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Accidente de avión en Francia

La mayoría de los pilotos que sufre depresión lo oculta, según el diario 'Bild'

  • Un informe de 2013 refleja el déficit en el seguimiento de su salud mental
  • Un 60% de los pilotos que sufre depresión decide volar y ocultarlo

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Imagen del copiloto alemán Andreas Lubitz.

La mayoría de pilotos que sufre depresión lo oculta a su compañía o a las autoridades aéreas, según un estudio difundido este domingo por el diario Bild, en relación a Andreas Lubitz, quien presuntamente estrelló de modo deliberado el Airbus de Germanwings con 150 personas a bordo, el pasado 24 de marzo.

De acuerdo con ese medio, Lubitz, quien según las investigaciones en curso había estado buscando en internet hasta la víspera de la catástrofe métodos para suicidarseno es un caso único entre los pilotos que tratan de ocultar su problema a sus superiores.

Un análisis del director del departamento de medicina de la Organización Civil Internacional de la Aviación (ICAO, en inglés), Anthony Evans, datado en noviembre de 2013 y citado por ese medio, reflejaba la existencia de serios déficit en el seguimiento de la salud mental de los pilotos.

El 60% opta por ocultarlo

Aproximadamente un 60% de los pilotos que sufren algún tipo de depresión decide seguir volando sin comunicarlo a los estamentos correspondientes, concluía ese estudio, basado en un total de 1.200 casos de profesionales del sector con ese diagnóstico.

Un 15 % de ellos decide tratarse en secreto, con medicamentos que consiguen por sus propios medios, y apenas un 25 % declara a su empleador que sigue tales terapias.

El estudio es fruto de una larga observación, con datos recabados entre 1997 y 2001, siempre de acuerdo con ese medio, que recuerda la enorme presión a que están sometidos los pilotos y el hecho de que un diagnóstico de depresión implica su retirada de servicio.

La edición dominical de Bild indica, asimismo, que Lufthansa -la aerolínea matriz de Germanwings- ha sostenido hasta ahora que sus procedimientos de selección de pilotos están entre los más rigurosos del mundo.

La Fiscalía de Düsseldorf, que investiga en entorno del copiloto, reveló unos días atrás que Lubitz había recibido hace unos años, antes de conseguir su licencia como piloto, tratamiento psicoterapéutico por "tendencias suicidas".

Al registrar sus viviendas -la propia, en Düsseldorf, y la de sus padres, en la población de Montabaur (ambas en el oeste de Alemania), se descubrió que estaba en tratamiento y que además tenía una baja médica para el día de la catástrofe, que no había comunicado a Germanwings.

Según la aerolínea, Lubitz informó a su escuela de vuelo en 2009, al retomar su aprendizaje tras una interrupción de meses, de que había sufrido un episodio de depresión grave del que presumiblemente se había restablecido.