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La Sagrada Familia acoge el funeral de Estado por las víctimas del avión de Germanwings

  • Los reyes, Rajoy, Mas y Trias asisten al oficio religioso en Barcelona
  • El cardenal Sistach pide a las familias "coraje para vivir" ante la tragedia
  • El Govern no quería una ceremonia católica pero el cardenal se ha impuesto

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Un emotivo y multitudinario funeral en Barcelona homenajea a las víctimas del avión de Germanwings

Los reyes, Felipe y Letizia; el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Artur Mas, han asistido este lunes por la tarde a la ceremonia en la Sagrada Familia de Barcelona por las 150 víctimas del avión de Germanwings en los Alpes franceses, a la que han acudido cerca de 1.500 personas, entre ellas unos 600 familiares de 52 de las víctimas de la tragedia, en una ceremonia contenida y a la vez emotiva, de marcado cariz internacional y de rito únicamente católico, aunque ha contado con el testimonio de otras confesiones [Fotogalería: las imágenes de la ceremonia en la Sagrada Familia].

En una breve homilía en la que ha alternado el catalán y el castellano, el cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha pedido a los familiares de las víctimas "coraje para vivir", para que "la muerte violenta" de sus seres queridos no pueda "paralizar" su vida. También ha querido recordar a las víctimas del terremoto en Nepal y a los fallecidos tras el naufragio de inmigrantes en el Mediterráneo frente a las costas libias.

El gobierno catalán había expresado su malestar con la actitud del cardenal, porque este no ha atendido a sus peticiones para que el funeral por las víctimas del accidente no fuera una misa estrictamente católica y se abriera a otras religiones, de forma similar al oficio celebrado la semana pasada en recuerdo de los fallecidos en Colonia (Alemania).

En su lugar, tras la ceremonia, han intervenido representantes de las confesiones evangélica, judía y musulmana. Las lenguas utilizadas en intervenciones, lecturas y plegaria han sido el catalán, castellano, francés, alemán, inglés y griego.

Entre las muchas autoridades presentes, han estado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo; el del Interior, Jorge Fernández Díaz; la de Fomento, Ana Pastor, y el de Justicia, Rafael Catalá.

Han asistido además el presidente de la Generalitat, Artur Mas; la del Parlament, Núria de Gispert; la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega; el conseller de Presidencia, Francesc Homs; el de Interior, Ramon Espadaler; la de Enseñanza, Irene Rigau; el de Territorio, Santi Vila; el de Salud, Boi Ruiz, y el de Justicia, Germà Gordó.

También estuvieron el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García Escudero; el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos; el líder del PSOE, Pedro Sánchez; el del PSC, Miquel Iceta; la del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho; el de ERC, Oriol Junqueras; la colíder de ICV y portavoz de ICV-EUiA en el Parlament, Dolors Camats, y el líder de C's, Albert Rivera.

El acto ha contado con la presencia del presidente y consejero delegado de Lufthansa, Carsten Spohr, y del director general de Germanwings, Thomas Winkelmann.

Antes de la celebración religiosa, el Parlament catalán fue punto de encuentro de los familiares de las víctimas. Su presidenta miembros de la Mesa y dirigentes de partidos han recibido en la Cámara a los familiares de las víctimas del avión de Germanwings.

Recuerdo a las 150 víctimas de la tragedia

Presidida por Don Felipe y Doña Letizia, la ceremonia católica ha oficiado el cardenal-arzobispo de Barcelona, y junto a él han concelebrado el obispo de Terrassa, Josep Àngel Saiz Meneses; el obispo de Girona, Francesc Pardo, y el obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull, junto a varios sacerdotes más.

Entre ellos, un sacerdote ucraniano, en representación de una de las víctimas del avión, cantó en griego el Evangelio. En las lecturas anteriores también participaron familiares de las víctimas españolas del avión.

A lo largo de la ceremonia se han representado varios gestos de homenaje a las víctimas, como la procesión inicial con 150 velas en recuerdo de los fallecidos, que han portado hasta la escalinata del altar mayor estudiantes compañeros de los alumnos alemanes que habían estado en el instituto de Llinars del Vallès (Barcelona) en un programa de intercambio y que regresaban a su país en el avión siniestrado.

En su homilía, el cardenal Sistach se ha dirigido a las familias: "Dios nos ha creado para vivir eternamente y para poseer en Él la felicidad eterna. Por eso, pedimos para que Dios misericordioso haya acogido a nuestros hermanos, gocen de esta felicidad e intercedan por nosotros, que aún peregrinamos por este mundo".

Ha recordado que este lunes se celebra la fiesta de la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña, y ha pedido "mirar a María, como Madre de Misericordia". "A ella confiamos especialmente nuestros hermanos que murieron en aquel vuelo aéreo que terminó en los Alpes franceses y le pedimos que sea realidad lo que el poeta Jacint Verdaguer pedía a la Virgen de Montserrat en su Virolai: "Guíanos hacia el cielo".

Al final de la ceremonia, los reyes, el presidente del Gobierno, el presidente de la Generalitat, el cardenal Sistach y los tres representantes religiosos han dado su pésame a los familiares de las víctimas, en lo que ha sido la parte más emotiva del acto.

El pasado 17 de abril ya se celebró un funeral por las víctimas en Colonia, una ceremonia ecuménica en la que participaron 1.400 personas y a la que asistieron, entre otros, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega.

La tragedia sucedió hace apenas un mes, el pasado 24 de marzo, cuando, según revelaron las cajas negras del avión, el copiloto, Andreas Lubitz, estrelló el aparato en los Alpes franceses, causando la muerte de 150 personas entre pasajeros y tripulación, 50 de ellas españolas.

Polémica por el funeral de Estado católico

La celebración de un funeral de Estado católico ha provocado malestar en el Govern, que había pedido al arzobispo Sistach una ceremonia más abierta a otras confesiones, e incluso a los no creyentes.

La idea de los Gobiernos catalán y español era oficiar una ceremonia de tono ecuménico, similar a la que se celebró en la catedral alemana de Colonia y, de hecho, el Gobierno catalán ha mostrado al cardenal cartas con peticiones de familiares de las víctimas partidarios de que no sea una ceremonia estrictamente católica.

Sin embargo, esta idea ha topado con una actitud del cardenal arzobispo de Barcelona, quien únicamente ha accedido a que después de la misa católica puedan tomar la palabra durante unos minutos representantes de las confesiones judía, evangélica y musulmana, según las fuentes.

El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, ha defendido también la tesis de que el funeral sea una celebración católica puesto que esta era la confesión de la mayoría de las víctimas españolas, contestando así a las críticas vertidas también por colectivos como Església Plural -formada por cristianos de base- que ha mostrado su "dolor y vergüenza" por la "imposición de una ceremonia confesional". También, un grupo de personalidades de las tradiciones católica, protestante y judía firmaron este lunes un manifiesto en el que exponen que el acto tendría que haber sido multiconfesional.