Enrique Meneses, tinta en las venas
- La Comunidad de Madrid organiza una muestra sobre la vida del periodista
- 90 fotografías recorren exclusivas y coberturas que definen el siglo XX
- Podrá visitarse entre el 16 de abril y el 26 de julio
Sierra Maestra, Cuba. Primavera de 1958. "-¿Enrique Meneses?- me preguntó una voz cercana. Abrí los ojos y levanté el rostro. Ante mí se encontraba un hombre de 1,85 m. que me tendía la mano. Sin esperar respuesta me dijo: -Me llamo Fidel Castro-".
Este fue el primer encuentro, relatado en sus memorias por el propio Enrique Meneses (1929-2013), entre el periodista español y el líder cubano. Meneses había conseguido la exclusiva más larga de la historia, puesto que a día de hoy la revolución que se gestaba sigue vigente y su barbudo ideólogo continúa vivo.
"En diciembre del 57, cuando todas las grandes cadenas y medios americanos están retenidos por las tropas de Batista, Enrique logra llegar a Sierra Maestra por medio de la resistencia y de una serie de contactos. Consigue llegar allí, subir a la cima, entrevistarse con Fidel y logra, lo cual es más difícil todavía, volver a La Habana, revelar los carretes y enviarlos a la revista Paris Match gracias a una colaboradora que cosió los carretes a su falda",
Lo explica a RTVE.es Chema Conesa, comisario de la exposición Enrique Meneses. La vida de un reportero. Organizada por la Comunidad de Madrid, podrá visitarse entre el 16 de abril y el 26 de julio en la Sala Canal de Isabel II, dentro de la Sección Oficial de PHotoEspaña 2015.
Escribir todos los días desde los 15 años
A pesar de su relevancia, esta odisea no es más que un capítulo en una existencia dedicada a un solo propósito: informar. "Escribo todos los días desde los 15 o 16 años", explicaba el periodista en el documental sobre su vida Oxígeno para vivir, emitido por TVE tras su muerte en enero de 2013. Un recorrido ilustrado ahora por 90 fotografías en blanco y negro que ya son parte de la Historia.
Asia, África, América del Sur y del Norte, Europa, Oriente Medio; hijo de un periodista, hizo su primera cobertura con 18 años. Fue la muerte de Manolete en Linares, en una España muy pequeña para tanta curiosidad. El siguiente paso fue El Cairo en 1954, capital del Egipto de Nasser. "En el 56 se sucede la guerra del Canal de suez y él logra que que el Diario de Informaciones le acredite como corresponsal y por una carambola, también el semanario Paris Match, puesto que Francia al ser contendiente no podía enviar periodistas a la zona", continúa Conesa.
Los sueños de Nasser, la muerte de Kennedy y su coqueteo con Kruschev, la lucha de Martin Luther King, la epopeya cubana, el gesto de Bob Dylan cantando Blowing in the wind, los desvaríos de Dalí en las calles de Nueva York, y mil personajes e historias más recopiladas in situ, con los ojos cerca del acontecimiento, puntería rápida al cuaderno y agilidad al disparador de la cámara de fotos o de cine. Son nombres grandes en los libros de historia que antes fueron titular periodístico tras las teclas de Meneses.
"Meneses es el primer periodista todoterreno. Usaba la cámara con la misma intensidad que podía utilizar el bolígrafo con el que tomaba notas. Era una forma de aseverar su testimonio de lo que estaba sucediendo. Va a lo esencial, sin ningún afán estético con una mirada absolutamente fresca, cercana, fácil, sencilla", explica el comisario de la muestra.
Para contar hay que estar
Meneses tuvo la oportunidad de aprender idiomas desde muy joven. Defendió a lo largo de su vida este aprendizaje esencial y lo impuso a sus hijos como verdadera llave y ventana al mundo que puede ser hogar. Luego vivió consecuentemente.
"Tenía muy claro que la forma de hacer prensa es ser testigo de lo que sucede, este es el primer punto, y para ser testigo hay que estar en los sitios donde suceden las cosas. A esto añade la facilildad que le da su conocimiento de idiomas y su carácter, absolutamente atrevido, generoso, hábil".
Pero la Historia no la escriben solo los titulares de la política o la guerra. Bodas reales, entre ellas la del entonces príncipe de Asturias Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia, y entresijos de todo tipo que las celebridades cedieron al objetivo de su cámara. Picasso, Charlton Heston, Peter O'Toole (en la presentación de Lawrence de Arabia, nada menos...) y un muy largo etcétera que solo cabe en una enciclopedia.
Tinta en las venas
"Tocó todos los palos y todas fuentes del periodismo" afirma Conesa. Prensa escrita, fotografía, televisión; entre 1964 y 1965 dirigió el espacio A toda plana en TVE, medio para el que volvió a trabajar entre 1973 y 1976 en Los reporteros. En Sierra Maestra también rodó una película que posteriormente vendió a la cadena estadounidense CBS, "de la que no se ha podido rescatar nada", se lamenta el organizador.
Entre 1967 y 1968 fue redactor en Málaga de Lookout, dirigió la revista mensual Cosmópolis (1968-73). "Fue uno de los directores de la edición española de Playboy", apunta Conesa.
El responsable añade que "Meneses es un periodista total cuya fascinación y enamoramiento es hacia su profesión y nada más que su profesión". Y nosotros rescatamos una confesión del propio periodista sobre si mismo: "En mis venas no hay sangre, solo tinta de imprenta... con un poco de whisky".