Wheeler defiende en el Mobile que internet no puede quedarse sin reglas
- El presidente de la FCC de EE.UU. ha estado en Barcelona
- Defiende las normas aprobadas para que internet sea un servicio público
- Cree que internet tiene que estar al margen de gobiernos e intereses
El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC), Tom Wheeler, ha defendido en una intervención en el Mobile World Congress que no se puede permitir que internet, la plataforma más poderosa y penetrante del planeta, no tenga reglas ni nadie que las vigile.
De esta manera ha defendido Wheeler la propuesta aprobada el pasado 26 de febrero por su organismo de considerar internet como servicio público con el fin de poder incrementar la regulación que garantizará la neutralidad de la red y su carácter abierto.
"No se trata de decir a las compañías lo que pueden hacer, ni de imponer restricciones, ni de ordenar a las operadoras cómo deben trabajar, sino de garantizar un internet abierto para todos y al margen de gobiernos y de intereses privados", ha dicho Wheeler.
Desarrollo de las redes móviles
El presidente de la FCC ha asegurado que el foco debe centrarse en el poder de la banda ancha y asegurar que habrá un espectro de calidad para el desarrollo de las redes móviles, así como competencia, porque esta es la que puede dar una mayor protección a los consumidores.
"Nuestra responsabilidad es garantizar la seguridad [en la red] de usuarios y naciones", ha añadido Wheeler, quien confía en que todos los gobiernos del mundo "entenderán" los pasos dados en Estados Unidos para garantizar la neutralidad de internet.
Defensa de la neutralidad de la red
El pasado febrero, la FCC aprobó la propuesta de considerar internet como servicio público. Había sido presentada por Wheeler a comienzos de mes con el objetivo de asegurar el conocido como principio de 'neutralidad de la red', que sostiene que no debe permitirse a los proveedores de internet ralentizar el acceso a ciertas páginas web.
Las tres grandes líneas que se aprobaron prohíben determinadas prácticas y pretenden establecer mayor transparencia en el funcionamiento de las redes de banda ancha:
Por un lado, los proveedores de banda ancha no podrán bloquear el acceso a contenidos legales, aplicaciones, servicios o dispositivos que no sean nocivos. Tampoco podrán perjudicar ni degradar el tráfico de contenidos legales de internet en base al contenido, aplicaciones, servicios, o dispositivos no nocivos.
Asimismo, no podrán priorizar la velocidad del tráfico de internet en función de un pago por ese servicio. Se había contemplado la posibilidad de que las compañías de telecomunicaciones pudieran ofrecer a las empresas la posibilidad de que sus contenidos circularan más rápido que los de otras, pagando por ello, lo que dejaría en una situación de desventaja a las empresas que no pudieran contratar ese servicio.