Rousseff señala que "en democracia se respetan las urnas y la voz de la calle"
- Ha hablado durante la sanción de un nuevo código de proceso civil
- Anuncia que presentará nuevas medidas contra la corrupción
- La Fiscalía de Brasil denuncia al tesorero del PT
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que este domingo fue blanco de protestas que congregaron a más de un millón de personas en decenas de ciudades del país, ha afirmado que en una democracia "se respetan las urnas y la voz de las calles".
Durante la sanción de un nuevo código de proceso civil, que reduce la burocracia en trámites judiciales, Rousseff ha subrayado que la ausencia de incidentes en las protestas es "una inequívoca prueba de que Brasil es un país democrático que, a diferencia de otros, convive pacíficamente con manifestaciones".
En ese sentido, ha garantizado que, a diferencia de las épocas en que el país fue gobernado por dictaduras, "nunca más se verá en Brasil que las personas que manifiesten su opinión, así sea contra la presidenta de la República, vayan a sufrir consecuencias".
En clara alusión a esos grupos más radicales, la mandataria ha señalado que "en democracia se respetan las urnas y las calles", y apuntó que su Gobierno "respeta y escucha con atención a todas las voces", pues está volcado a mejorar la vida de quienes lo respaldan y también de aquellos que se le oponen.
Rousseff ha rearfimado que su Ejecutivo garantiza que "todos puedan ejercer sus derechos pacíficamente" y ha destacado que, por su carácter pacífico, las manifestaciones demostraron que "Brasil es un país que, frente a las invitaciones a la anormalidad política, elige el camino de la democracia".
Demandas de los manifestantes
En relación a las demandas manifestadas en las protestas, la jefa de Estado ha reiterado que esta misma semana presentará al país un nuevo conjunto de medidas para reforzar el combate a la corrupción. Sobre las quejas de los manifestantes por la delicada situación económica del país, la mandataria insistió en que su Gobierno se ha visto "obligado" a aplicar un ajuste fiscal, reducir subsidios y aumentar la carga tributaria, debido al impacto de la crisis global.
"Desde el inicio de la crisis internacional, hace unos años, el Gobierno consiguió evitar sus efectos más perversos, tales como el desempleo o la reducción de derechos y la renta", ha explicado. Rousseff ha mantenido que mientras en Europa la crisis "llevó al desempleo a más de 60 millones de personas y a una amplia pérdida de oportunidades", en Brasil se reforzaron la inversión y los créditos públicos a fin de mantener acelerada la economía.
Sin embargo, ha reconocido que "ese camino se agotó" y que ahora se debe "tomar otro rumbo para garantizar empleo y crecimiento", lo cual implica "hacer algunos ajustes y correcciones". La mandataria recalcó que, si bien el ajuste fiscal reduce la actuación de la banca pública en la economía, los programas sociales dirigidos a los más pobres no serán alterados.
Rousseff también ha insistido en que "la actual coyuntura" impone que se avance en forma "urgente" hacia una "amplia reforma política" y señaló que, aunque la Constitución le reserva esa materia a las cámaras legislativas, el asunto debe ser debatido "por y con toda la sociedad".
La Fiscalía de Brasil denuncia al tesorero del PT
La Fiscalía de Brasil ha presentado este lunes una denuncia contra 27 personas por el caso de corrupción en la empresa petrolera estatal Petrobras, entre las que se encuentra el tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores, Joao Vaccari.
Vaccari, que en febrero fue detenido durante varias horas para prestar declaración, ha sido acusado formalmente de delitos de corrupción, blanqueo de dinero y asociación ilícita, según ha explicado este lunes el Ministerio Público Federal (MPF) de Curitiba, la capital del estado sureño de Paraná.
Entre los denunciados por la Fiscalía también se encuentra el exdirector de Servicios de Petrobras Renato Duque, quien este lunes ha vuelto a ser detenido en una operación de la Policía Federal (PF) en Río de Janeiro.