La comunidad internacional acumula pruebas de crímenes de guerra en Siria
- Amnistía denuncia los bombardeos indiscriminados del régimen en Raqqa
- La comisión de investigación de la ONU ha elaborado listas de supuestos criminales
- Denuncian un nuevo ataque gubernamental con armas químicas en el norte
La comisión de investigación de la ONU y diversas organizaciones de derechos humanos han coincidido en denunciar la comisión de múltiples crímenes de guerra en Siria según diferentes informes hechos públicos este miércoles.
Por una parte, Amnistía Internacional (AI) ha documentado los ataques aéreos contra la población en la ciudad de Raqqa entre el 11 y el 29 de noviembre de 2014 que causaron la muerte de más de un centenar de civiles, incluidos varios niños.
El Gobierno dijo entonces que perseguía bases del grupo yihadista Estado Islámico, pero la ONG describe ataques “despiadados” a una mezquita o a un mercado repleto de gente.
"Varios de estos ataques ofrecen evidencias de que se trata de crímenes de guerra", ha declarado el director del programa de AI para Oriente Medio y el Norte de África, Philip Luther, quien ha añadido que Damasco ha repetido estos ataques sobre la población civil sin haber identificado claramente ningún tipo de objetivo militar.
El lunes se cumplieron cuatro años del inicio del conflicto en Siria que ha causado, según la ONU, unos 220.000 muertos y más de cuatro millones de refugiados.
Barriles con explosivos y gas
El balance ha seguido creciendo en las últimas horas con ataques brutales como el denunciado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, según el cual al menos seis personas murieron la pasada noche, entre ellas tres menores de edad, y decenas resultaron heridas en un ataque aéreo del régimen contra Sarmin (provincia de Idleb), en el que posiblemente se empleó gas cloro.
La ONG opositora, que cita a fuentes médicas y testigos, precisó que esos civiles perecieron tras inhalar sustancias tóxicas desprendidas por los barriles cargados de explosivos que cayeron en el pueblo.
En septiembre pasado, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) aseguró en un informe que tenía pruebas "convincentes" del uso sistemático y repetido de gas cloro como arma química en Siria, pese a que dieron por desmantelado el arsenal químico declarado por el régimen.
La OPAQ desplegó una misión en Siria en octubre de 2013, tras un ataque químico dos meses antes en las afueras de Damasco. Debido a ese ataque, EE.UU. amenazó con una intervención militar en el país árabe pero fue evitada gracias a un pacto con Rusia por el que las dos potencias acordaron el desmantelamiento del arsenal del régimen.
Por su parte, Moscú y Damasco acusan también a grupos armados rebeldes del uso de armas químicas.
Cinco listas
Entre tanto, la comisión de investigación de Naciones Unidas sobre Siria ha presentado un nuevo informe, el noveno, que da cuenta de la elaboración de cinco listas con los nombres de personas que presumiblemente han cometido crímenes, aunque de momento no serán reveladas, informa Efe.
“Compartiremos los nombres e información acerca de supuestos criminales específicos con autoridades fiscales estatales que están preparando casos para ser presentados ante jueces competentes e imparciales", ha declarado Paulo Sergio Piñeiro, presidente de la comisión, sin precisar los países a los que remitirá este dossier.
Con todo, Piñeiro ha dicho que la comisión sigue abogando porque el Consejo de Seguridad transfiera a la Corte Penal Internacional o a un tribunal ad hoc el caso de Siria, añade la misma agencia.