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Obama asegura apoyo militar a sus aliados del Golfo Pérsico para frenar sus miedos sobre Irán

  • EE.UU. ha mantenido una cumbre con los seis países del Golfo Pérsico
  • Obama los apoyará ante "agresiones externas", incluso con fuerza militar
  • Los líderes árabes respaldarán un acuerdo nuclear con Irán que sea "verificable"

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EE.UU. Y PAÍSES DEL GOLFO PÉRSICO AMPLÍAN SU COOPERACIÓN EN SEGURIDAD Y DEFENSA
El emir del estado de Kuwait, el jeque Sabah Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah; el presidente estadounidense, Barack Obama, el emir del Estado de Catar, el jeque Tameem bin Hamad Al Thani; y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Nayef tras la cumbre.

Estados Unidos y seis países del Golfo Pérsico han alcanzado este jueves varios acuerdos para ampliar su cooperación en seguridad y defensa, ha explicado el presidente Barack Obama, quien ha asegurado que Washington los apoyará si sufren cualquier "agresión" externa ante los miedos en la región a las consecuencias de un potencial acuerdo nuclear con Irán.

Así, Obama ha señalado al término de la cumbre con Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Catar, Omán y Baréin que los seis países están dispuestos a respaldar el pacto con la República Islámica siempre que sea "verificable" y "exhaustivo".

En cuanto a los acuerdos alcanzados en defensa, el presidente de Estados Unidos se ha comprometido a trabajar con ellos en caso de agresión o amenaza de agresión, "incluyendo el potencial uso de la fuerza militar", lo que implica una alianza "más cercana, más fuerte, que impulse nuestra seguridad mutua durante décadas", ha recalcado.

Preocupación por el acuerdo con Irán

Los seis países del Golfo Pérsico han mostrado sus miedos y dudas en torno al acercamiento de Estados Unidos con Irán y han solicitado que en el posible acuerdo se eliminen las vías hacia un arma nuclear. Obama ha considerado que está petición responde a al interés de la región, "y también de la comunidad mundial".

"Hubo una preocupación, que yo comparto, de que incluso si lidiamos eficazmente con el asunto nuclear, todavía tendremos que lidiar con las actividades desestabilizadoras de Irán en la región", ha subrayado el presidente.

Los líderes suníes del Golfo, y en especial Arabia Saudí, temen que el acuerdo nuclear que negocian Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, Reino Unido, China, Rusia y Alemania) sea el preludio de una normalización de relaciones entre Washington y Teherán. También les preocupa que el eventual levantamiento de sanciones a Irán le pueda dar alas para potenciar lo que ellos consideran actividades hostiles en el área de influencia del Golfo Pérsico, en países como Irak, Siria o Yemen.

Aunque Obama también ha aclarado que el objetivo de los acuerdos de cooperación en seguridad "no es perpetuar ninguna confrontación a largo plazo con Irán" y ha instado a la República Islámica a resolver las diferencias "con sus vecinos" y a ajustarse a las normas internacionales.

Para hacer frente a la amenaza terrorista

"Vamos a expandir nuestros ejercicios militares y la asistencia para abordar todo tipo de amenazas, en particular el terrorismo", ha precisado Obama. Además, eso significa también "más capacitación y cooperación entre nuestras fuerzas de operaciones especiales, compartiendo más información, y una seguridad fronteriza más fuerte para evitar el flujo de combatientes extranjeros", ha añadido.

Algunos de los seis países que han asistido a la cumbre buscaban un compromiso de Obama para iniciar un tratado de defensa mutua, pero ya desde hace unos días la Casa Blanca había dejado entrever que eso no iba a ser posible.

El Congreso de EE.UU exige revisar el acuerdo con Irán

Este mismo jueves, el Congreso de Estados Unidos ha aprobado una ley mediante la que exige que cualquier acuerdo nuclear alcanzado por las potencias del G5+1 con Irán pase por sus manos para ser revisado, un texto que el presidente Barack Obama, al principio reticente, podría apoyar en última instancia.

Durante el debate sobre el proyecto de ley, la oposición republicana hizo hincapié en su escepticismo sobre la capacidad del Gobierno de Obama de llegar a un acuerdo sólido con Irán con las exigencias necesarias para garantizar que Teherán no puede construir un arma nuclear.

De este modo, con esta legislación el Congreso tendría 30 días para revisar el pacto nuclear con Irán una vez que este sea rubricado, tiempo durante el cual Obama podría levantar las sanciones impuestas por el Ejecutivo, pero tendría que respetar las que se hayan impuesto por mandato de los legisladores.