La huelga de maquinistas en Alemania paraliza dos tercios de los trenes de larga distancia
- Es el octavo paro de este colectivo en seis meses
- Las ciudades más afectadas son Berlín, Fráncfort, Halle y Mannheim
Los maquinistas de tren de Alemania han iniciado este martes una huelga de seis días, la más larga de su historia, que afecta tanto a trenes de pasajeros como de mercancías.
Los paros en los servicios de pasajeros arrancaron a las 02.00 de la madrugada y han provocado la suspensión de dos tercios de los trenes de cercanías y largo recorrido, lo que se estima afectará a unos 30 millones de pasajeros. Especialmente afectadas por la protesta están las ciudades de Berlín, Fráncfort, Halle y Mannheim.
La huelga había arrancado el lunes con paros en los servicios de mercancías, que provocarán pérdidas de hasta 500 millones según la industria y alterarán la producción en sectores más dependientes de los suministros de componentes, como el automotriz.
La dirección de Deutsche Bahn (DB) ha calculado en unos 100 millones diarios las pérdidas por la huelga, la octava ronda de paros que realiza el colectivo de los maquinistas, integrado por unos 30.000 trabajadores del total de sus 300.000 empleados.
Los maquinistas reclaman un aumento salarial del 5%
El sindicato de los maquinistas (GDL) había demostrado ya en los anteriores paros su capacidad para paralizar el transporte ferroviario, desde su posición sectorial minoritaria.
La convocatoria de los seis días de huelga agudiza el pulso entre GDL y DB, que más allá de las reivindicaciones salariales se ha convertido en una prueba de fuerza para los maquinistas.
Este colectivo reclama un incremento salarial del 5%, la reducción de su semana laboral a 38 horas -una menos de las actuales 39- y la limitación de las horas extras.
La compañía ha ofrecido un aumento gradual que arrancaría el 1 de julio con un 4% y se situaría en los meses siguientes en el 4,7%, así como una prima o pago único de 1.000 euros, en junio.
Aunque el desencuentro viene del hecho de que este colectivo pretende ampliar su convenio a los revisores y resto de personal de a bordo, que hasta ahora perciben salarios muy inferiores.
Limitar el poder de los sindicatos pequeños
Con ello, se propone ganar afiliados y evitar la pérdida de poder que conllevará, de materializarse, un proyecto de ley del Gobierno de Angela Merkel que pretende limitar la capacidad de los sindicatos pequeños para establecer sus propios convenios.
El objetivo del proyecto es justamente impedir que conflictos en colectivos minoritarios -como el de los pilotos de Lufthansa o el de los maquinistas- colapsen el tráfico aéreo o terrestre de todo el país.
Ello ha agudizado el conflicto en la GDL y la virulencia en sus acciones y en las declaraciones de su líder, Klaus Weselsky. La prensa popular alemana achaca a un presunto exceso de personalismo de Weselsky una huelga que es tachada por la patronal y por el ámbito político de desproporcionada, por las incomodidades que comporta a millones de pasajeros y las pérdidas generadas en la industria.
El vicecanciller y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, ha advertido a la GDL de las consecuencias de los paros para la industria con una dureza inusual tratándose, además, del líder del Partido Socialdemócrata (SPD), tradicional aliado de los sindicatos.
Merkel, por su parte, ha abogado por un arbitraje entre la patronal y el sindicato y ha instado a ambas partes a poner fin "cuanto antes" al conflicto laboral.