Al menos medio centenar de desaparecidos por un corrimiento de tierra en Afganistán
- Se ha producido en la provincia de Badajshan, en el noreste de Afganistán
- Hay un centenar de viviendas afectadas; los supervivientes han huido
Al menos 52 personas han muerto al producirse un corrimiento de tierras este martes en una aldea remota del noroeste de Afganistán, cuyas carreteras de acceso están bloqueadas por la nieve, han informado a Efe fuentes oficiales. El desprendimiento se produjo hacia las 12.30 hora local (10.00 en horario peninsular español) en el distrito de Khawahan de la provincia de Badakhshan y entre los sepultados hay 25 mujeres y 22 niños, dijo el gobernador provincial, Shah Waliullah Adeeb.
"La aldea está completamente enterrada bajo tierra y rocas, incluyendo ganado y personas", con alrededor de un centenar de casas destruidas, afirmó el gobernador.
La localidad afectada se encuentra a más de 200 kilómetros de la capital de la provincia, Faizabad, y "no hemos sido capaces de visitar el lugar o de enviar asistencias porque todas las carreteras que conectan la aldea están cerradas", aseguró Adeeb. "Lo tenemos planeado para mañana y esperamos helicópteros para enviar asistencias y equipos de rescate" al área, donde las telecomunicaciones son deficientes, añadió.
Enterradas entre tierra y rocas
Las casas han quedado bajo unos 40 o 50 metros de tierra y rocas y "no tenemos capacidades ni maquinaria para lanzar una operación de rescate", ha declarado el jefe de distrito, Ghofran Zaki.
Badakhshan es una de las provincias más pobres y con peores accesos en Afganistán, con localidades de montaña que quedan aisladas durante la época de nieves y zonas vulnerables a desastres naturales como inundaciones y corrimientos de tierras cuando se produce el deshielo.
Más de 2.000 personas murieron en mayo del año pasado en el distrito de Argo de esta provincia tras quedar sepultada una aldea por otro corrimiento de tierras.
Los desastres naturales son frecuentes en el remoto extremo noreste afgano, fronterizo con Tayikistán, Pakistán y China, y que cuenta con precarios medios para hacer frente a las riadas, avalanchas de nieve y terremotos que se producen en la región. Este área está surcada por la cordillera del Hindu Kush, una de las más elevadas del mundo, en una zona del planeta sensible a frecuentes temblores de tierra debido a la confluencia de importantes placas tectónicas.