La ola de ataques racistas en Sudáfrica deja ya 7 muertos y 300 detenidos

• Las víctimas son tres sudafricanos y cuatro extranjeros
• Las Fuerzas de Defensa Nacional de Sudáfrica han desplegado a 350 soldados

Vecinos partidarios de la expulsión de extranjeros observan un coche incendiado en un nuevo ataque xenófobo registrado en el centro de Johannesburgo (Sudáfrica), el pasado viernes 17 de abril.

La policía de Sudáfrica ha detenido a 307 personas por su supuesta participación en la ola de ataques contra extranjeros registrada en Sudáfrica en las últimas semanas, en las que han muerto siete personas, según han informado medios locales.

Entre las víctimas de la violencia xenófoba hay tres sudafricanos y cuatro extranjeros, ha confirmado este domingo el ministro de Seguridad, David Mahlobo, según el portal de noticias Eyewitness News.

Mahlobo ha asegurado además que no se han registrado nuevas muertes en los últimos tres días.

Un operativo mayor en las zonas conflictivas

El ministro del Interior, Malusi Gigaba, ha asegurado que los ataques xenófobos contra residentes africanos extranjeros han sido contenidos, y que la Policía mantendrá la calma con un operativo mayor en las zonas más conflictivas.

Las Fuerzas de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF, en inglés) han desplegado a 350 soldados en las fronteras del país, ha confirmado Gigaba.

El ministro visitó el sábado junto al presidente sudafricano, Jacob Zuma, un campamento de desplazados instalado en Chatsworth, en las afueras de Durban, en la provincia oriental de KwaZulu Natal.

El campo acoge a residentes en Sudáfrica procedentes de Malaui, Somalia, Zimbabue y Burundi, que se vieron obligados a huir de sus hogares.

"Nos estamos intentando adelantar a cualquier otro brote de violencia que puede tener lugar, ya sea en Gauteng -región que engloba a Johannesburgo y Pretoria- o en otras provincias", ha dicho.