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Bastien Vivès: "'Last Man' rinde homenaje a 'Dragon Ball'"

  • El francés ha presentado su nueva obra en colaboración con Sanlaville y Balak
  • Estaban nominados a Mejor Obra Extranjera en el Salón de Barcelona

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Sanlaville, Balak y Vivès en el Salón del Cómic de Barcelona
Sanlaville, Balak y Vivès en el Salón del Cómic de Barcelona

Desde que saltó a la fama con El gusto del cloro (Diábolo, 2010), el joven autor francés Bastien Vivès se ha convertido en una de las grandes estrellas del cómic europeo, como lo demuestra el hecho de que en estos seis años, casi siempre haya figurado entre los finalistas a la Mejor Obra Extranjera en los Premios del Salón.

Y este año se ha venido con dos amigos,  Balak y Michaël Sanlaville, con los que está realizando Last Man (Diábolo), una obra ganadora del premio a la Mejor Serie en el reciente Salón de Angulema y que también estaba nominada a la Mejor Obra extranjera en esta edición del Salón de Barcelona.

Un cómic que –según Vivès- “empezó como una broma entre amigos, a los que nos apetecía trabajar juntos”, y que se ha convertido en uno de los mayores éxitos del cómic francés.

De hecho Vivès nos ha anunciado que “ya se está realizando una serie de animación que esperamos que se estrene en 2016 y de la que se ocupará Sanlaville. Y además haremos un spin off de uno de los personajes.”

“Un tebeo que también rinde homenaje a Dragon Ball y el manga que los tres leíamos de pequeños, y que constará de doce tomos, de los que ahora mismo estamos trabajando en el octavo” –asegura el dibujante-.

Una historia vista desde los ojos de un niño

Last Man cuenta la historia de un niño (Adrian) que quiere ser luchador; y cuya vida cambia radicalmente con la llegada a su pueblo, en el tranquilo Valle de los Reyes, de un misterioso luchador (Richard) que inicia una tormentosa relación con su madre (Marianne).

“Es una historia de iniciación –asegura Vivès- vista a través de los ojos de un niño. En realidad todo gira a su alrededor y vamos viendo cómo cambia y va creciendo según descubre el mundo”.

Michaël Sanlaville (La plaga verde) trabaja como ilustrador y ha colaborado en los storyboards de la mayoría de las películas de animación francesas. Y nos cuenta que “La serie nació porque somos amigos y queríamos trabajar juntos. La idea fue de Bastien, que nos propuso hacer una serie muy sencilla homenajeando a los mangas y los animes que veíamos de pequeños. Pero la cosa se fue complicando y se convirtió en una historia iniciática que tiene visos de continuar. Por lo menos durante 12 tomos”.

Sanlaville también confiesa que Dragon Ball ha sido una gran influencia. “Somos fans de Dragon Ball y del manga, sobre todo del de los años ochenta, y lo llevamos interiorizado. Pero a partir de ahí hemos querido hacer algo más elaborado, con personajes fuertes, con muchas aristas. Queremos utilizar ese estilo visual del manga para llevarlo más allá y crear nuestra propia historia”.

Reuniones de trabajo muy animadas

Balak también es dibujante de storyboards y especialista y teórico del cómic digital. Y nos comenta cómo es posible trabajar a seis manos: “Siempre nos reunimos, hacemos una tormenta de ideas de la que salen las ideas básicas y, sin escribir demasiado, nos ponemos a dibujar como locos. Lo más divertido es que, al trabajar juntos, cada uno lee las páginas de los otros y así comprobamos si la historia funciona. Somos autores-lectores de nuestra propia obra, lo que es una de las partes más divertidas del proceso”.

Balak también nos comenta cómo consiguen que las páginas tengan el mismo estilo, siendo de tres artistas distintos: “Yo realizo los croquis más básicos y luego se las paso a Bastien y Sanlaville para que las terminen. Como Bastien tiene actualmente ese estilo tan esquemático, al final Michael Sanlaville es el que termina de dar el aspecto general a la obra. Además, ambos son amigos desde pequeños, viven muy cerca y trabajan juntos desde hace años, con lo cual es fácil conseguir esa idea de unidad”.

Una historia que busca sorprender al lector

Balak también nos comenta que “queremos sorprender constantemente al lector. Pero eso sólo es posible si tenemos unos personajes fuertes, atractivos y bien construidos. Por eso creemos que el lector es ha interesado en seguir las aventuras de Marianne, Adrian y Richard. De esa forma, podemos llevarles desde el manga a pasajes a la ciencia ficción o el thriller. Es un juego constante para nosotros. Y nos permite ir ampliando este mundo”.

Balak nos habla de Marianne, la madre de Adrian y protagonista femenina de la historia: “Queríamos una figura maternal porque es algo que echamos mucho de menos en muchos mangas, en los que suele flotar la figura de la madre ausente, como Heidi, Marco… o el propio Dragon Ball. Incluso cuando aparece una figura maternal como es Chichi, en cuanto se casa con Son Goku desaparece por completo de la historia. Por eso queríamos una mujer normal, pero a la vez muy fuerte. No puedo avanzar mucho, pero va a darnos muchas sorpresas”.

En cuanto a Adrian, el verdadero protagonista de la historia, Sanlaville nos comenta que: “La historia está contada a través de sus ojos. Nos aprovechamos de su visión infantil para ir descubriendo las cosas junto a él. Es un viaje iniciático durante el que asistiremos a todo su proceso de aprendizaje y madurez. Nos va a dar sorpresas muy interesantes”.

Respecto a los combates en los que participan los protagonistas, Sanlaville asegura: “Nos basamos en esos mangas de los ochenta y, también, en las películas de acción de esa época, que tenemos interiorizadas al verlas desde muy pequeños. Cuando comenzamos con el storyboard, ahí están esas películas que todos hemos disfrutado una y otra vez”.

“Eso sí –añade Sanlaville- intentamos dibujarlo de la forma más espectacular posible para que funcione dentro del cómic”.