Garrone sorprende en Cannes con un moderno, complejo y oscuro cuento
- El cinEasta italiano presenta Il racconto dei racconti, con Salma Hayek y Vincent Cassel
- La nueva cinta del japonés Kore-Eda está lejos de sus mejores trabajos
El italiano Matteo Garrone ha sorprendido en Cannes con Il racconto dei racconti, una versión tan moderna como compleja y oscura de cuentos clásicos del siglo XVI, un proyecto que calificó de "muy ambicioso y bastante inconsciente".
Con un amplio reparto en el que estánSalma Hayek, Vincent Cassel, Toby Jones, John C. Reilly o Bebe Cave, el realizador de títulos como Gomorra o Reality -ambos Gran Premio del Jurado en Cannes- construye una película preciosista y difícil que no dejará indiferente a nadie. Varias historias se entremezclan, la de una princesa a la que casan con un ogro; una reina que está dispuesta a cualquier sacrificio para tener un hijo o un rey obsesionado con la belleza, todo ello aderezado con magia, leyendas y criaturas imposibles.
Basada en El cuento de los cuentos, de comienzos del siglo XVI del napolitano Giambattista Basile -"un texto maravilloso", según Garrone-, el objetivo del realizador era modernizar unas historias "extraordinarias" y que considera que siguen tan vigente como entonces.
Rodada en inglés -"le da un tono más universal y podía llegar así a un público más amplio"-, pero en Italia y con equipo italiano, para Garrone la película tiene componentes shakesperianos, pero siempre respetando las raíces italianas y el espíritu de Basile. "Es un cuento muy muy moderno, con arquetipos que reflejan personajes de su época pero que han llegado hasta nosotros y siguen teniendo validez", en palabras de Vincent Cassel.
Un proyecto en el que el lado estético tiene una gran importancia, desde el vestuario hasta la fotografía, iluminación, recreación de escenarios o construcción de las fantásticas criaturas que pueblan el mundo de Basile. "Intentamos encontrar localizaciones pero finalmente decidimos construir los escenarios, es artificio puro, hemos creado unas imágenes que deben sentirse como reales pero sin esconder que son ficticias", explicó el realizador.
Una labor "muy artesanal" que luego se integró digitalmente para tener como resultado una película bellísima desde el punto de vista formal con una estética cuidadísima hasta el último detalle para recrear las imágenes de cuentos que todo espectador tiene en la memoria. Un territorio, el del género fantástico, familiar para un realizador como Garrone, que antes de dedicarse al cine, era pintor, y le da mucha importancia a la trasposición de realidad y ficción a través de los colores y la luz.
Para Salma Hayek, la experiencia fue tan enriquecedora como compleja y dura. "Como actriz me gusta pensar lo que voy a hacer y con Garrone nunca puedes adivinar lo que piensa", explicó Hayek, para quien el rodaje fue además "físicamente desafiante". Además, y aunque el realizador les dejaba improvisar, al final solo estaba contento cuando lograba que la escena rodada fuera realmente suya y no le recordara a nada anterior.
Un reto para lograr una adaptación bastante libre de los cuentos de Basile, en los que Garrone encontró mucho de los elementos habituales en su cine, como el tema de la metamorfosis, que es la clave central del filme. "Yo amaba a los personajes de la película y trataba de entenderlos y de contar sus historias desde un punto de vista emocional", afirmó.
El cine delicado de Kore-Eda no muestra su mejor cara
El japonés Kirokazu Kore-Eda es el cine delicado y sutil por excelencia y su nueva película, Notre petite soeur, presentada hoy en Cannes, es un claro ejemplo de un estilo muy determinado, pero está lejos de ser uno de sus mejores trabajos.
"Es una historia de personajes, pero también del tiempo que pasa", explicó el realizador en rueda de prensa tras la proyección de una película que está en la competición oficial por la Palma de Oro. Acompañado por las cuatro protagonistas, que interpretan a cuatro hermanas -Haruka Ayase, Masami Nagasawa, Kaho y Suzu Hirose-, el director explicó que la película presenta el tiempo "como una especie de bucle que se repite, pero pese a ellos, hay una evolución en el interior de la historia".
Notre petite soeur cuenta la historia de tres hermanas de 21 a 29 años que, a la muerte de su padre, que las abandonó años atrás, conocen a Suzu, su medio hermana, que se va a vivir con ellas. La personalidad diferente de cada una está precisada con habilidad por Kore-Eda, que realiza un precioso aunque un poco débil retrato de las relaciones humanas, tanto entre las hermanas, como con las personas que las rodean.
Sobre las hermanas, explicó que quería "filmarlas con una luz muy suave, de forma muy delicada" y alabó la "delicadeza y sensibilidad" con la que las cuatro actrices han encarnado sus papeles. Una historia de familia -tema recurrente en el cine del realizador japonés- y que, como suele ser habitual, recuerda en el estilo y en la forma a películas del mítico Yasujiro Ozu.
"Cada vez que presento una película en Occidente siempre dicen que soy como el nieto de Ozu, es un buen cumplido", afirmó Kore-Eda. Y precisó que en esta nueva película sí encuentra algunas similitudes. "Es una historia sobre el ser humano, pero que toma un poco de distancia y trata de cómo la evolución del tiempo deja una huella y eso puede acercarse al trabajo de Ozu".
Además reconoció que antes de acometer este proyecto, visionó algunas de las antiguas películas de Ozu. Por su parte, Ayase Haruka, que interpreta a la hermana mayor, consideró que es un filme "clásicamente japonés, sobre una forma de vivir que existe en Japón desde hace mucho tiempo y también de la belleza de las estaciones que pasan".
"Es una película sobre mujeres en la que el realizador ha tenido un enorme respeto por los personajes, es un filme sobre la belleza de las mujeres", explicó Nagasawa, la segunda hermana. En lo que coincidieron las cuatro fue en su curiosidad por ver cómo será recibida por los espectadores europeos una película que contiene tanta tradición japonesa.
sobre sus repetidas presencias en Cannes, donde ha presentado cinco de sus largometrajes, Kore-Eda aseguró que cada vez que acude al festival francés toma distancia del cine y le permite darse cuenta de que pertenece a ese patrimonio tan rico que es el séptimo arte, además de plantearse lo que va a hacer en el futuro.