José Tomás corta tres orejas y sale por la puerta grande en su vuelta a Aguascalientes
- El diestro triunfa en su regreso a la plaza mexicana donde casi pierde la vida
- José Tomás lidió toros de Fernando de la Mora y Los Encinos
La vuelta de José Tomás al ruedo de Aguascalientes era una de las corridas más esperadas por los aficionados taurinos. En la misma plaza, donde hace cinco años estuvo a punto de perder la vida, el diestro estuvo a la altura, con tres orejas que lo hicieron salir por la puerta grande.
Con una abarrotada plaza para 15.000 espectadores, el diestro de Galapagar se presentó con traje azul y oro para hacer olvidar aquel 24 de abril de 2010, cuando el toro Navegante casi le arranca la vida con una cornada de 15 centímetros en la pierna izquierda que le atravesó la vena femoral y la arteria ilíaca.
Por eso, uno de los primeros brindis ha sido para los médicos que le salvaron la vida, los doctores Alfredo Ruiz y Juan Carlos Ramírez que, tras una hora y media de intervención, lograron estabilizarlo, anestesiarlo y trasladarlo al hospital Miguel Hidalgo, donde fue operado.
El festejo, parte de la Feria de San Marcos de esta ciudad mexicana, había generado una gran expectación, con los hoteles a su máxima capacidad y las entradas de todas las carreteras a la ciudad atascadas. Con un lleno desbordante se lidiaron seis toros, tres de Fernando de la Mora, primero, cuarto y quinto; y otros tres de Los Encinos, segundo, cuarto y sexto. Bien presentados, dieron excelente juego.
“Suerte matador, bienvenido a tu tierra“
La tarde se inició con un caluroso recibimiento a José Tomás y un arreglo floral en el centro del ruedo que decía: "Suerte matador, bienvenido a tu tierra". El diestro madrileño ama a México, donde llegó en los años noventa, cuando en España no podía torear por su corta edad. En Aguascalientes, donde actualmente tiene una casa, recibió la alternativa como novillero en 1994 y su primera cornada.
La corrida ha sido un mano a mano con el mexicano Eulalio López Zotoluco, que no logró cortar ninguna oreja. José Tomás toreó bien a su primer astado, pero el toro llegó brusco al final y lo mató de estocada trasera; una oreja con ciertas protestas.
Al cuarto, Pollo Querido de 509 kilos, lo bordó, con momentos estéticos y profundo sabor ante el delirio del público. Mató con una estocada limpia y le fueron otorgadas las dos orejas con vuelta al ruedo entre aclamaciones.
En el sexto, Tomás pinchó una vez en hueso antes de matar. La oreja no le fue concedida, pero el torero salió a hombros por la puerta grande entre aclamaciones y recogiendo el cariño de un público para el cual es un ídolo.