El copiloto fue tratado hace años por tendencias suicidas, según la Fiscalía de Düsseldorf
- Su tratamiento fue anterior a conseguir su licencia como piloto
- No hay pruebas de que tuviera "ninguna enfermedad física"
La Fiscalía de Düsseldorf ha informado este lunes de que Andreas Lubitz, el copiloto del avión de Germanwings que estrelló la pasada semana en los Alpes estuvo hace años, antes de conseguir su licencia como piloto, bajo tratamiento psicoterapéutico por "tendencias suicidas" durante un largo periodo de tiempo, aunque dicho tratamiento no es reciente.
"Posteriormente hubo más visitas médicas con prescripción de baja, sin que en ella se constataran tendencias suicidas o agresivas", ha subrayado la Fiscalía en un comunicado. En el documento señala, también, que desde entonces no había mostrado ningún signo de comportamiento suicida ni tendencias agresivas hacia otros en las visitas a los médicos.
"Posteriormente, y hasta el final, hubo más visitas médicas con prescripción de baja, sin que en ellas se constataran tendencias suicidas o agresivas", ha subrayadp la Fiscalía en un comunicado. Además, ha añadido que , de la documentación incautada en los domicilios del copiloto, Andreas Lubitz, no se desprende que éste tuviera "ninguna enfermedad física".
La Fiscalía continúa analizando la documentación incautada en la casa de Lubitz en Düsseldorf y en la que compartía con sus padres en la localidad de Montabaur. Según explicó, siguen sin encontrarse pruebas que pudieran haber anunciado lo sucedido o un mensaje en que Lubitz asuma la autoría de la tragedia.
El copiloto estrelló presuntamente el avión de Germanwings (filial de bajo coste de Lufthansa) que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf contra los Alpes en el sur de Francia, el pasado día 24, tras impedir el acceso a la cabina del comandante. Un total de 150 personas, la mayoría españolas y alemanas, murieron en el siniestro.
La investigación sobre su entorno personal
Las investigaciones llevadas a cabo en el entorno familiar y personal del copiloto y en su lugar de trabajo tampoco han arrojado "indicios consistentes que ayuden a explicar los posibles motivos" de su actuación. La Fiscalía de Düsseldorf, encargada de la investigación en Alemania, ha explicado que ha entrevistado a numerosos testigos del entorno personal y laboral de Lubitz y ha subrayado que "ni quiere ni puede" entrar en las especulaciones sobre cuáles pudieron ser los motivos que llevaron al copiloto a actuar como lo hizo.
"Las autoridades que llevan el caso deben ceñirse únicamente a los hechos", ha recalcado este organismo ante la sucesión de informaciones periodísticas sobre presuntas enfermedades de Lubitz. El comunicado emitido este lunes completa las informaciones facilitadas el pasado viernes por la Fiscalía de Düsseldorf, que avanzó entonces que entre los documentos incautados en las viviendas del copiloto había "bajas médicas, actuales e incluso vigentes para el día de los hechos, hechas pedazos", ocultadas a su empresa.
No obstante, siguió sin precisar la enfermedad que podía padecer el copiloto, limitándose a constatar que fue tratado hace años por sus "tendencias suicidas". La semana pasada, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, informó de que Lubitz había interrumpido su formación durante meses, hace seis años.