La 'Y' gigante del cielo de Venus se debe a una onda distorsionada por el viento
- El planeta tiene una onda atmósferica que tiene forma de 'Y'
- La atmósfera de Venus gira 60 veces más rápido que la superficie
- La onda, que se conoce hace 50 años, se ha podido ver con ultravioleta
El planeta Venus, que está cubierto por una densa capa de nubes sin rasgos destacables, muestra sin embargo unas llamativas estructuras oscuras cuando se observa en el ultravioleta.
La mayor de ellas, que abarca casi todo el disco del planeta y presenta forma de 'Y', ha supuesto una incógnita desde su hallazgo hace más de medio siglo.
Ahora, un trabajo encabezado por astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), con participación de la Universidad del País Vasco y del Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço (Portugal), ha descrito el mecanismo que la sustenta e incluso ha logrado reproducir, por primera vez, su evolución a lo largo de un mes, informa el IAA-CSIC.
El misterio de la Y
Cuando se descubrió, los astrónomos pensaron que la Y era solo una agrupación de nubes arrastrada por el viento. Sin embargo, los datos de la misión Mariner 10 de la NASA desvelaron en 1973 que la estructura se propagaba como un todo y lo hacía a una velocidad distinta a la del medio a su alrededor.
"Se llegó a la conclusión de que solo podía tratarse de una onda, o una perturbación periódica en la variables atmosféricas, pero no sabíamos de qué tipo", señala Javier Peralta, investigador del IAA-CSIC que lidera este estudio, elegido como portada en Geophysical Research Letters y destacado en la revista Science.
Estas estructuras oscuras revelaron la presencia masiva de un compuesto aún desconocido que absorbe la radiación ultravioleta y oscurece esas regiones.
Atmósfera que rota cada 4 días
Las estructuras también permitieron conocer el carácter 'superrotante' de la atmósfera de Venus: mientras que el planeta tarda 243 días en girar sobre sí mismo, la atmósfera da una vuelta en torno al planeta cada cuatro días.
"Una onda del tamaño de la Y debe jugar un papel clave en la explicación de por qué la atmósfera gira 60 veces más deprisa que la superficie, de modo que entender esta estructura era crucial", apunta Peralta (IAA-CSIC).
El estudio de Peralta y los colaboradores ha invalidado la hipótesis aceptada durante décadas, que asumía que esta onda era similar a las ondas ecuatoriales atmosféricas que existen en la Tierra.
Los investigadores han deducido una nueva onda atmosférica compatible con la rotación extremadamente lenta de Venus y que explica con asombrosa simplicidad numerosas incógnitas de la Y. Su color oscuro, por ejemplo, se debe a que la onda empuja hacia arriba y concentra el misterioso absorbente ultravioleta.
Vientos que distorsionan la onda
Esta onda no solo está confinada a la región ecuatorial, sino que también está "atrapada" en el nivel de altura donde los vientos alcanzan su intensidad máxima, lo que explica que la Y solo se vea en la cima de las nubes de Venus.
Pero el resultado más contundente de este trabajo ha sido comprobar que la forma de Y se debe a la distorsión que los vientos producen en esta onda.
"El fuerte viento que sopla hacia el oeste en Venus es más o menos constante desde el ecuador hasta latitudes medias. Pero como a latitudes altas el radio de la circunferencia es menor, los vientos completan una vuelta más deprisa que en el ecuador, por lo que la onda se va distorsionando", ha explicado Javier Peralta (IAA-CSIC).
"Fue apasionante comprobar cómo esta nueva onda de escala planetaria adopta la forma de una Y a medida que los vientos venusinos la distorsionan", ha rematado.