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El juez Ruz abre juicio oral contra los once acusados en el 'caso Pretoria'

  • Les impone fianzas por un importe total de 102,6 millones de euros
  • Entre los acusados hay dos ex altos cargos del Gobierno de Cataluña
  • El presunto cerebro de la trama tendrá que depositar una fianza de 30 millones

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El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha dictado el auto de apertura de juicio oral contra los once presuntos miembros de la red de corrupción 'Pretoria', que operó entre los años 2000 y 2009 en los ayuntamientos barceloneses de Santa Coloma de Gramenet, Sant Andreu de Llavaneres y Badalona.

Además, el magistrado les ha impuesto fianzas por un importe de 102,6 millones de euros por las multas a las que podrían ser condenados.

Entre los acusados se encuentran dos exaltos cargos del Gobierno de Cataluña con CiU durante la presidencia de Jordi Pujol: el exsecretario de la Presidencia Lluis Prenafeta, al que se impone una fianza de 18,3 millones de euros; y el exconsejero de Economía Macià Alavedra, que tendrá que depositar 13,7 millones. Ambos se enfrentan a una petición de la Fiscalía Anticorrupción de seis años y diez meses de cárcel.

La fianza más alta será afrontada por el exdiputado del PSC y presunto cerebro de la trama, Luis Andrés García, alias 'Luigi', que tendrá que depositar una fianza de 30,1 millones de euros y se enfrenta a una petición fiscal de ocho años de cárcel.

La Fiscalía Anticorrupción en su escrito de acusación, presentado el pasado 29 de diciembre, pidió penas de 6 años y 10 meses de cárcel para Alavedra y Prenafeta y multas que suman 13,7 millones de euros para el segundo de ellos y 10,3 millones para el primero. Entre multas y decomisos reclamó que los 11 acusados pagaran 93 millones de euros.

La investigación apunta a un fraude de 45 millones

Con esta decisión, Ruz lleva a juicio esta causa que abrió a finales de enero de 2009 su antecesor en el juzgado, Baltasar Garzón, y en la que llegaron a estar imputadas veinte personas, de las que casi la mitad fueron exoneradas a lo largo de la instrucción.

De lo investigado, se concluye que la supuesta trama de corrupción urbanística estaba liderada por Luis García, Luigi, para quien el fiscal pide 8 años de cárcel, y se calcula que esta red defraudó unos 45 millones de euros a los ayuntamientos barceloneses de Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Sant Andreu de Llavaneres.

Además de los ya citados, Ruz lleva también a juicio a Manuel Valera Navarro, Manuel Dobarco Touriño, José Singla Barceló, Manuel Carrillo Martín, Gloria Torres Pladellorens, Philip Mahan y María Lluisa Mas Crussels (esposa de Prenafeta), todos ellos por tráfico de influencias y cohecho, ambos cometidos por particular y funcionario, y blanqueo de capitales.

Las fianzas más abultadas impuestas por el juez corresponden a los principales acusados: Luigi (30,1 millones), Prenafeta (18,2 millones), Alavedra (13,7), María Lluisa Mas Crussels,(12,6 millones).

Intermediación en adjudicaciones públicas

Para el juez ha quedado acreditada la existencia, entre 2000 y 2009, "de una trama dirigida a la realización de labores de intermediación o influencia en adjudicaciones públicas vinculadas a diversas operaciones urbanísticas desarrolladas en el ámbito municipal de determinadas localidades de Cataluña", en concreto de la provincia de Barcelona, "bajo la intervención principal del imputado" Luis García.

Todo ello, prosigue Ruz, "a cambio de la percepción de cuantiosas comisiones respecto de las cuales se procedería ulteriormente a ocultar tanto su titularidad como el origen presuntamente delictivo de las referidas ganancias patrimoniales, con la finalidad de lograr su afloramiento posterior desvinculándolas de su origen".

Con ese fin, los imputados hicieron uso de complejos entramados societarios de entidades domiciliadas en paraísos fiscales como las Islas Caimán y en cuentas en Suiza y Andorra.

En el caso de Alavedra y Prenafeta, cuantifica en 6.080.405 euros y 14.984.865 euros, respectivamente, las ganancias generadas, en parte por comisiones.

Respecto de Luis Andrés García sus ganancias ascendieron a 5.886.925 euros y las de Bartomeu Muñoz a 1.728.064. Cantidades cuyo decomiso reclama también la Fiscalía en su escrito de acusación.

Operación Pallaresa

En el auto, Ruz desglosa tres operaciones urbanísticas de la trama en los municipios de Santa Coloma de Gramenet, San Andrés de Llavaneras y Badalona.

Una de esas operaciones, la denominada Pallaresa, se desarrolló en el municipio de Santa Coloma entre 2001 y 2009 y en ella intervinieron Luis García, Valera, Muñoz, Dobarco y Singla, quienes "puestos de común y previo acuerdo, tras conocer el proyecto urbanístico que iba a realizarse en dicha localidad, planificaron y decidieron manipular e intermediar en la adjudicación y modificación de los usos de terrenos públicos afectados".

Todo ello, "con claro perjuicio para el Ayuntamiento" y con el objeto de "venderlos a un tercero con quien previamente ya habían pactado su enajenación a cambio de la obtención de importantes beneficios".

En esta como en las otras dos operaciones investigadas, Niesma en San Andrés de Llavaneras, y Badalona, en la que se enajenaron terrenos del Puerto Deportivo de Barcelona, empresa con la que Luis García "mantenía una estrecha vinculación", Ruz describe una dinámica similar de uso de influencias para conseguir adjudicaciones de terrenos.

El modus operandi consistía siempre en cambiar el adjudicatario y recalificar los terrenos para venderlos a un precio superior a cambio de "cuantiosas comisiones" y con perjuicio a los Ayuntamientos afectados.