'Carroñero', un antihéroe bárbaro inspirado en Robert Crumb
- El cómic se sitúa en una "época ficticia llena de actualidad"
- Es obra de Ricardo Vilbor y Vicente Montalbá
- Una historia sobre "gente que tiene que defender las ideas de otros"
A Ricardo Vilbor, mientras estudiaba la Guerra Civil en el instituto, le surgió una historia sobre "gente que tuvo defender ideas que no eran las suyas". Con este guión y el dibujo realista de Vicente Montalbá nació Carroñero (La Cúpula), una novela gráfica centrada en una época ficticia, pero llena de actualidad.
Para hacer cada página de Carroñero Montalbá dedicó entre "10 y 16 horas", como reconoce. Un tiempo que le valió para hacer realidad con su dibujo la historia de juventud que comenzó a tomar forma hace tres años.
"La idea me vino cuando estudiaba la Guerra Civil -relata Vilbor- y siempre pensé que hubo gente que tuvo defender unas ideas que no eran las suyas. Es algo que hacemos todos los días, defendemos o hacemos cosas en el trabajo que no nos gustan, pero hay que hacerlas. A partir de ahí surgió la idea de un hombre que se viera en una guerra en la que tuviera que pelear por algo que no cree".
Y ese hombre es Khanis Fhou "El Mastín", antiguo capitán del Ejército Real venido a menos por un episodio del pasado, y que se ve metido de lleno en una guerra que no es la suya, pero que le llevará a enfrentarse a un ejército numeroso y violento y a su propio pasado.
"Una historia sobre la derrota"
"Tenía claro que era una historia sobre la derrota, pero no sólo sobre la derrota del personaje, sino que hay veces que ciertas victorias son derrotas encubiertas. Y yo quería que todo el cómic hablara un poco sobre esto", describe el guionista (Valencia, 1979) de "Carroñero", obra que se empezó a gestar hace tres años y que a Montalbá (Valencia, 1969) le supuso dibujar "cien mil soldados".
Con un estilo que él mismo reconoce ir en la línea de Robert Crumb, el ilustrador ha conseguido dar vida a un protagonista que define como un "malnacido" ante el que aparecen sensaciones contrarias a su condición: "Lo humanizas, sus acciones son terribles pero como tienen un trasfondo al final te atraen".
Un protagonista que se enfrenta no sólo a aguerridos y sangrientos soldados en la batalla por Tarsis, sino a déspotas reyes y malvadas cortesanas que, por "problemas con el subconsciente", han adoptado "parecidos razonables" con algunos de los nombres más relevantes de la política española actual.
Una obra muy actual
Llenando sus palabras de una sonora risa, el guionista valenciano vuelve a poner el acento en el hecho de que aunque es una obra basada en una época "ficticia", muy cercana a la Edad Media, "habla de la situación actual".
"A veces necesitas un malo y una mala, y muchas veces esos malos los ves todos los días cuando enciendes la televisión, o cuando ves cómo desahucian una casa. Quizá el subconsciente nos traicionó por eso dicen que se parecen a alguien del gobierno, pero ahora no caigo. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.", bromea.
Y así, en Carroñero aparece un rey con gafas y barba. "La historia requería un cierto feísmo, que es como caricaturiza Montalbá, por lo que para mi ha quedado espectacular. Yo creo que su dibujo le da unos matices perfectos a los personajes, de hecho cambié algunos de los diálogos por cómo dibuja él, por esos detalles que hacen que a veces las palabras sobren", concluye Vilbor.