Los bebés de entornos bilingües leen antes los labios y durante más tiempo
- La UB ha estudiado bebés de entornos monolingües y bilingües
- Los bilingües se fijan en la boca para distinguir entre las dos lenguas
- También son capaces de mirar al mismo tiempo los ojos y la boca
Un equipo de la Universidad de Barcelona (UB) ha identificado una de las maneras que utilizan los bebés para aprender dos lenguas sin esfuerzo aparente. Y es que los bebés bilingües dirigen la atención a la boca de sus interlocutores antes y durante más tiempo que los bebés monolingües de la misma edad.
Así se desprende de un estudio publicado en la revista Psychological Science, que revela que este mecanismo parece crucial para diferenciar las dos lenguas y facilitar el aprendizaje, según ha informado la UB.
Investigaciones previas con adultos y bebés habían corroborado que extraer información visual de la boca ayuda a comprender los interlocutores. Así, los bebés aprenden a hablar no solo escuchando sonidos, sino también leyendo los labios.
A medida que los bebés comienzan a balbucear. alrededor de los ocho meses, comienzan a dirigir la atención hacia la boca de la persona que habla para aprovechar la gran cantidad de información que pueden recoger observando los labios de su interlocutor.
Observación con tecnología de seguimiento ocular
Partiendo de estudios anteriores, el equipo de la UB observó un grupo de bebés que vivía en un ambiente bilingüe de catalán y castellano y otro grupo de bebés que solo tenía contacto con una de las dos lenguas, o catalán o castellano.
Durante el experimento, los bebés tenían que mirar un vídeo de una mujer hablando en catalán o castellano. Los niños llevaban un aparato de tecnología de seguimiento ocular para medir con precisión cuánto tiempo miraban a los ojos y en la boca de la persona que aparecía en el vídeo, con el objetivo de encontrar diferencias en el aprovechamiento de estas señales audiovisuales.
Los resultados del estudio muestran que los bebés bilingües dirigían la atención a los labios antes y por un período de tiempo más largo que los niños monolingües.
“Los bebés bilingües miran la boca para distinguir lenguas“
"Ya se sabía que los niños monolingües se fijan más en la boca en la etapa de balbuceo, pero lo novedoso de nuestro estudio es comprobar que los niños bilingües necesitan esta información extra para otros motivos igual o más importantes, como son poder diferenciar y establecer que hay dos lenguas a su alrededor", explica Fernando Pons, profesor del Departamento de Psicología Básica de la Facultad de Psicología de la UB.
Los investigadores encontraron que, independientemente del idioma que hablara la persona del vídeo, los bebés monolingües de cuatro meses miraban más tiempo a los ojos que en la boca, mientras que los bebés bilingües de cuatro meses miraban a los ojos y en la boca el mismo tiempo.
"La información que los bebés obtienen de la boca es crucial para aprender las dos lenguas que está adquiriendo el niño bilingüe", ha aclarado Pons.
"Por este motivo, ya en las etapas más tempranas (cuatro meses), deben comenzar a utilizar esta información extra, lo que los monolingües no hacen porque no les hace falta, ya que no tienen el input doble", indica el profesor.
Una herramienta para aprender
El experimento también muestra cómo esta tendencia continúa en los bebés de doce meses. Por un lado, los bebés monolingües de esta edad miraban igual a los ojos y en la boca en respuesta a la lengua nativa y miraban más tiempo en la boca en respuesta al habla no nativa.
Por otra parte, los bebés bilingües de doce meses miraban más tiempo en la boca, independientemente del lenguaje, y más tiempo que los bebés monolingües en cualquier caso.
“Mirar a la boca ayuda a consolidar las dos lenguas maternas“
"Cuando los niños son más grandes también es importante para los bilingües seguir utilizando esta información visual de la boca, ya que están consolidando sus dos lenguas maternas", señala Fernando Pons.
Aprendizaje de lenguas distantes
El estudio ha tenido continuación con otra investigación que ha comparado las estrategias de aprendizaje de niños bilingües que aprenden lenguas romances similares (catalán y castellano) con niños bilingües que aprenden lenguas más distantes (castellano e inglés).
Los resultados preliminares del estudio, realizado con bebés de 12 y 15 meses, sugieren que es más difícil y complejo aprender lenguas similares, ya que este grupo de niños necesitan más atención en la boca en comparación de los que aprenden lenguas más diferentes.
Es decir, cuanto más complejo es el entorno lingüístico en que se encuentran, más necesidad tienen de utilizar estas pistas audiovisuales", recalca el investigador.
Esta investigación puede ser útil para profundizar en el conocimiento de los diferentes factores que pueden estar relacionados con dificultades para adquirir el lenguaje en etapas tempranas del desarrollo.
El estudio está firmado por Fernando Pons y Laura Bosch, profesores del Departamento de Psicología Básica de la Facultad de Psicología de la UB y del Instituto de Investigación en Cerebro, Cognición y Conducta (IR3C), y David J. Lewkowicz, de la Northeastern University (Boston, EE. UU.).