Lufthansa: "Ni en nuestras peores pesadillas pensábamos que podía ocurrir algo así"
- "Este es un caso individual y trágico, pero aislado", dice el presidente del grupo
- Spohr señala ante los medios que "lo que ha ocurrido era inimaginable"
El presidente del Grupo Lufthansa, Carsten Spohr, ha asegurado que todo el personal de la compañía está aún más "consternado" tras conocer que los investigadores creen que el copiloto tenía "voluntad de destruir el avión" de Germanwings que se estrelló el pasado martes en los Alpes. "Ni en nuestras peores pesadillas pensábamos que podía ocurrir algo así", ha asegurado en rueda de prensa.
Ante los medios, Spohr ha subrayado que el copiloto había pasado con éxito todos los exámenes técnicos y médicos. "Aprobó todas las pruebas y era apto al 100% para el vuelo", ha dicho el presidente de Lufthansa antes de asegurar que la actitud del copiloto Andreas Lubitz era "impecable".
“Este es un caso individual y trágico, pero aislado“
"Es el suceso más terrible en los 60 años del grupo", ha asegurado Spohr, quien ha defendido a los pilotos de la compañía. "No es una situación fácil para ellos, pero son y siguen siendo los mejores del mundo". "Este es un caso individual y trágico, pero aislado", ha incidido el presidente del grupo, quien ha dicho en varias ocasiones que algo así no se puede prever: "Un caso como este nunca se puede excluir del todo".
Spohr ha rechazado que la compañía vaya a cambiar el proceso de selección de su personal. "Este es un caso horrible, pero individual. Confiamos en nuestro sistema de formación y selección (...) No lo vamos a poner en duda", ha subrayado el presidente de Lufthansa, que sí que ha dicho que se va a estudiar junto al los expertos "qué se puede mejorar en la selección y la formación" del personal.
El presidente de la compañía aérea ha hecho hincapié en que los estándares de seguridad de Lufthansa son elevados, que no se tiene que dudar de ello y que volar es el medio de transporte más seguro.
Protocolo para salir y entrar en la cabina
Spohr ha explicado a preguntas de la empresa el protocolo sobre la cabina. En este punto, ha señalado que el comandante actuó de forma correcta al salir de la cabina cuando el avión ya había alcanzado la altura de crucero. "Entonces uno de los dos pilotos puede abandonar la cabina para atender necesidades fisiológicas", ha indicado.
Además, el presidente de Lufthansa ha recordado que desde el 11 de septiembre las puertas de las cabinas están blindadas de tal forma que "armas de pequeño calibre no pueden traspasarlas". Cuando alguien abandona la cabina, ha continuado, debe llamar al timbre para poder volver a entrar. Es el piloto que se ha quedado dentro el que ve por una cámara quién ha llamado y el que permite la entrada.
Spohr ha asegurado que en la compañía alemana existe un procedimiento para poder abrir la cabina desde fuera. "La tripulación dispone de un código ampliado para poder acceder a la cabina (si desde dentro no se responde a la petición ordinaria)". Entonces, pasado un pequeño momento, se abre la puerta. Sin embargo, el presidente de Lufthansa ha asegurado que también en este caso la apertura de la cabina "puede ser bloqueada desde dentro durante cinco minutos".
"No sabemos si no se introdujo el código (por parte del comandante) o si el copiloto le negó el acceso", ha asegurado el dirigente de Lufthansa a preguntas de la prensa.