en general, algunas voces aseguraban que no habían entendido mucho la obra, o que les gustaba la música pero no el montaje, algo que parece normal si se trata de uno de los textos más difíciles y misteriosos del poeta granadino, donde habla del amor, de la homosexualidad o de la máscara del teatro.
Una ópera española para el siglo XXI
Una pieza teatral que el propio poeta calificaba de "imposible", pero que también calificó como su "mejor poema" y que desde ahora pasará a la historia como la ópera española para el siglo XXI, en una mezcla de la más pura tradición operística con el cante jondo y las texturas armónicas del microtonalismo.
Máscaras que ocultan el nombre del amado, caballos blancos como símbolos de la naturaleza y la sexualidad, espejos para verse sin remisión, un teatro al aire libre y el teatro bajo la arena, o un jesucristo en la cruz pintado de rojo son algunos de los símbolos sobre el escenario, con guitarras, bailaores y flamenco entreverado con el respeto a la tradición operística.
Oscura, cruel e irreverente
Una ópera con un texto que Andrés Ibáñez ha hecho inteligible, con "la obscenidad, la crueldad y la irreverencia" como bandera, y que ha sido el hilo del que ha tirado Mauricio Sotelo para su proceso de composición.
Una composición que ha sonado compleja pero fluida, que es lo que deseaba su creador musical, que se ha inspirado en las cinco letras de L-O-R-C-A para construir la partitura.
"Bajo la partitura se esconden relaciones numéricas, esotéricas e icónicas que vertebran la obra en lo estructural y lo armónico", ha dicho durante la presentación de la obra el músico, que reside en Berlín.
Todo un trabajo que ha tenido un equipo de lujo y de prestigio internacional. Robert Castro como director de escena y con la dirección musical de Pablo Heras, muy aplaudido junto al compositor Mauricio Sotelo y el escritor y también músico Andrés Ibáñez.
Mezcla de ópera y cante jondo
El Público ha sido interpretado por la orquesta de música contemporánea Klangforum de Viena y el Coro titular del Teatro Real. Y el pellizco lo han puesto los dos cantaores Arcángel y Jesús Méndez, a quienes el público ha dedicado la ovación más calurosa junto con el guitarrista, el maestro Cañizares, y al percusionista Agustín Diassera y al bailaor Rubén Olmo.
La parte más heterodoxa la han puesto las voces operísticas encabezadas por los barítonos José Antonio López y Thomas Tatzl.
El montaje se ha completado con la escenografía del alemán Alexander Polzin, figurines del polaco Wojciech Dziedzic y la coreografía de Darrel Grand, que le monta los bailes a Beyoncé.
Una pieza que se ha podido convertir en ópera gracias al empeño del que fuera intendente del Teatro Real, el belga Gerard Mortier, fallecido hace un año y quien encargó al compositor Mauricio Sotelo una ópera para el repertorio español del siglo XXI.