Netanyahu logra un acuerdo para formar gobierno 90 minutos antes de vencer el plazo
- Alcanza un acuerdo de coalición con el partido nacionalista Hogar Judío
- La cartera de Justicia irá a parar a manos de la formación nacionalista
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el líder del partido nacionalista Hogar Judío, Naftalí Bennet, han alcanzado este miércoles un acuerdo de coalición, hora y media antes de que concluyera el plazo para la formación de gobierno en Israel, informan los medios locales.
"Se terminó la negociación, se terminaron las campañas (electorales)", ha escrito Bennet en su página de Facebook esta noche. El acuerdo de coalición entre ambos establece que la cartera de Justicia, una de las más codiciadas en Israel, vaya a parar a manos de la formación nacionalista, a pesar de las reticencias mostradas por el primer ministro a lo largo de toda la jornada.
El acuerdo ha sido alcanzado en intensas negociaciones desde que hace dos días el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, presidente de la formación nacionalista Israel Beitenu, anunciara que no se sumaba al nuevo ejecutivo de Netanyahu, dejando a ocho escaños de la mayoría parlamentaria.
Las demandas de Hogar Judío
El gobernante Likud había aceptado por la mañana de este miércoles entregar esa cartera pero cercenando la autoridad del ministro, de forma que no pudiera participar en algunas de las decisiones más cruciales bajo su autoridad, entre ellas el nombramiento de jueces rabínicos, donde podría haber colisionado con los intereses del partido ultraortodoxo sefardí Shas, uno de los integrantes de la coalición.
"Este no un gobierno de derechas, ni de izquierdas ni de centro. Este es un gobierno para todo el pueblo de Israel", apostilló Bennet tratando de disipar los temores de un gobierno demasiado nacionalista o religioso.
Con la incorporación de Hogar Judío, formación que representa al movimiento colonizador, Netanyahu concluye seis semanas de negociaciones políticas en las que ha logrado atraer a su coalición a los partidos ultraortodoxos Judaísmo Unido de la Torá (askenazí), además de a Shas, y al de centro-derecha Kulanu, encabezado por un exlikudista.
El acuerdo esta noche siguió a maratonianas conversaciones tras el anuncio el lunes del ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, presidente de la formación de ultraderecha Israel Beitenu, de no sumarse al nuevo ejecutivo de Netanyahu.
Esa decisión, que cayó como un jarro de agua fría al primer ministro, pues en principio contaba con lograr una holgada mayoría de 67 diputados incluida el partido de Lieberman, le dejó a ocho escaños de la mayoría parlamentaria otorgando a Bennet la llave para la formación del Ejecutivo. Bennet no dudó en aprovechar la oportunidad y elevó el precio político por su apoyo por encima de lo que el Likud estaba dispuesto a pagar en un principio.
Finalmente, el primer ministro israelí, acorralado, ha tenido que ceder a las demandas de Hogar Judío, que a pesar de haber bajado en los resultados electorales dispondrá de un total de tres ministerios: Educación, Justicia y Agricultura. Los dos políticos tienen previsto firmar el acuerdo antes de que formalmente concluya a medianoche el plazo para la formación de gobierno.
Un gobierno estable y más afín ideologicamente
Han transcurrido 50 días desde que se celebraran las elecciones generales en Israel el pasado 17 de marzo, que se celebraron de forma anticipada a sólo dos años de las anteriores. Al anunciar su adelanto, Netanyahu adujo que la convocatoria electoral trataba de dotarle de un gobierno estable y más afín en ideología.
La primera de las condiciones no la ha logrado pues la nueva coalición sólo dispondrá de 61 diputados, cifra que los analistas consideran insuficiente para gobernar en un marco político azuzado constantemente por el fraccionamiento. "Dije en una oportunidad que 61 es una cifra buena. 61 y algo más sería mejor, pero aún nos queda mucho trabajo", ha reconocido el primer ministro esta noche.
En cuanto a la afinidad política, Netanyahu dispone ciertamente de un gobierno mucho más homogéneo, algo que le costará al erario público israelí unos 8.000 millones de shékels (2.067 millones de dólares o 1.882 millones de euros): cifra que ha destinado a los partidos ultraortodoxos al cerrar unos acuerdos que les devuelven al ejecutivo tras dos años de ausencia.
Después de haber informado esta noche al jefe del Estado, Reuvén Rivlin, que ha alcanzado la mayoría parlamentaria, Netanyahu continúa la negociación con Bennet para cerrar los último flecos del acuerdo de coalición.