Marruecos dice que "no escatimó ningún esfuerzo" para rescatar a los espeleólogos

• El Gobierno marroquí admite que el rescate no tuvo "éxito completo"
• Montañeros andaluces criticaron que Marruecos tardara en autorizar el rescate
• Tres espeleólogos españoles estuvieron atrapados en un cañón, dos murieron

Imagen capturada de la televisión marroquí 2MTV de un miembro de los equipos especiales durante el rescate del único espeleólogo superviviente, Juan Bolívar Bueno

El Gobierno de Marruecos ha afirmado este jueves que "no escatimó ningún esfuerzo para rescatar a los tres montañeros españoles" accidentados recientemente en el fondo del cañón de Wandrass, en el Alto Atlas marroquí, de los cuales dos murieron tras pasar una semana atrapados.

En su rueda de prensa semanal, el portavoz gubernamental, Mustafa Jalfi, contestó a las críticas emitidas desde España por el retraso con que Marruecos permitió entrar a los equipos de rescate españoles.

Jalfi, quien lamentó el accidente, subrayó los "esfuerzos excepcionales" desplegados por su país y la "gran movilización de recursos humanos y técnicos" dedicados al rescate de los montañeros. También destacó el "avanzado nivel de cooperación entre los dos países" y de los "eficientes mecanismos" de esta cooperación.

"Lamentablemente, las operaciones no tuvieron éxito completo y desde aquí expresamos nuestro pésame a las familias de los muertos", ha agregado el ministro de Comunicación.

Repatriación de los fallecidos

Este mismo jueves se han repatriado los cadáveres de los dos montañeros españoles muertos en el cañón de Marruecos. Los restos mortales del policía granadino José Antonio Martínez, de 41 años y del abogado gaditano Gustavo Virués, de la misma edad han llegado a primera hora de la tarde al aeropuerto de Madrid Barajas.

Los montañeros españoles fueron localizados el pasado sábado en el interior del cañón Wandrass, de 400 metros de profundidad, situado en la localidad de Tarmest en la provincia de Uarzazate, en el sur de Marruecos.

Una semana atrapados

Los tres habían pasado varios días en el fondo del cañón y no fueron auxiliados hasta el domingo, pero para entonces Virués y Martínez ya habían muerto.

Solo logró sobrevivir el policía nacional y espeleólogo Juan Bolívar Bueno, que permaneció varios días en el cañón de Wandrass, en el que primero falleció Virués y luego Martínez.

El policía, de 27 años y originario de Granada, fue rescatado el pasado domingo por agentes de la Protección Civil marroquí, en buen estado físico pero con hipotermia y estrés postraumático. Bolívar regresó este martes a España.

Polémica sobre el rescate

La operación de rescate fue muy complicada debido a la orografía del barranco donde habían caído, de una profundidad de 400 metros y con paredes muy estrechas. El sábado los equipos marroquíes tardaron seis horas en sacar del fondo del barranco al único superviviente.

Mientras que el domingo, los equipos marroquíes en colaboración con agentes españoles especializados recuperaron los cuerpos de Martínez y Virués.

Compañeros montañeros de los espeleólogos fueron los primeros en criticar la tardanza en la autorización por parte de Marruecos de la entrada de equipos españoles para rescatar a los tres atrapados, y aseguraron que el Gobierno español no facilitó los medios necesarios para las labores de salvamento.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, agradeció el pasado lunes el "gran esfuerzo" de Marruecos para intentar rescatar a los montañeros españoles y aseguró que el país vecino tuvo en esa operación "buena voluntad y afán de colaboración".

Por su parte, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, admitió el martes que se habían producido "disfunciones" en la gestión del rescate de los espeleólogos.

"Es verdad que el avión (con los expertos de la Policía y la Guardia Civil) no estuvo allí en el momento que a nosotros nos hubiese gustado. Ha habido, como se produce en todas estas desgracias, disfunciones en la gestión", reconoció en declaraciones a los medios de comunicación.

Algunos medios marroquíes han recogido las críticas vertidas desde España y las han calificado de "campaña antimarroquí", pero el portavos del Gobierno marroquí las ha obviado y se ha limitado a "agradecer las palabras del ministro español del Interior y de (el presidente del Gobierno) Mariano Rajoy sobre los esfuerzos marroquíes".