Bankia gana 747 millones en 2014, un 83% más, a pesar de las dotaciones
- Excluyendo la provisión, el banco cotizado habría ganado 966 millones
- Con estos resultados podrá destinar un dividendo de 202 millones
- Goirigolzarri cobró 500.000 euros en 2014 y renunció al variable
- Bankia lamenta que el caso de las tarjetas opacas manchen su imagen
Bankia obtuvo un beneficio neto atribuido de 747 millones en 2014, un 83% más que un año antes, tras ajustar a la baja las cuentas de 2013 bajo los nuevos criterios contables y dotar 312 millones para hacer frente a reclamaciones por su salida a bolsa, según ha informado este sábado a la CNMV.
De hecho, si se excluye esa provisión extraordinaria, que en términos netos fue de 218 millones, el banco cotizado habría ganado 966 millones de euros, un 137% más que un año antes o un 58% si no se actualiza el resultado de entonces, que fue de 611 millones.
Con estos resultados, el banco, que recibió una multimillonaria ayuda pública en 2012, podrá destinar un dividendo de 202 millones de euros, de los que 126 millones serán cobrados por su matriz, BFA, participada íntegramente por el Estado.
Sueldos sin retribuciones variables
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de la entidad, José Sevilla, cobraron en 2014 un sueldo fijo de 500.000 euros, idéntico al año anterior, y renunciaron a una retribución variable que podía ascender a 250.000 euros para cada uno.
Además, según la información remitida hoy por el banco a la CNMV, los dos primeros ejecutivos no recibieron ningún tipo de complemento salarial adicional, como aportaciones a planes de pensiones o acciones de la compañía.
El otro ejecutivo de la entidad, Antonio Ortega, que se incorporó al consejo de Bankia en junio de 2014, mantuvo también su sueldo fijo de 500.000 euros e igualmente renunció al variable.
El resto de miembros del consejo de administración de Bankia, que están en calidad de independientes y no tienen derecho a variable, volvieron a ganar 100.000 euros en 2014.
Escándalo de las tarjetas
Goirigolzarri, que ha comparecido tras conocerse los resultados, ha lamentado públicamente que la imagen de la entidad se vea salpicada por actuaciones del pasado como fueron las tarjetas opacas de Caja Madrid.
"En algunas ocasiones, como con las tarjetas black, fuimos muy conscientes de los efectos que iba a tener en términos de imagen, pero no dudamos del camino que teníamos que seguir: profesionalidad y transparencia", ha explicado el banquero.
Por eso, en la rueda de prensa de presentación de resultados, Goirigolzarri ha defendido haber denunciado esos hechos porque la posibilidad de devolver las ayudas al contribuyente depende de la forma de hacer las cosas de Bankia.
"Nuestra actuación está inspirada por un gobierno corporativo excelente", ha incidido Goirigolzarri, quien recordó que en cuanto llegó a la presidencia del grupo se renovaron los consejos de administración de Bankia y su matriz, BFA, incorporando a "personas de reconocido prestigio y con currículos excelentes".
Un objetivo para Bankia
Además, ha destacado que en el verano de 2012 el grupo empezó una revisión de todas las operaciones que no tuvieran visos de ortodoxia bancaria y cuando llegó a la conclusión de que así no era, se puso en conocimiento de supervisores e instancias judiciales.
Al mismo tiempo, ha insistido en que quiere hacer de Bankia una entidad "cada vez más rentable" porque que el banco vaya bien y valga más (en bolsa) es una gran noticia para todos los contribuyentes.
Y es que ha recordado que en 2012 el banco recibió una inyección multimillonaria que era "necesaria para compensar las pérdidas y salvaguardar a los depositantes".
De ese modo Bankia pasaba a ser una entidad solvente y el objetivo pasaba a ser que fuera rentable porque con la mera inyección de capital no se aseguraba la supervivencia del banco.
"Las ayudas son condición necesaria, pero no suficiente para la viabilidad de una entidad", ha añadido Goirigolzarri.