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'La fiesta de despedida', hermosa comedia negra sobre el suicidio asistido

  • Los cineastas israelíes Tal Granit y Sharon Maymon estrenan su premiada cinta
  • Obtuvo la Espiga de Oro en el último Festival de Valladolid
  • RTVE.es entrevista a los directores

Por
Tráiler de 'La fiesta de despedida'

FICHA TÉCNICA

Título original: Mita Tova (The Farewell Party)

Año: 2014

Duración: 95 min.

País: Israel

Director: Tal Granit, Sharon Maymon

Guion: Tal Granit, Sharon Maymon

Reparto: Ze'ev Revach, Aliza Rosen, Levana Finkelstein, Raffi Tavor, Ilan Dar

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Woody Allen ya ha dejado dicho, como cita-testamento, que no teme a la muerte, pero prefiere no estar allí cuando suceda. Los cineastas israelíes Tal Granit y Sharon Maymon han demostrado ser sus dignos herederos relacionando muerte y comedia en La fiesta de despedida, una de las revelaciones del año. El 17 de abril se estrena en salas con el aval de la Espiga de Oro en el último Festival de cine de Valladolid.

En una residencia de ancianos, un pequeño grupo accede a la petición de un enfermo terminal para poder acabar con su vida. Para ello, el más manitas diseña una peculiar máquina de eutanasia que empieza a hacerse popular. “Es nuestro estilo de películas: tratar asuntos sociales controvertidos con humor porque cuando la gente ríe su corazón se abre para oír lo que tienes que decir”, explica Tal Granit a RTVE.es. “Es algo que sabemos, la vida no es muy fácil y, si no ríes, lloras”, añade Maymon.

Suena duro e incluso provocador, pero La fiesta de despedida es una comedia de perfecto timing y el tono es, esencialmente, humanista. La eutanasia, prohibida en Israel, es también una oportunidad para hablar de amor, amistad y de lo que harías por un ser querido. Aunque algunos actores no aceptaron el papel “debido a la temática”, los cineastas ya habían trabajado con la mayoría del reparto. Las actrices, Levana Finkelshtein y Aliza Rozen también fueron premiadas ex aequo en Valladolid.

“En Israel la película ha tenido 137.000 espectadores, que es un número muy bueno. Pero cada proyección que hemos hecho por el mundo parecía la misma, la gente se ríe y llora en malos mismos momentos”, dice Granit. “En el Festival de Venecia, el público estuvo 20 minutos aplaudiendo. La gente realmente reacciona. ¡Y nos pregunta si tenemos la máquina!”.

Entre la risa y el drama, La fiesta de despedida arroja al espectador a clásicos dilemas morales. “Temo el sufrimiento y el dolor. Y si hay un modo más suave de dejar estar mundo, sería perfecto para mí”, dice Maymon. “Elegimos el modo en que vivimos así que quiero elegir como terminarla”.

“Yo no tengo problemas con el dolor -replica jocosa Granit-, pero temo perder la cabeza, es lo más aterrador. Es importante para la gente tener la posibilidad de elegir”.

"¿Por qué no prepararnos para la muerte?"

Aunque el suicidio asistido está fuera de la agenda política de la mayoría de países, en el cine ha tocado la fibra del público y cosechado galardones: desde las clásicas Johnny cogió su fusil o Danzad, danzad, malditos, hasta las recientes: Million Dollar Baby, Mar adentro, Las invasiones bárbaras o Amor.

Los cineastas insisten en que la muerte no puede eludirse en vida. “La gente trata de escapar, pero no puedes. Mejor si te preparas del modo correcto”, dice Maymon. “Hacemos mucho cursos en la vida, en la universidad. ¿Por qué no prepararnos para la muerte? Para esta gente es importante hablar con sus hijos sobre qué harán cuando llegue el momento. Es una conversación muy importante en la vida”, añade Granit.

Pese a la condición de religiosa del estado de Israel, los cineastas opinan que la recepción no ha sido diferente a otros lugares del mundo. Eso sí, les sorprende que nadie en España les pregunte por los desnudos de sus actores, que han llevado hasta el mismo póster de la película.“En Israel no es tabú, pero a la gente le sorprendía un desnudo de actores tan mayores”. Para homenajear a su reparto, propusieron desnudarse ellos mismos para ilustrar una entrevista en un diario israelí. “Es divertido: nos dijeron que no podía ser, que tenían lectores religiosos. ¡Y luego publicaron a toda página el póster de la película!”.