Chema Madoz: "La fotografía está más próxima a la poesía que a la prosa"
- La Comunidad de Madrid organiza una retrospectiva del fotógrafo
- Podrá visitarse en la Sala Alcalá-31 entre el 13 de mayo y 2 de agosto
- La muestra reúne 120 fotografías que resumen su obra entre 2008 y 2014
"Soy fotógrafo con todo lo que se supone, algo rico en posibilidades", explica a RTVE.es Chema Madoz. Una línea simple desde la que saltan a la emulsión fotográfica los mundos que su mirada detecta en un lugar inagotable: "Lo cotidiano", y su inspiración traduce bajo una consigna: "No respetar las normas establecidas", nos cuenta.
Ese juego de saltarse las convenciones como la tapia de un colegio para descubrir y disfrutar también ha inspirado el título de la exposición Chema Madoz 2008-2014. Las reglas del juego, una retrospectiva que organiza la Comunidad de Madrid. Enmarcada en el festival PHotoEspaña 2015, podrá visitarse en la madrileña Sala Alcalá 31 entre los días 13 de mayo y 2 de agosto.
Son más de 120 fotos realizadas entre 2008 y 2014 y aunque todas están repletas de alma, ninguna tiene nombre. "No tienen título porque esta es una manera de dejar una puerta abierta a la interpretación del espectador. Si yo he hecho previamente mi interpretación, el visitante puede intervenir y devolver ese juego". Serán pues una centena de imágenes que aguardarán en las paredes la imaginación de otros que no son Madoz para estar completas.
La poesía está ahí, solo hay que mirar
¿Qué puede haber tan cotidiano como una nube o un árbol? Quizás por esa razón el árbol-nube de Madoz se acomode al ojo sin estridencias, incluso con mayor comodidad que una nube o un árbol por separado. Una hoja seca, una gota de agua, un aeroplano o un escritorio manuscrito, el suelo, el cielo, son imágenes y también rincones multiplicados por la rutina, que la firma visual del fotógrafo rescata para hacer pensar.
Para este hombre, "la foto está más próxima de la poesía que de la prosa; la prosa está más cerca de la narración y la foto está más cerca de la brevedad y de la idea de contar algo con el menor número de elementos posibles".
Madoz plantea sus obras "como algo abierto, pero con una serie de claves". La realidad que le circunda también le nutre "absolutamente -confiesa-. Lo cotidiano es una fuente de sorpresas; siempre hay una cara inédita", apunta, y se reafirma: "Es un ejercicio de lo más sugerente, no hacen falta grandes viajes para lograr esa visión".
Una obra madura
Premio de Cultura Madrid 2012, Premio Nacional de Fotografía en 2000, o Premio PHotoEspaña, son algunos de los reconocimientos que acumula el fotógrafo. Actualmente prepara un proyecto para la Fundación Masaveu que gira en torno a Asturias como comunidad.
Esta es la tercera gran exposición retrospectiva que se dedica al autor, después de las celebradas en el Museo Reina Sofía, en 1999, y en la Fundación Telefónica en 2006, muestra que ha viajado durante ocho años en los que ha tenido 40 presentaciones en varios países.
Aunque algunos críticos han señalado una componente de surrealismo en su obra, Madoz afirma no sentirse "dentro de ese territorio", pero confiesa que sigue viva la magia de "la relación con lo cotidiano como fuente de inspiración".
El comisario de esta muestra, Borja Casani, quien también fue comisario de la exposición de Telefónica, ha comentado que las obras exhibidas "representan una etapa de madurez" en la que "el dominio de su obra está claro".
Según Casani, de la obra de Madoz es conocido que trabaja con el lenguaje de los objetos "y que este es un lenguaje infinito del que permanentemente está hablando. A partir de unas ideas, busca, encuentra, manipula e incluso violenta el sentido de los objetos hasta conseguir que produzcan un pensamiento".