Colombia y las FARC pactan el desminado del país, otro paso decisivo del proceso de paz
- Se llevará a cabo de forma conjunta y comenzarán las zonas de "mayor riesgo"
- Más de la mitad de los municipios colombianos tiene campos con minas
El Gobierno colombiano y las FARC han dado este sábado un paso sustancial hacia el fin del conflicto con el acuerdo de desminado de tierras en un momento decisivo del proceso de paz, que suma apoyos internacionales y que ha contado con la presencia inédita de altos mandos del Ejército para abordar un alto el fuego.
En este clima, las partes han anunciado un acuerdo para la limpieza y descontaminación de territorios con presencia de "minas antipersona, artefactos explosivos improvisados, municiones sin explotar y restos explosivos de guerra", en un comunicado conjunto leído por representantes de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega.
Las minas antipersona y otros artefactos explosivos utilizados en el conflicto armado colombiano han causado hasta 11.800 muertos o heridos durante los últimos 25 años, según cifras aportadas hoy por la ONG Campaña Colombiana Contra Minas. Además se estima que más de la mitad de los municipios del país tiene campos con minas, el tercero del mundo más afectado por este problema tras Afganistán y Camboya.
El desminado se llevará a cabo de manera conjunta entre la Fuerza Pública y la guerrilla, con la coordinación de la organización Ayuda Popular Noruega (APN) y empezarán a trabajar en los territorios de "mayor riesgo", aunque todavía no han determinado cuáles.
"Paso de gigante hacia la paz"
"Nuestro objetivo principal con estas conversaciones es poner fin al conflicto evitando así víctimas futuras, por eso la propuesta de desminado en un primer paso, pero un paso de gigante hacia la paz", ha asegurado el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle para quien el proceso fluye "en la dirección correcta".
De la Calle explicó que en las tareas de limpieza participarán miembros de las FARC "sin uniforme, sin armas y previa suspensión temporal de las órdenes de captura", para brindar información requerida y facilitar las tareas.
El Batallón de Desminado del Ejército (BIDES) se encargará de la limpieza de tierras, bajo la coordinación de Noruega y en contacto permanente con las comunidades locales.
"Iván Márquez", jefe negociador y "número dos" de la guerrilla, ha señalado que el acuerdo de desminado busca "eliminar los riesgos para la integridad física de la gente humilde que labora la tierra y los combatientes mismos, que con este gesto avanzan en el desescalamiento del conflicto".
Presencia de altos mandos del Ejército
Las partes cerraron este sábado el 33º ciclo de diálogos de paz y acordaron reanudar las conversaciones el próximo 17 de marzo, en una ronda en la que recibirán a expertos en desminado de la APN para iniciar cuanto antes estos trabajos.
Los dos líderes de las delegaciones de paz también se han referido en sendas declaraciones a la presencia insólita y crucial en este ciclo de altos mandos de la Fuerza Pública, en un histórico cara a cara con la guerrilla para abordar el cese el fuego bilateral y definitivo.
Cuatro generales y un almirante aterrizaron en La Habana esta semana para estudiar con la insurgencia esa posibilidad en una subcomisión técnica, que trabaja en paralelo a la mesa de negociación, por lo que no tiene capacidad decisoria, pero sí consultiva.
"La subcomisión (...) ha comenzado a andar a buen ritmo, concitando franca aproximación y confianza entre combatientes, provenientes de sectores humildes de la patria. Era necesario que los hijos del pueblo llano nos reconociéramos para buscarle salidas a esta guerra impuesta desde las cimas del poder", ha indicado"Márquez", alias de Luciano Arango Marín.
Su contraparte en las negociaciones de paz, De la Calle se ha referido la "importante connotación histórica" que significa la participación "tan decidida" de altos mandos de la Fuerza Pública.
Esa subcomisión se creó en agosto con representantes de ambas partes para diseñar propuestas sobre asuntos tan delicados como el fin de las hostilidades, la entrega de las armas, la desmovilización de la guerrilla y su tránsito a la vida civil.
La ONU aplaude el acuerdo
Con la adhesión de altos mandos militares con amplia experiencia sobre el terreno, la subcomisión queda reforzada y se reunirá a partir de ahora los tres últimos días de cada ciclo, mientras la mesa de negociación trabaja para cerrar el punto de la reparación de las víctimas.
La ONU ha aplaudido el acuerdo alcanzado, en un comunicado la organización ha destacado que la decisión es "la primera acordada" por las partes para disminuir la intensidad del conflicto armado, algo que traerá beneficios "casi inmediatos" para la población.
"Tendrá un impacto casi inmediato en la mejora de las condiciones de vida, de trabajo y de movilidad de decenas de miles de colombianos que viven en las zonas afectadas por las minas antipersona y otros explosivos remanentes de guerra", subrayan en el texto.
Naciones Unidas recordó que Colombia "es uno de los países más minados del mundo", y que, según cifras oficiales, desde 1990 estos artefactos se "han cobrado más de 2.200 muertos y más de 8.800 heridos".