Turquía considera "ridícula" la resolución de la Eurocámara sobre el genocidio armenio
- Cree que puede dañar las relaciones entre Ankara y la UE
- Adoptada durante la noche por el pleno del Parlamento Europeo
El Gobierno de Turquía considera "ridícula" la resolución de la Eurocámara que insta a Turquía a reconocer el genocidio armenio y cree que puede dañar las relaciones entre Ankara y la UE, según una nota del Ministerio turco de Exteriores difundida hoy por la emisora NTV. La resolución, adoptada durante la noche de este miércoles por el pleno del Parlamento Europeo, "es ridícula y reproduce literalmente los clichés de la propaganda de Armenia contra Turquía", apunta la nota.
El Parlamento Europeo "exhibe una postura selectiva y unilateral a los sucesos de 1915, contraria a sus propios valores, y que puede dañar las relaciones entre Turquía y la Unión Europea, además de estar lejos de traer una solución para Turquía y Armenia", critica. "No nos tomamos en serio a quienes aceptaron este texto, que masacra la Historia y los derechos", añade el comunicado.
Según el Gobierno turco, la resolución "repite los errores de no concordar con el derecho internacional de la época y de sobrepasar la jurisdicción" del Parlamento Europeo, añade.
"No se puede tomar en serio”
También el viceprimer ministro turco Yalçin Akdogan ha reaccionado contra la resolución mediante un mensaje difundido en su cuenta en Twitter. "No se puede tomar en serio esta palabrería. Si el Parlamento Europeo tuviese una visión sabia, dejaría las tonterías históricas y se ocuparía de lo que pasa en nuestros días", se ha expresado Akdogan.
Ya este miércoles, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había adelantado que Turquía no haría ningún caso a lo que decidiera la Eurocámara en su sesión dedicada al genocidio armenio.
Turquía reconoce que la decisión de las autoridades otomanas de deportar a la población armenia de Anatolia hacia Siria en 1915 causó 500.000 muertos -frente a la estimación habitual de 1,5 millones- a través de epidemias, hambre y enfrentamientos, pero niega tajantemente que estos hechos fueran un genocidio.
Algunos historiadores calculan que, entre 1915 y 1923, un millón y medio de armenios murieron directamente por las masacres y las deportaciones, mientras que otro medio millón se vio forzado a huir al extranjero.