Enlaces accesibilidad

El FMI recomienda elevar los impuestos a la energía para reducir la fiscalidad laboral

Aboga por usar de forma "flexible" la política fiscal para apoyar al crecimiento

Por
El director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar
El director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha instado a las economías avanzadas a aprovechar la oportunidad que presenta la caída de los precios del petróleo para elevar los impuestos a la energía, lo que permitiría mejorar la presión fiscal, por ejemplo, reduciendo la fiscalidad al empleo.

"La reforma de los impuestos a la energía puede ayudar a reducir las externalidades negativas derivadas del consumo de energía y proporcionar un margen de maniobra para reequilibrar la presión fiscal, por ejemplo, reduciendo los impuestos al trabajo para promover el empleo", afirma el FMI en la última edición de su informe Fiscal Monitor.

En la presentación del documento, el director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar, ha recomendado aprovechar el escenario creado por la baja inflación y los menores precios del crudo para poner en marcha la reforma de los subsidios energéticos y la fiscalidad de la energía.

En este sentido, ha defendido establecer unos precios energéticos adecuados puede ayudar a los Gobiernos de las economías avanzadas a "mejorar sus finanzas públicas, apoyar un crecimiento económico sostenible y lograr sus objetivos medioambientales".

Utilizar la política fiscal de manera flexible para apoyar el crecimiento

Otro de los ámbitos de acción propuestos por el FMI es utilizar la política fiscal de manera flexible para apoyar el crecimiento, mitigando al mismo tiempo los riesgos y garantizando la sostenibilidad de la deuda a medio plazo. Así, explica que el grado y el tipo de flexibilidad dependerán de la situación fiscal de cada país, las condiciones macroeconómicas y los riesgos fiscales pertinentes.

En concreto, subraya que los países que disponen de espacio fiscal pueden usarlo para apoyar el crecimiento, particularmente en los casos en que se hayan materializado los riesgos de escaso crecimiento e inflación baja.

Por su parte, los países que estén experimentando más restricciones deberían ir en busca de un "reequilibrio fiscal más favorable al crecimiento y de reformas estructurales que estimulen el crecimiento potencial", mientras que en aquellos en los que los crecientes riesgos fiscales pueden ejercer presión sobre el mercado, una de las prioridades debería ser "recomponer las defensas fiscales".

La tercera sugerencia del FMI es afianzar los marcos institucionales para gestionar la política fiscal, ya que anclan la política fiscal y la guían hacia sus objetivos a medio plazo. "Estos marcos ayudan a potenciar el efecto de los estabilizadores automáticos a lo largo del ciclo económico y por ende reducen la volatilidad del producto y elevan el crecimiento a mediano plazo", asegura.

Alerta sobre el alto endeudamiento público y privado

En concreto, resalta que los marcos fiscales con bases sólidas son especialmente necesarios en los países con altos niveles de endeudamiento público y que están próximos a experimentar un aumento de la carga del gasto relacionado con el envejecimiento.

El FMI defiende que en este entorno complicado la política fiscal sigue siendo esencial, junto con la política monetaria acomodaticia y las reformas estructurales, para generar confianza y, cuando corresponda, apuntalar la demanda agregada.

En este sentido, incide en la recuperación "moderada y desigual" de las economías avanzadas, respaldada por la caída de los precios del petróleo, una política monetaria que sigue siendo acomodaticia y un ajuste fiscal más lento.

Sin embargo, recalca que los altos niveles de endeudamiento público y privado siguen poniendo trabas al crecimiento y la sostenibilidad de la deuda en algunas economías, al mismo tiempo que en muchos países la inflación está muy por debajo de los niveles fijados como meta, lo que dificulta la difícil tarea de reducir los altos niveles de endeudamiento público.