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Vacaciones de verano en los pinceles, de Sorolla a Hopper en el Thyssen de Málaga

  • Una exposición recorre la temática de la playa y el ocio estival en 60 cuadros
  • La muestra explica los precedentes del Impresionismo en el tratamiento de la luz
  • Podrá visitarse desde el 28 de marzo al 6 de septiembre

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Joaquín Sorolla, "Al agua" (1908)
Joaquín Sorolla, "Al agua" (1908)

El mar ha sido tradicionalmente una fuente de inspiración estética y poética. Frecuentemente asociado a la épica del marino y sus privaciones, a partir del siglo XIX surge un cambio, "aparece una nueva visión del mundo moderno, se crean las vacaciones pagadas y las clases populares emplean su recién adquirido tiempo de ocio de la playa (...) un espacio que había sido inhóspito para el hombre desde siempre, empieza a disfrutarse". Un disfrute del que nacerá todo un imaginario estético del tiempo de asueto estival, colores y escenas que inspiraron a varias generaciones de pintores, explica a RTVE.es Lourdes Moreno, comisaria de la exposición Días de verano, de Sorolla a Hopper, organizada por el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

Mientras "el americano Edward Hopper se recrea en un barco en el que salía con una pareja amiga a navegar, creando un símbolo de individualidad y libertad", explica Moreno, "Sorolla introduce el paisaje meridional", continúa, "retratando a las clases más populares en la playa". Pinceles dispares reunidos en 60 obras, 49 de artistas españoles y 11 de autores internacionales, para retratar sabor veraniego desde las arenas del norte, donde "las clases pudientes acudían por motivos terapéuticos, como se recomendaba en la época", a los cielos del sur, "donde se llega más tarde", comenta la comisaria.

La muestra podrá visitarse entre el 28 de marzo y el 6 de septiembre, y toma su título de la obra homónima de Vicente Palmaroli de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, en préstamo al museo. "Días de verano surgió tras el estudio documentado de cómo la aristocracia y la burguesía de París comienzan a veranear. Ciudades como Deauville experimentan un gran crecimiento y estos lugares se convierten en germen del turismo moderno, como también pasó en Biarritz", detalla Lourdes Moreno.

Del ocio conquistado a la sensibilidad impresionista

Del ocio veraniego nace un costumbrismo de playas y bañistas que se convierte en temática para los pintores. "El primero fue Eugène Boudin, con su obra Figuras en la playa de Trouville, de 1869", aclara la responsable, y nos recuerda que "Boudin se considera un precedente del impresionismo; amigo de Corot, este dijo de él que era 'el maestro de los cielos'". Días de luz estival en la playa evolucionarían en otro lienzo hacia el sol invernal del puerto del Havre, inmortalizado por Monet para dar nombre al Impresionismo en la exposición de 1874.

La exposición está estructurada en cinco capítulos: Escenarios, relativo a lugares, con obras como La cabaña en Trouville, marea baja (1661) de Monet. Segudamente, La playa, muestra personajes en la arena con obras como el Sorolla Playa de Zarauz (1910). La sección Los bañistas "es una investigación sobre el cuerpo", indica Moreno, con obras como Niño desnudo (1874) de Mariano Fortuny. En Retratos, "tenemos como ejemplo el Retrato del conde de Villamarciel (1893) de Zuloaga, y la última sección se titula Navegando, con obras como El Martha Mckeen (1944) de Hopper.

Como complemento, la muestra incluirá una exposición de fotografías antiguas que servirá para contextualizar el veraneo a finales del siglo XIX y principios del XX. La idea es ilustrar con imágenes la novedad estival en la costa de las distintas clases sociales, tanto en playas españolas como del resto de Europa. Muchas de las fotografías que se expondrán son inéditas, y todo el material estará recogido en el catálogo.