El Gran Colisionador de Hadrones vuelve a arrancar tras dos años de reparaciones
- El LHC se ha preparado para funcionar casi con el doble de energía
- Un cortocircuito hace dos semanas retrasó el reinicio
El Gran Colisionador de Hadrones (LHC en sus siglas en inglés) ha vuelto a arrancar este domingo tras dos años de reparaciones, según ha informado la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). A las 08.41 GMT un haz de protones dio la vuelta al LHC en un sentido, y poco menos de dos horas después, otro haz hizo lo mismo en el inverso.
En los últimos dos años, el LHC ha estado sometido a tareas de mantenimiento y se ha preparado para funcionar con casi el doble de la energía con la que trabajó sus primeros tres años, por lo que tendrá una energía de 6,5 TeV (teraelectronvoltios), informa el CERN.
El pasado 24 de marzo un cortocircuito intermitente en uno de sus imanes retrasó el reinicio del colisionador.
Los responsables aseguraron que el tipo de problema hallado era conocido y que su impacto sería mínimo en la operación del LHC, que estuvo parado dos años, durante los que fue sometido a una minuciosa revisión técnica.
Este domingo los haces circularon a una energía de inyección y en los próximos días, tras la verificación de que todo funciona correctamente, la energía irá aumentando paulatinamente.
En esta nueva etapa de operaciones, el acelerador mejorado podrá utilizar toda su capacidad en favor de la física en el periodo comprendido entre 2016 y 2018, durante el cual pretende arrojar luz sobre la composición de la materia oscura.
La máquina más potente que existe
El LHC es la máquina más potente que existe, con imanes conductores que funcionan a modo de pilas, y su energía almacenada equivale a la de un portaaviones desplazándose a 43 kilómetros por hora o a la de un avión Airbus 380 volando a setecientos kilómetros por hora.
El acelerador tiene la forma de un anillo de 27 kilómetros de circunferencia y se encuentra dentro de un túnel localizado a unos ochenta metros bajo tierra, en la frontera de Suiza y Francia.
Para funcionar requiere estar a una temperatura de 217 grados centígrados bajo cero, más baja que la del espacio, y que se consiguió a finales del año pasado.
En 2012, el LHC permitió uno de los mayores descubrimientos realizado hasta la fecha en el mundo de la física: demostrar empíricamente el bosón de Higgs, lo que confirmó el Modelo Estándar en el que se basa la física de partículas.