'Versus', un cómic de boxeo sobre los golpes de la vida
- Luis Bustos regresa al cómic adaptando a Jack London
- Narra la última oportunidad de un boxeador para recuperar su vida
Tom King fue un gran boxeador, pero ahora es viejo y se enfrenta a la que puede ser, no solo su última pelea sobre el cuadrilátero sino su última oportunidad de recuperar su vida, ya que no tiene dinero para mantener a su mujer y a sus hijos. Así comienza Versus (Entrecomics Comics), la nueva y esperada obra de Luis Bustos, que vuelve al cómic tras una larga ausencia, desde el sobresaliente Endurance (Planeta DeAgostini, 2009).
"Versus -nos comenta Bustos- narra el último combate de Thomas King, un maduro boxeador en el ocaso de su carrera, contra el joven Jesse Sandel, luchador novato. La historia se centrará durante los asaltos y nos permitirá a través de flashbacks conocer el pasado de nuestro protagonista".
Un cómic con una base literaria muy solida, como nos cuenta Luis: "Versus es una adaptación libre del relato de London, Un buen bistec, que leí de adolescente y cuyo tono y visceralidad se me quedó grabada en la mente. Siempre quise hacer algo con el texto pero nunca había encontrado el momento, hasta ahora".
Un cómic crepuscular
Al igual que en Endurance, Bustos narra la historia de gente enfrentada a un desafío que se nos antoja inancanzable. "Siempre me ha atraído el tono épico y extremo en las historias -asegura Bustos-. Los relatos de héroes o antihéroes al limite de sus recursos, enfrentándose a desafíos de incierto resultado. Aunque tengo otra faceta más humorística, es en el formato de novela gráfica donde desarrollo estas historias dramáticas. Pero a diferencia de la visión optimista que finalmente refleja Endurance, Versus es muchísimo más sombría. En este caso, quería cambiar de tono sin alejarme del concepto “señores-que-sufren-mucho".
El cómic esta lleno de guiños, incluyendo a otros boxeadores famosos y al ese cómic de Endurance. "Si, en principio solo era un pequeño detalle divertido como otros hacia grandes boxeadores. Pienso en Muhammad Ali, cuya figura se va agigantando una vez profundizas en su vida. En el caso de Endurance, teniendo en cuenta los paralelismos con esa obra y desarrollándose durante el mismo periodo histórico, decidí hacer referencia, no solo como guiño sino como una manera de construir un puente entre una obra y otra que he tardado cinco años en cruzar".
Pero ¿qué ha hecho Bustos durante esos cinco años? "Aunque se anunció en 2012 con el inicio de la joven editorial Entrecomics Comics, no ha sido hasta mediados del 2014 cuando he podido finalmente acabar el libro -asegura-. En medio, estuve a punto de tirar la toalla debido a asuntos personales en los que la realización de un tebeo así no tenía cabida. Tras más de un año de parón, a finales del 2013 pude retomarlo nuevamente. Durante ese tiempo seguí trabajando en El Jueves y realizando ilustraciones o backgrounds para animación".
Combates espectaculares
Aunque repetimos que los principales golpes que recibe el protagonista son los de una vida abocada al fracaso, los combates son realmente espectaculares. "Hay cierta coreografía -asegura Luis-, pero sobretodo hay muchísima documentación fotográfica y fílmica aplicada a las secuencias. No soy experto en boxeo, ni siquiera aficionado serio, pero es una actividad a la que tengo un gran respeto".
"Por lo que representa y por lo que ha dado a la cultura popular durante el siglo XX -continúa-, he visto un documental que no era específicamente para documentación aunque si para “entonarme” y que recomiendo absolutamente es When We Were Kings sobre el combate africano entre Muhammad Ali y George Foreman".
"En todo caso, no he buscado la filigrana ni el detallismo, el combate es tratado de la manera más austera posible, escatimando elementos y con una progresión hacia el expresionismo rozando casi lo abstracto" -conluye Luis-.
Un dibujo que no sólo refleja lo que pasa en el exterior, sino que también nos introduce en la mente del protagonista con un original punto de vista: "Como apuntaba antes, he procurado convertir el estilo, el trazo, en un elemento progresivo para transmitir una visión emocional y subjetiva sobre lo que sucede en la mente de nuestro protagonista. En este sentido, el relato comienza de una manera más o menos convencional, incluyendo flashbacks donde predomina el naturalismo, hasta alcanzar un grado de intensidad o “desenfoque” hacía el final del combate. Para ello he utilizado variedad de técnicas y herramientas, algunas analógicas pero en su mayoría digitales".
Invitados a un combate
Como en las grandes obras, en Versus, Luis ha cuidado hasta el último detalle, incluyendo la portada: "A la hora de “empaquetar” Versus, pretendíamos convertir el “producto” en algo homogéneo, donde todos sus elementos obedecen a una idea central, la cual se resume en “has sido invitado a un combate”. Entrarás en sus páginas como entras a una velada de boxeo".
"La portada -continúa el autor- es un guiño a los viejos carteles de combates, con un pequeño toque irónico a lo Chris Ware por aquello de “En moderna historieta dramática”. El papel de cubierta es áspero y rugoso, incómodo. Y el del interior, es gustoso pero amplifica la sensación de sequedad. El formato del libro es cuadrado, como lo es un cuadrilátero".
Una historia apasionante que -según Bustos- sólo podía ser en blanco y negro: "No solo me siento más cómodo trabajando con la tinta negra (en este caso digital), es que desde un primer momento sabía que debía ser así. Supongo que tiene que ver no solo por las referencias que he manejado a lo largo de los años sino también al mismo concepto de dualidad, enfrentamiento, Versus, Blanco y negro, etc…".
En cuanto a sus proyectos, Luis promete no tardar otros cinco años en publicar un cómic: Como no quería que volviese a sucederme lo que me pasó tras la salida de Endurance, desde hace unas semanas estoy trabajando con un guionista en un nuevo proyecto que es, sin duda, el más ambicioso hasta la fecha".
Ya anticipamos que Versus no va a faltar en las candidaturas a los premios más importantes de 2015. Una joya que nos muestra las posibilidades infinitas del cómic cuando se tiene un talento como el de Luis Bustos.