Russell Crowe: "Creía que tenía el mejor trabajo del mundo hasta que he dirigido"
- RTVE.es entrevista al actor por su primera cinta de director, El maestro del agua
- Se estrena el 24 de abril y narra la Batalla de Galípoli con "perspectiva fresca"
- Olga Kurylenko interpreta una "mujer valiente" que se rebela contra la tradición
TÍTULO ORIGINAL: The Water Diviner
TÍTULO EN CASTELLANO: El maestro del agua
DIRECTOR: Russell Crowe
ACTORES: Russell Crowe, Olga Kurylenko
PRODUCTORES: Andrew Mason, Troy Lum
GUIÓN: Andrew Knight, Andrew Anastasios
DIRECTOR de FOTOGRAFÍA: Andrew Lesnie
ESTRENO: 24 de abril de 2015
"Por suerte he tenido mucho éxito en mi trabajo de actor y pensaba que tenía el mejor trabajo del mundo hasta que hice esto. Dirigir es mucho mejor". Así de pletórico se muestra Russell Crowe después de realizar su primera película, El maestro del agua, una película épica ambientada cuatro años después de la cruenta Batalla de Galípoli de la Primera Guerra Mundial que ha presentado este viernes en Madrid.
El ganador de un Oscar por Gladiator (2000), que también protagoniza esta cinta que se estrena en España el 24 de abril, está como niño con zapatos nuevos con su papel como director: "Estoy muy cómodo con las decisiones creativas, las posibilidades de explorar con la composición del color, la textura, la conexión emocional con el público... Es una experiencia inmensa, superadora", cuenta en una entrevista con RTVE.es.
Para su primera película como director, Crowe eligió una historia, la de la Batalla de Galípoli, con la que los niños crecen en su Nueva Zelanda natal -"te crían contándola, casi la tienes tatuada en los ojos", asegura-; una campaña en la que se enfrentaron en los Dardalenos el Imperio Británico, Francia, Australia y Nueva Zelanda contra el Imperio otomano y el alemán y que dejó decenas de miles de muertos de ambos países australes, que empezaron a forjar su sentimiento como nación.
En El maestro del agua, Joshua Connor (Russell Crowe) viaja a Estambul para descubrir qué ha pasado con sus hijos, declarados desaparecidos en combate en la Batalla de Galípoli, al tiempo que forja una relación con Ayshe (Olga Kurylenko), una hermosa mujer viuda propietaria del hotel en el que se hospeda. Aferrado a la esperanza y con la ayuda del comandante Hasan (Yilmaz Erdogan), un oficial turco que luchó en la batalla de Galípoli, Connor se embarca en un viaje a través del país para descubrir la verdad acerca del destino de sus hijos.
Una nueva perspectiva de Galípoli
Llevada a la pantalla varias veces -Gallipoli (1981), de Peter Weir, es una de las más destacadas-, Crowe afirma que sintió una "conexión visceral" con el guion, ya que le permitía contar la historia "desde una perspectiva a la que australianos y neozelandeses no están acostumbrados" al ofrecer también la visión del bando otomano. "La película empieza dentro de una trinchera turca y los espectadores de Australia y Nueva Zelanda reaccionan con sorpresa porque nunca han visto eso. Es una perspectiva fresca", cuenta el director, que destaca que la "conexión" con el público se logra fácilmente a través de la historia paterno-filial.
El rodaje comenzó en Australia a finales de 2013 y principios de 2014, con situaciones meteorológicas extremas, desde los 49,5 grados centígrados del desierto a lluvias torrenciales. "Cuando ruedas no tienes tiempo de parar a lamentarte y pensar qué ha ido mal, tienes que dominar la situación y seguir hacia delante con la película con energía", subraya Russell Crowe.
Otras tres semanas del rodaje transcurrieron en Estambul (Constantinopla en la película), donde el equipo de Crowe tuvo el "gran privilegio" de ser el primero internacional que pudo entrar a rodar en la impresionante Mezquita Azul, gracias a las gestiones que iniciaron contactando con la comunidad turca de Australia y terminaron a través del ministro de Cultura turco, encargado de hablar directamente con el imán del templo, que era quien tenía que dar el permiso en última instancia: "El ministro de Cultura me preguntó qué tenía que decirle al imán para convencerle y le dije que le contara que la huella que nosotros dejaríamos sería muy pequeña, pero la repercusión de lo que hiciésemos sería gigantesca", revela.
Olga Kurylenko, la rebeldía
Crowe ha viajado a Madrid acompañado de su actriz protagonista, la también exmodelo ucraniana Olga Kurylenko, que confiesa a RTVE.es que aceptó el papel de Ayshe por su "complejidad" y por ser "una mujer fuerte e independiente" que hace cien años se atrevió a desobedecer las "estrictas tradiciones" de la sociedad otomana que la obligaban a casarse con el hermano de su difunto marido.
Kurylenko, que domina varios idiomas y combina en la película el inglés y el turco -"solo me tenía que aprender las líneas fonéticamente y pronunciarlas lo mejor posible, aunque me interesé por aprender lo básico"-, conoció en Turquía cuando se preparaba el papel a una viuda que se encontraba en la misma situación de su personaje, "presionada por la sociedad, los amigos y la familia para casarse con el hermano de su difunto esposo".
"Me sorprendió que esta misma tradición siga en pie cien años después. Es verdad que para los europeos también antes los padres decidían con quién se casaban sus hijas, pero ya no. Pero en su caso las cosas siguen siendo igual. Me pareció que esta mujer fue muy valiente al oponerse a esta situación porque es algo que no está muy bien visto. Es muy difícil hacer cosas que no quieres hacer, pero más difícil todavía es oponerse", cuenta Kurylenko cuando se le pregunta sobre qué opina sobre la situación actual de la mujer en los países islámicos.
Sobre su trabajo a las órdenes de Crowe, la actriz asegura que ha sido "un placer". "Es un gran director, muy natural, supongo que porque es un actor que se ha criado prácticamente en los sets y sabía cómo hacerlo todo. Y lo más importante es que habla el mismo idioma que los actores. Es el director que mejores directrices me ha dado, y eso marca una gran diferencia".