La batalla en Andalucía podría no cerrarse el 22M para dar paso al juego de los pactos
- Las encuestas reflejan que solo los pactos darán la gobernabilidad
- Rajoy cree que es fácil saber con quien se entendería el PP en Andalucía
- El PSOE pide una "mayoría amplia" y descarta pactar con PP y Podemos
- IU pactará "en base a programas" y ve "muy complicado" repetir con el PSOE
- Podemos tiende la mano "a todos" siempre y cuando "giren 180º" en políticas
- Ciudadanos y UPyD ponen como línea roja la existencia de imputados en listas
Todos los partidos quieren ganar en Andalucía, claro está, pero todos también saben que no solo importa quien gana, sino quien pacta mejor.
En esta comunidad el PP lo sabe mejor que nadie. Ganó en 2012 por primera vez en la historia de esta autonomía, que solo ha tenido gobiernos socialistas, pero la unión entre PSOE e IU hizo la fuerza y juntos formaron Gobierno.
A solo siete días de la celebración de las elecciones andaluzas del próximo domingo 22 de marzo, aumentan en campaña los mensajes electorales sobre qué pasará después de que los andaluces depositen su voto y decidan a quien otorgan su confianza. Pero si antes en el tablero jugaban tres, ahora juegan más.
Todas las encuestas publicadas este fin de semana en diferentes medios de comunicación (El País, El Mundo, ABC y La Razón) y también las elaboradas por el CIS y el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa), antes del arranque de la campaña, apuntan a la victoria del PSOE, pero lejos de la mayoría absoluta. También auguran una bajada considerable de votos para el PP, que sería la segunda fuerza, y el descalabro de IU, que iría a la quinta posición, según los sondeos.
Unanimidad, por tanto, en el desplome general de los partidos políticos tradicionales y también en cuanto a la irrupción con fuerza en el Parlamento andaluz de los dos partidos que, según todos los sondeos, van a cambiar el escenario político en este 2015 y no solo en Andalucía: Podemos, que subiría a la tercera posición en esta comunidad, y Ciudadanos, que se convertiría en la cuarta fuerza política.
Pero ¿en qué medida marcarán los nuevos partidos, si lo hacen, la correlación de fuerzas en el Parlamento andaluz?, ¿qué pasará con UPyD, que ya en las pasadas elecciones andaluzas se quedó a las puertas del Parlamento y las encuestas también lo sitúan ahora fuera de juego? ¿por quién se decantará el porcentaje de indecisos del que hablan las encuestas?
Todo está en el aire y es inevitable que el debate sobre los pactos postelectorales sea uno de los focos de esta campaña electoral con mensajes más o menos claros de todos los partidos, que han ido tomado posiciones al respecto.
El PP dice que el suyo es el "único voto útil"
Ya lo dijo el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado 10 de marzo en una rueda de prensa: "No hay que hacer grandes esfuerzos para intuir con quien podría entenderse el PP, si fuera necesario".
Tanto el candidato del PP, Juan Manuel Moreno, como el resto de dirigentes 'populares' que están haciendo campaña en Andalucía lanzan constantemente el mismo mensaje. Repiten que el "único voto útil" es el del PP y dicen que votar a su formación es la "única garantía" de que PSOE no pacte "con IU, Podemos o el que llegue", tal y como señaló el presidente del PP en su primer mitin andaluz.
En el espacio político centro-derecha ahora el PP tiene rival en la formación de Ciudadanos, de ahí que insista en que ellos y no "otros" representan ese voto útil y en la necesidad de contar con una mayoría muy amplia para gobernar. Para ello, y con el fin de ampliar el espectro del votante, Moreno ha dejado claro que será el "primer presidente de centro de Andalucía".
El PP siempre se ha manifestado partidario de que gobierne la lista más votada y, en este sentido, Rajoy ya ha recordado que Javier Arenas ganó en los pasados comicios al socialista José Antonio Griñán y "no se respetó la voluntad del pueblo andaluz".
Pero si el PP no ha dicho abiertamente con quien sí o con quien no se entendería, sí parece tener claro las preferencias de los demás y no ha perdido ocasión para augurar que el PSOE pactará con Podemos y con Ciudadanos, si fuese necesario.
El PSOE quiere una "mayoría amplia" para poder gobernar
Los socialistas, por su parte, piden sin cesar una "mayoría amplia" para poder gobernar "sin problemas" y "en solitario". Su candidata, Susana Díaz, se ha mostrado convencida en campaña de que sacará una mayoría más holgada de la que muestran las encuestas e incluso se ha atrevido a decir que descarta los pactos porque no los necesitará.
Ha manifestado en diferentes mítines que no quiere pactar ni con el PP "por todo el daño que han hecho" ni con Podemos "que no saben ni dónde van" y "porque lo que representan no lo quieren los andaluces", según ha dicho.
¿Y gobernar otra vez con IU? El PSOE no lo ha descartado, pero tampoco ha planteado directamente en ningún acto de campaña la posibilidad de reeditar un Gobierno bipartito, cuya inestabilidad fue precisamente, según Díaz, la causa del adelanto electoral en Andalucía.
Con este escenario, si Díaz se niega darle la mano a Podemos y al PP ¿con quién pactaría si necesitara un socio de Gobierno? Algunas encuestas apuntan a que la unión PSOE-Ciudadanos supondría un Gobierno estable.
Lo que sí ha querido dejar claro la candidata socialista es que no va aceptar que "nadie" interfiera en su política de pactos, ni siquiera el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. "Yo me debo a los andaluces y no me debo a nadie más", ha dicho, tajante.
IU: "Los pactos se harán en base a programas coherentes"
El candidato de IU, Antonio Maíllo, ha asegurado que estas elecciones pararán el bipartidismo en Andalucía y ha dicho que, en caso de que los pactos fueran necesarios, se harán "en base a programas y propuestas coherentes".
En este sentido, ha explicado que "las fórmulas pueden ser muchas y nada impide que sean de carácter multilateral". No obstante, ve "complicado, muy complicado" una posible alianza con el PSOE.
Es evidente que la fragmentación de la izquierda en Andalucía puede ser mayor con la aparición de Podemos, por lo que Maíllo ha reclamado el "voto de izquierdas y progresista", y ha atacado a los que pueden quitarle votos- PSOE y Podemos- que, a su juicio, se sitúan en la "ambigüedad".
Maíllo ha afirmado en campaña que el PP e IU son "como el agua y el aceite", descartando por completo esa suma antinatura, y sobre Podemos, la coalición afirma no tener claro lo que este partido quiere para Andalucía.
Por su parte, el coordinador federal, Cayo Lara, ha afirmado en Andalucía que los pactos "los determinará la correlación de fuerzas" y el candidato a la Presidencia del Gobierno de España, Alberto Garzón, ha descartado la posibilidad de que su formación permita que el PP gobierne en Andalucía, como ocurrió en Extremadura, aunque también ha querido dejar claro que IU "no es la muleta" del PSOE.
Lo cierto es que, si como auguran las últimas encuestas, IU cae a la quinta posición, ya no serán la llave de la gobernabilidad en Andalucía y otros tomarán esa posición de fuerza.
Podemos tiende la mano "a todos" para dar giro de 180º
La candidata de Podemos, Teresa Rodríguez, ha dicho que sale "a ganar" en estas elecciones andaluzas, que ve como la "antesala del cambio en España", mensaje que también ha repetido el líder nacional, Pablo Iglesias, quien cree que el PP preferiría que Díaz se mantuviera en el poder por el "miedo" que tiene a su formación y porque el PP "prefiere repartirse el poder".
Rodríguez ha hablado de posibles acuerdos postelectorales para decir que lo que más le preocupa es "el pacto de los que ayer eran grandes" y para señalar que desde Podemos "tienden la mano a todos" para dar un "giro de 180º" a las políticas "injustas e ineficaces". De hecho, esa es su única condición: un "cambio radical" en las políticas tradicionales.
En este sentido, sí se han referido explícitamente a la posibilidad de ir de la mano del PSOE en la Junta pero para ello exigen a los socialistas ese cambio profundo.
En cualquier caso, Podemos ya ha anunciado que someterá a consulta entre sus bases los posibles acuerdos posteelectorales.
Ciudadanos no mirará siglas pero su línea roja es la corrupción
"Quien esté satisfecho, que vote al PSOE; los que quieren que nada cambie, que voten PP". Es uno de los principales mensajes de campaña del candidato de Ciudadanos, Juan Marín, que ha abogado por "pactos de buena fe" después de las elecciones.
Tanto el cabeza de lista andaluz como el líder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, han señalado que a la hora de plantear acuerdos no mirarán con quién, sino para qué.
"No miraremos ni siglas ni colores, solo propuestas y capacidad de diálogo", ha dicho Rivera en Andalucía.
El candidato andaluz llegará a acuerdos, ha manifestado, "con aquellos partidos que acepten las reformas que proponen". Y pone como ejemplo el acuerdo que él mismo alcanzó en Sanlúcar de Barrameda, donde es teniente de alcalde con la formación Ciudadanos Independientes por Sanlúcar (ahora integrado en C's), con los socialistas.
Desde Ciudadanos han planteado, eso sí, como única línea roja aspectos relacionados con la corrupción. De esta forma, no alcanzarán acuerdos con partidos que lleven imputados en las listas electorales y con quienes no acepten la responsabilidad civil subsidiaria del partido en caso de corrupción.
UPyD no cierra las puertas a nadie pero no aceptará imputados
En la misma línea de Ciudadanos, el candidato de UPyD, Martín de la Herrán, "no cierra las puertas a nadie" al ofrecer "apoyos puntuales a quienes estén dispuestos a cambiar la política en Andalucía y "levantar" de verdad la región.
Pero también impone "condiciones estrictas" para ofrecer esos apoyos puntuales, que pasan por no negociar con partidos que tengan imputados en sus listas electorales ni con un gobierno que cuente con personas en esa situación.
Con este escenario y conocedores de que lo que marcan las encuestas puede dar un vuelco el 22M, los partidos echarán el resto en esta última semana de campaña electoral para consolidar el voto de los convencidos y ganarse a los indecisos.
El resultado final y definitivo: el 22M. ¿O no? Ese día, si se consolidan las encuestas, se conocerá quiénes siguen jugando y con cuántas cartas. A partir de ahí se verá quién gana la partida final.