La deuda pública sube en marzo hasta 1,04 billones de euros y encadena cinco meses al alza

• El Banco de España señala que crece en 51.317 millones desde marzo de 2014
• Con respecto al mes de febrero, la deuda se incrementa en 6.283 millones

Billetes y monedas de euro.

La deuda pública ha alcanzado en marzo 1,04 billones de euros, tras crecer 6.283 millones respecto a febrero, según ha publicado el Banco de España.

El organismo supervisor ha indicado que la deuda del conjunto de las administraciones públicas aumentó en marzo en 51.317 millones respecto al mismo mes del año pasado y se situó exactamente en 1.047.151 millones de euros.

El incremento de la deuda pública se prolonga por quinto mes consecutivo y se produce después de que en 2014 supusiera el 97,7% del producto interior bruto (PIB).

La estadística del Banco de España señala que del total de la deuda de las administraciones públicas de marzo, 764.172 millones correspondieron a valores a medio y largo plazo, 75.220 millones a valores a corto plazo, y 207.758 millones a créditos no comerciales, así como a la emisión de moneda y caja general de depósitos.

Respecto al mes anterior, los valores a medio y largo plazo han aumentado en 8.257 millones, mientras que los relativos a corto plazo han caído en 1.079 millones de euros.

El Gobierno bajó la previsión de deuda

El pasado 30 de abril, el Gobierno redujo su previsión de deuda pública para este año y la situó en el 98,9% del PIB, frente al 100,3% inicialmente previsto.

Según el Programa de Estabilidad 2015-2018, la deuda pública española bajará hasta el 93,2% en 2018 gracias, entre otros factores, al impulso económico, a la caída del gasto en intereses y a la mejora del saldo primario, que registrará superávit en 2016. Además estima que los ingresos y gastos públicos convergerán conforme avance la legislatura hasta llegar al entorno del 38% del PIB dentro de tres años.

Esta evolución estará marcada por la reforma fiscal, la mejora de la demanda interna y una mayor creación de empleo y supondrá la vuelta a los niveles de gasto público de 2007, anteriores a la crisis, medido en términos reales per cápita.