Obama condena el tiroteo en Ferguson y advierte que no hay excusa para actos criminales
- Dos policías resultaron heridos de bala durante una protesta
- El Fiscal General asegura que fue "una emboscada"
- La Policía sigue sin tener ninguna pista del autor de los disparos
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha condenado el tiroteo de este jueves en Ferguson (Misuri) en el que dos policías resultaron heridos, y ha advertido que la discriminación racial no es excusa para actos criminales.
"Lo que ha estado pasando en Ferguson era opresivo y objetable, y merecía una protesta (...) Pero no es excusa para actos criminales, y quien quiera que disparara no puede dejar de lado eso. Son criminales. Tienen que ser arrestados", ha declarado Obama durante una entrevista en el programa de la cadena ABC "Jimmy Kimmel Live", emitida el jueves.
"Lo que tenemos que hacer es garantizar que la gente de buena voluntad de los dos lados, policías que tienen un trabajo tremendamente duro y ciudadanos que comprensiblemente no quieren ser acosados por su raza, pueden trabajar juntos para encontrar buenas soluciones", ha añadido el presidente.
Los agentes resultaron heridos de bala durante una protesta contra el departamento de la Policía local, que ha sido acusado de discriminación racial. Ferguson es escenario de protestas desde la muerte en agosto de 2014 del joven negro Michael Brown a manos de un policía blanco, que fue absuelto por un tribunal. Las acusaciones de "sesgo racial" han provocado una cadena de dimisiones en la ciudad, incluyendo la del jefe de Policía.
El Fiscal General de EE.UU., Eric Holder. Foto: Chip Somodevilla/Getty Images/AFP
"Una emboscada", según Holder
Por su parte, el Fiscal General de EE.UU. (equivalente a ministro de Justicia), Eric Holder, ha calificado lo ocurrido como una "pura emboscada".
"No ha sido alguien que tratara de sanar las heridas de Ferguson, sino un maldito vándalo", ha declarado Holder a la prensa, según Reuters.
El departamento de Justicia de EE.UU., que dirige Holder, ha acusado a la Policía de Ferguson de violar sistemáticamente los derechos civiles de la población negra, con detenciones sin motivo aparente y uso excesivo de la fuerza sobre todo contra esa comunidad.
Según la investigación, en los últimos dos años los ciudadanos afroamericanos de la ciudad, que suponen el 67% de la población, fueron objeto del 85% de las detenciones de tráfico, el 93% de los arrestos y el 88% de los casos en los que la Policía empleó la fuerza.
Ningún sospechoso detenido
Mientras tanto, la Policía del condado de San Louis sigue investigando el tiroteo, sin que de momento haya ningún sospechoso detenido.
El jefe de este cuerpo, Jon Belmar, ha asegurado que el tirador usó un revólver y disparó amparado en la multitud que se manifestaba ante la sede de la Policía local. "No sé quién disparó, pero de alguna manera estaba entre el grupo de esa gente", ha dicho Belmar en rueda de prensa.
Los manifestantes, sin embargo, lo niegan e insisten en que los disparos procedieron de una colina situada por detrás de ellos.
Una de las balas atravesó el hombro de un agente, mientras que el otro recibió un disparo en la cabeza y la bala fue a alojarse junto al oído. Ambos se recuperan en el hospital.