El BCE cree que no se necesitan más medidas monetarias porque las actuales están funcionando
- Envía un "fuerte mensaje" para que los Estados renueven su impulso reformista
El Banco Central Europeo opina que las medidas de política monetaria que ha puesto en marcha entre enero y marzo están funcionando, por lo que "no se necesita, en este momento, considerar ninguna iniciativa nueva de política monetaria, ni tampoco reconsiderar alguno de los parámetros del programa de compra de deuda pública acordado el pasado 22 de enero".
Así se desprende de las actas de la última reunión del consejo de gobierno del BCE -que se celebró en Chipre los pasados 4 y 5 de marzo-, que se han hecho públicas este jueves.
Respecto a los parámetros de la compra de deuda soberana, algunos miembros del consejo de gobierno recordaron que, en un futuro, podría reducirse el máximo del 25% establecido ahora para comprar deuda de cada país, pero en la reunión no se decidieron cambios.
El pasado 9 de marzo, el BCE empezó a comprar deuda pública de la zona del euro a un ritmo de 60.000 millones de euros mensuales, un programa que tiene previsto mantener hasta septiembre de 2016.
"En general, se valoran los significativos efectos positivos"
Los miembros del consejo de gobierno del BCE "compartieron, en general, la valoración de los significativos efectos positivos que han tenido las decisiones de política monetaria tomadas el 22 de enero de 2015", según el informe publicado.
"Las decisiones del 22 de enero han hecho una fuerte contribución para reducir los riesgos de un período demasiado prolongado de baja inflación y han dado razones para la confianza", señalan las actas, aunque de inmediato alertan de que el consejo de gobierno "debe permanecer prudente, dado aún se trata de las primeras fases de la recuperación económica y persiste un alto grado de incertidumbre".
El programa de compra de deuda pública y privada, junto con las medidas aprobadas en junio y septiembre de 2014, las bajadas de los tipos de interés y la barra libre de liquidez proporcionada a los bancos de la eurozona con la condición de que destinen los fondos a dar crédito, han relajado las condiciones de los mercados financieros y el coste de la financiación para la economía privada, según el BCE.
Sin embargo, el máximo organismo del BCE para política monetaria envió a los Gobiernos del euro "un fuerte mensaje" para que aprovechen las actuales condiciones favorables del contexto global -medidas expansivas en Europa y, todavía, en EE.UU., depreciación del euro frente al dólar y bajos precios del petróleo- para "renovar sus ímpetus en las reformas estructurales para impulsar el crecimiento potencial".
La mejora de previsiones "confirma que esas medidas eran necesarias"
En sus actas, el organismo advierte de que la mejora de las proyecciones macroeconómicas que se realizó en marzo "no debe interpretarse como una señal de que las últimas medidas de política monetaria no eran necesarias". "Por el contrario -se apostilla en las actas-, han confirmado que la completa aplicación de estas medidas era necesaria para cumplir el mandato" del BCE, que es lograr una inflación cercana al 2%.
En este sentido, el consejo de gobierno del BCE reitera que evaluará de forma continuada la efectividad de las medidas.
En esa reunión de principios de marzo, el consejo de gobierno anunció la revisión al alza de sus pronósticos de crecimiento y la bajada de sus previsiones de inflación de la zona euro para el período de 2015 a 2017.
Ahora, la entidad prevé que la eurozona crezca este año un 1,5%, frente al 1% anterior. Para 2016 adelanta un avance del 1,9%, frente al 1,5% pronosticado en diciembre. Y estima un repunte del 2,1% en 2017, en sus primeras proyecciones para ese año.
Respecto a la inflación, los expertos del BCE han rebajado en siete décimas sus pronósticos de inflación para este año hasta dejarlas en 0%. Para 2016, espera que remonte hasta quedar en el 1,5% (calculaba un 1,3% en diciembre) y alcanzar el 1,8% en 2017.