El Capitolio extiende por una semana el presupuesto de Seguridad Nacional para evitar un cierre parcial
- Este presupuesto sufre el conflicto entre demócratas y republicanos por la reforma migratoria de Obama.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado in extremos extender los fondos destinados al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) durante una semana para evitar el cierre parcial de este organismo estratégico, cuya financiación ha quedado atrapada en la batalla partidista por las medidas migratorias del Gobierno y expiraba esta medianoche.
Con 357 votos a favor y 60 en contra, la Cámara de Representantes ha evitado en el último momento que la agencia más importante de seguridad de EE.UU. entrara en un cierre parcial que había despertado gran preocupación.
Sólo falta ahora la firma del presidente estadounidense, Barack Obama, para garantizar la liquidez de la principal agencia de seguridad del país.
La medida fue aprobada en una votación unánime por el Senado, tras la cual, el líder de la mayoría republicana, Mitch McConell, y el líder de la minoría demócrata, Harry Reid, anunciaron el acuerdo a tres horas de que la principal agencia de seguridad del país se quedase sin liquidez.
División en el contraataque republicano
Los republicanos han elegido el presupuesto del DHS, con competencia en inmigración, para su contraataque a las medidas ejecutivas que Obama tomó en noviembre en una estrategia comenzó a tejerse en diciembre, durante la negociación del presupuesto del Gobierno federal, que financia todas las agencias hasta finales de septiembre de 2015 salvo al DHS, que se quedaba sin fondos este 27 de febrero.
Sin embargo, los republicanos de ambas Cámaras han terminado divididos en la ejecución de ese plan, con los senadores dispuestos a aprobar una ley de financiación del DHS "limpia" y los congresistas de la Cámara Baja opuestos ante lo que consideran una cesión ante los demócratas.
A la espera de lo que ocurriera en el Capitolio, Obama se reunió con el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, para abordar cómo garantizar los servicios esenciales en el escenario de un cierre parcial.
Si se hubiera quedado sin liquidez, unos 200.000 empleados del Departamento de Seguridad Nacional se habrían visto obligados a acudir a sus puestos de trabajo cobrar su sueldo, mientras que otros 30.000 empleados no esenciales se habrían quedado sin empleo y sueldo hasta que se aprobara la financiación.