Guía para no perderse en el mar de siglas electorales del 24M
- IU, Podemos y Ganemos han intentado confluir con resultados dispares
- Ganemos, nacida como franquicia municipalista, no consigue aunar a todos
- Tensiones de liderazgo e ideológicas dividen las apuestas de convergencia
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Salvo unas cuantas excepciones, el proceso de confluencia de los partidos de izquierda para las próximas elecciones municipales se ha cerrado sin un claro acuerdo. Los amagos de alianzas entre IU, Podemos y las plataformas ciudadanas agrupadas en torno a Ganemos han terminado en muchos casos en vía muerta y en otros han tomado caminos separados.
La estrategia de convergencia iniciada hace meses por sectores de IU, Podemos y las iniciativas municipalistas de Ganemos para concurrir juntas el próximo 24 de mayo y ser decisivos a la hora de desalojar a PP y PSOE del poder solo ha culminado con éxito en cinco capitales de provincia: Barcelona, Zaragoza, Bilbao, A Coruña y Pontevedra.
En el resto, por diversas causas no se ha podido evitar que se presenten por separado y en no pocas circunscripciones se ha evidenciado la fragmentación en varias listas de las distintas familias de la izquierda.
Si a esto unimos la aparición de nuevas formaciones, como Ciudadanos o Vox, el número de opciones disponibles para los votantes a las alcaldías o a los Parlamentos autonómicos se ha disparado para esta cita electoral, en ocasiones hasta cifras sin precedentes, además de hacer más difícil la distinción entre partidos que, de por sí, tienen ideas próximas.
El disputado nombre de Ganemos
Si tanto IU como Podemos son partidos políticos claramente reconocibles para el votante, la cosa se complica y se convierte casi en un enigma en el caso de Ganemos, que pudo ser una especie de franquicia en la que representar la voluntad de convergencia de las formaciones municipales de izquierda y no lo ha conseguido por diferentes razones.
El nombre de Ganemos, que saltó a los medios cuando la activista antidesahucios Ada Colau anunció su incorporación a Guanyem Barcelona en junio de 2014, quiso ser un paraguas que albergara a las distintas iniciativas ciudadanas municipalistas nacidas al calor del movimiento asambleario posterior al 15M y dio el pistoletazo de salida a los diversos Ganemos en toda España, impulsados -en muchos casos a título individual- por integrantes de Izquierda Unida y Equo, entre otras formaciones y asociaciones cívicas.
Así, IU ha vivido un intenso y en ocasiones dramático debate interno acerca de si presentarse con sus propias siglas o integrarse en las candidaturas de unidad popular tipo Ganemos y capitanearlas, y ha habido resultados en ambos sentidos en todos los terrenos.
En el ámbito autonómico, donde hay un Ganemos o similares (Acord Ciutadà en la Comunidad Valenciana, Canarias Decide, Cambia La Rioja o Ganar la Región de Murcia), IU forma parte de esa coalición, salvo en Cantabria, donde la candidatura de Ganemos es el resultado del fracaso de un intento de alianza entre IU y Equo y ha terminado por dar cobijo a los críticos con la candidatura de Podemos en la región.
En el ámbito municipal, en cambio, hay de todo. Ganemos es el nombre con el que IU encabeza sus coaliciones con plataformas ciudadanas en las capitales de Castilla-La Mancha, aunque quizá destaca más su estrategia en Cáceres y Badajoz, donde la adopción del nombre Ganemos en la candidatura por delante de IU ha servido para sacar adelante candidaturas que solo se han animado a dar el paso al estar el partido agrupado con Ganemos.
Podemos impulsa plataformas ciudadanas sin su nombre
Por su parte, Podemos, que había decidido no concurrir con su propia marca a las elecciones municipales para no comprometerla, también bendijo la denominación de Ganemos y propuso apoyar las candidaturas de las plataformas ciudadanas “se llamen Ganemos o de cualquier otra forma”.
Como resultado, el partido de Pablo Iglesias ha impulsado candidaturas en 36 capitales de provincia, si bien su vinculación varía desde el apoyo explícito a la mera participación de sus miembros locales en las listas a título individual con el visto bueno de la formación.
Otras prácticas oportunistas tampoco ayudan a esclarecer la elección del votante, como cuando IU se apropió durante 24 horas del nombre “Ganemos” para sus candidaturas en Madrid, o en el caso de Podemos, que en Valencia capital se encuentra con un competidor que quiere sonar a ellos, Poble Democràtic Podem.
Por eso, ver la marca Ganemos en una papeleta que se presenta a una alcaldía no significa de manera inequívoca que esté apoyado por Podemos o Izquierda Unida, lo que dificulta a los votantes reconocer quién está detrás de las siglas.
Pugna legal por el nombre de Ganemos
Y eso si se utiliza el nombre de Ganemos. Porque en muchos casos los partidos y colectivos que sí se aglutinaron originariamente alrededor de esa denominación no han podido utilizar la marca “Ganemos” después de que un concejal catalán registrara ese nombre como partido político a nivel estatal y se negara a ceder la marca -aunque algunas candidaturas, como en el caso de Extremadura, sí lograron una cesión-.
Por eso, la candidatura de Guanyem Barcelona ahora se llama Barcelona en Comú y la de Ganemos Madrid -unida en un partido instrumental con Podemos y Equo- se llama Ahora Madrid.
Siguiendo estos ejemplos, los mismos 'apellidos' los han adoptado otras candidaturas, como Valencia en Comù, Zaragoza en Común, Ourense en Común, Udalberri-Bilbao en Común, Aranzadi Pamplona en Común, Comú de Lleida, León en Común, Segovia en Común, Badajoz en Común, Jaén en Común, Ganar Cádiz en Común, Ahora Guadalajara, Ahora Almería, Málaga Ahora o Es Ahora Murcia.
Disensiones por la forma jurídica del partido
Además, la fórmula jurídica de Ganemos y, en general, de las llamadas candidaturas de unidad popular que han proliferado en los distintos municipios ha complicado la confluencia entre IU y Podemos.
La formación de Cayo Lara ha defendido a capa y espada que las iniciativas ciudadanas se presenten como coaliciones electorales para no diluir completamente sus siglas y poder presentarse a las diputaciones, mientras que el partido de Pablo Iglesias, rehuyendo las “sopas de siglas” y las “prácticas de la vieja política”, se inclinaba preferentemente por el formato de las agrupaciones electorales, lo que ha obligado a hacer un esfuerzo para la recogida de avales que pide la ley.
Dicho de otra manera, las candidaturas de Ganemos se han enfrentado al dilema de configurarse como una coalición electoral junto a IU, Equo y otras formaciones o hacerlo como una agrupación de electores con el impulso y favor de Podemos.
La solución intermedia en algunos casos, como el de Ahora Madrid, ha sido la formación de un partido instrumental, es decir, creado únicamente para presentarse a las elecciones, pero esto tampoco satisface a todos.
Lo que para los profanos puede parecer una discusión sobre si son galgos o podencos ha terminado por ser importante y ha contribuido a que fracasen muchos intentos de confluencia entre la izquierda.
Hasta tal punto ha sido así que, por ejemplo, la confirmación de que IU, Equo y un grupo de independientes se presentarían en coalición en La Rioja bajo la marca Cambia La Rioja provocó que Podemos retirase su apoyo a la candidatura municipal en Logroño. Situaciones parecidas se han vivido en Valladolid, Huelva, Castellón y Toledo.
Escisiones que dan lugar a nuevos partidos
Pero han sido la celebración de primarias en las candidaturas de estos partidos y las rencillas ideológicas y personales entre líderes locales lo que ha multiplicado aún más el batiburrillo de nuevas formaciones.
Constituir a última hora un nuevo partido ha sido en diferentes capitales el refugio de los perdedores de unas primarias o la salida de los críticos con la línea oficial de la dirección de un partido.
De sobra conocido es el caso de IU en el ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, pero ha ocurrido en más lugares. En Bilbao, la candidatura de Ganemos, un grupo de críticos con la alianza Udalberri-Bilbao en Común, que une a Podemos, Ezker Anitza -la federación de IU en el País Vasco- y Equo, se presenta por su cuenta y se atribuye el verdadero “ADN” de Podemos en la capital vizcaína.
Exactamente lo mismo ha dicho en Castellón Canviem Entre Tots de Castelló en Moviment, liderada por un exdirigente de Esquerra Unida. Mientras, por citar algunos ejemplos, en Córdoba, Sevilla y Murcia, perdedores de procesos de primarias han formado sus propias listas para las municipales.
Al final, aunque no se deseara una sopa de siglas, en algunas circunscripciones se apurarán varias tazas.